VORMIR

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Steve Rogers nunca había visto Vormir ni ningún lugar semejante. Al principio, quedó maravillado por los colores del universo, por la bruma y el desolado pero hermoso paisaje. Hasta que recordó que seguramente así debían haberse sentido Clint y Nat cuando llegaron, sin tener ni idea de lo que se les venía encima. 

El cielo violáceo era precioso, pero la echaba tanto de menos que ya no podía pensar en nada más

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El cielo violáceo era precioso, pero la echaba tanto de menos que ya no podía pensar en nada más. Y aunque tener a todos los caídos de vuelta era maravilloso, no creía que eso fuese a cambiar nunca. Recordaba que después de la batalla contra Thanos había tenido que sentarse con Sam y Bucky y explicárselo todo. Sam, Steve, y Natasha habían sido compañeros de aventuras y misiones secretas durante un par de años. Y para Sam, despertar en un mundo sin ella era terrible. Bucky apenas la conocía, pero se sintió muy apenado, pues era consciente de lo mucho que aquella chica significaba para Steve.

Steve recordaba la época en que la conoció, lo poco que confiaba en ella en un principio y lo mucho que llegó a confiar en ella después. La recordaba en casa de Sam, con el pelo mojado, abriéndole su corazón por primera vez, o en el funeral de Peggy, abrazándole. Si alguien había llegado a entenderle y a conocerle de verdad, seguramente, esa fue Natasha. 

Y si había alguien a quien desde luego no esperaba encontrarse en Vormir, ese era Red Skull. Schmidt parecía tan sorprendido como él. El lenguaje de Steve no fue el más correcto cuando se le encontró frente a frente, así que no lo reproduciremos aquí. 

El capitán Rogers devolvió la gema, y por supuesto preguntó si podía recuperar a su amiga. Su viejo enemigo le respondió con voz cavernosa que no se hacían devoluciones. Pero cuando se disponía a abandonar el lugar, escuchó una voz conocida.

-Soldado...

-¿Nat?-Steve se giró bruscamente. 

Quería abrazarla, pero no sabía si era real, no sabía si podía.

-Sí, soy yo. No puedo irme contigo, pero dime...¿me has echado de menos?

A Steve le temblaba el rostro, cuando por fin se atrevió a estrecharla entre sus brazos.

-Sí, Nat...¿Cómo podría no echarte de menos?

-Puede sonarte extraño, pero sé lo que tienes en mente hacer...

-¿Lo que...?

-Tienes pensado volver con ella, casarte con ella y tener la vida que Tony te dijo que debías vivir, ¿no es así? Es lo que le dijiste a James. Y la cosa es, Steve, creo que estás ciego y no ves lo que tienes delante de las narices. No me gusta decirte esto, pero necesitas escucharlo. ¿De verdad crees que si te vas todo estará bien?

-No me iría si no pensase que soy prescindible.

-Todos somos prescindibles, Steve. Seguramente James saldrá adelante...con el tiempo, pero va a ser difícil. Te echará de menos más de lo que tú me echas de menos a mi. Aunque estés allí, te echará de menos, y se negará a sí mismo que tu decisión es egoísta, aunque lo sea. ¿No ves que te quiere más que a nada en el mundo? Alguien como él...alguien como nosotros...porque tenemos muchas cosas en común, no sigue viviendo con todo lo que tenemos en nuestra conciencia a no ser que sea por un motivo. Yo pensé en matarme. Pero os tenía a vosotros. Y Bucky también lo pensó, estoy segura...pero no lo hizo porque sabía que estabas en alguna parte y que aunque no te recordara del todo eras muy importante para él. Y por eso cuando le contaste lo que pensabas hacer te sonrió y te dijo que se alegraba por ti, que te merecías eso y más. Pero él también se merece mucho, Steve. Quédate con él, y convéncele de que nadie merece ser feliz más que él. Porque sobrevivirá sin ti, pero no creo que logre ser feliz...Y tú tampoco. Después de todo lo que diste por él...no puedes simplemente dejarle ahora.

no puedes simplemente dejarle ahora

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-Pero Peggy...-articuló Steve, desconcertado, consciente de que Natasha tenía razón y ligeramente conmovido.

-Peggy ya tiene una vida. Demonios, Steve, tú la conoces mejor que yo. ¿De verdad creías que iba  a sentarse a llorar para siempre cuando te estrellaste en el hielo como un imbécil? Te quería muchísimo y sé que nunca te olvidó, pero pasó página y creo que llegó a ser feliz. Y tú tienes que pasar página también. No vivas en el pasado. 

Natasha le miró a los ojos y le dio un beso en la mejilla. Se esfumó y Steve apareció en otro sitio distinto, todavía con el maletín en la mano.

 Recordó la última noche antes de que Bucky se fuese a la guerra. Bucky le dijo que iban al futuro. Juntos...pero Steve le había dejado allí...solo...

Volveré a por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora