2. "Castigo"

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Lo primero que vi cuando abrí los ojos fue una habitación extraña, no era la mía. ¿Como mierda he llegado hasta aquí? Intenté recordar algo pero nada. Me senté sobre el borde de la cama pero noté que tenía algunos aparatos de hospital muy raros conectados a mi y me fijé en mi ropa: la del día anterior, con manchas rojas, de sangre. De pronto recordé todo. Mimau, mi tía y los chicos de instituto. Mi pulso se aceleró y una máquina empezó a pitar, mi respiración era irregular y no lograba calmarme. La puerta se abrió y vi a Evan, se acercó a mi y dobló las rodillas para estar a mi altura. Me cogió de la mano e hizo círculos con su dedo.

- Tranquila Venus. Estás a salvo. Cálmate.

Otra persona entró por la puerta. Dirigí mi mirada hacia el individuo y ví a una mujer mayor, de unos 70 años. Era igual que mimau. La misma sonrisa reconfortante, los mismos ojos azules... Una lágrima rebelde se me escapó pero rápidamente el chico a mis pies la limpió.

- Mi-mi-mimau... - mi boca tembló delatandome. Aparté a Evan de delante mía y bajé de la cama sin parar de mirar a la mujer.

En cuanto mis pies descalzos tocaron el suelo mis piernas fallaron pero Evan me sujetó por la cintura para sostenerme.

Yo seguía sin apartar la mirada de la mujer.

- Sueltame, Evan.

- Pero caerás si te suelto...

- Sueltame, ahora mismo.

Poco a poco me soltó y mis piernas se adaptaron. Me acerqué a la mujer lentamente. Una vez que estaba cara a cara con ella extendí mi mano hacia su cara. En cuanto comprobé que no era un sueño hablé:

- ¿Mimau? No puede ser real... Yo... Estabas... Muerta...

- No, querida, no soy Mery. Soy su hermana gemela, Lidya. Te he estado buscando desde hace décadas. Envié a más de 1000 hombres y mujeres en tu busca. Y ayer, mi mejor soldado te encontró- Miró a Evan. Ha dicho soldado. ¿De qué guerra?

- ¿Soldado? Pero...

- Ya te explicaremos todo a su debido tiempo cariño. Tienes que tener paciencia, ¿si? Ahora mismo estamos en la Academia Linux.

- ¿La Academia? Yo no debería estar aquí- me puse nerviosa y empezé a morderme las uñas- no soy una Linux. No tengo poderes.

- Ooohhh, querida, si que tienes poderes. ¿Recuerdas lo que pasó ayer? Mataste a tu tía. Con poderes. No podía determinar todavía cual es el específico para tu aura pero suponemos que es normal, nunca se había dado un caso de invalidez que tuviese aura. Eres... Especial.

- Ya, bueno, bonita manera de llamarme "bicho raro"- rode los ojos.

- Bueno, os dejo solos. Evan, recuerda lo que hablamos- miro a Evan seriamente y cerró la puerta.

Me senté de nuevo en la cama y mire al suelo mordiendome las uñas. Ayer... Si. Ayer pasó lo de Mimau, lo de mi tía... Llegué un puto minuto tarde... Pero, Evan. Si Evan me aviso es porque sabía lo que iba a pasar. ¿Entonces? ¿Porqué no me ayudó? El debería haber estado allí. Pero no vino. No me ayudó.

Una mano apartó la mía de mi boca. Evan.

- Deja de hacer eso, me pone histérico. Vamos, vístete, tengo que enseñarte el lugar.

- Tu podrías haberme ayudado... Y salvar a Mimau... - susurré.

- ¿Qué has dicho? Venus, ¿Qué has dicho?

- Podrías haberme ayudado. Salvar a Mimau- repetí más alto.

- ¿De que estás hablando?

- ¡¿Porqué no me ayudaste?! Sabías que iba a pasar algo, me avisaste. Pero no me ayudaste. ¡¿Porqué no lo hiciste?!

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⏰ Última actualización: May 18, 2020 ⏰

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