Al día siguiente, me levanté más temprano de lo normal, pues quería mostrarle a Rasmus cómo eran las cosas en el refugio.
—¿no desayunarás conmigo?—Noah me hizo un puchero al ver que tomaba mi mochila.
—Lo siento, enano. Tengo que mostrarle a Rasmus las tareas que tenemos.—besé su frente—. Prometo volver antes del almuerzo ¡Te amo!—caminé hasta la entrada de la casa.
—¡y yo te amo a ti!—
•○•
Toqué la puerta de la casa vecina, siendo recibida por una Simone aún adormilada.
—Al parecer Martin no te deja dormir bien.—enarqué una ceja divertida.
—No es... eso.—bostezó—. Digamos que no dormí bien.—me dio lugar para entrar.
—¿por qué?—
—Tuve algo de insomnio, el miedo de que Rasmus volviera a irse me hizo quedarme en el sofá hasta la madrugada...—
—Tranquila.—tomé sus manos—. Él no volverá a irse. Y si lo hace, lo ataremos a un poste o algo.—sonrió.
—Algo me dice que disfrutarías eso.—
—Solo un poco.—miré hacia la cocina—. ¿Y Rasmus?—
—Aún duerme.—
—Pues ve a despertarlo, hoy es un gran día.—
—Ya lo intenté, pero dice que todas las emociones fuertes lo dejaron exhausto.—
—Que creativo es para las excusas...—suspiré—. Iré por él.—
Caminé hasta el final del pasillo, entrando sin más al último cuarto.
Rasmus dormía plácidamente y el hecho de que casi tumbé la puerta no pareció molestarle.
Me acerqué a la cama, inclinándome levemente hacia él.—Rasmus... Rasmus...—susurré por lo bajo mientras me acercaba más a su rostro—. Despierta, maldito vago.—
Llevé mi mano a su mejilla, repasando con el pulgar las pequeñas pecas que adornaban su rostro. Sonreí.
Amo tus pequitas, me recuerdan a una galleta...
El chico se removió un poco, abriendo los ojos con pereza. Me alejé de inmediato, haciendo como si nada hubiese pasado.
—Levanta tu trasero de esa cama, Andersen. Voy a mostrarte cómo hacemos las cosas en el refugio.—me crucé de brazos y evité el contacto visual.
—¿estabas... viéndome dormir?—
—... no.—
—Sí, sí lo hacías.—
—Vine a despertarte, solo eso.—
—No mientas, sentí cuando acariciaste mis mejillas.—se sentó en la cama—. Sé que te gustan mis pecas.—
—Sí, claro.—lo miré de reojo, notando como sonreía de lado.
•○•
Minutos después, ambos salíamos de la casa.
—Además de acosar a los habitantes mientras duermen... ¿qué haces aqui?—
—Yo no acoso a nadie.—
—Pues me alegra ser el único entonces.—
—... Estoy comenzando a pensar que Martin tendrá que llevarte a dar el recorrido, ya me cansaste y ni siquiera comenzamos.—
Pretendí dar la vuelta y volver a la casa, pero Rasmus me detuvo.
—Perdón, perdón. Ya no molestaré, quédate conmigo.—suspiré.
—Esta bien, pero esta prohibido hablar durante el recorrido ¿ok?—asintió—. En marcha entonces.—
•○•
Comenzamos con los cultivos, donde le mostré las nuevas modificaciones de la huerta y quién hacía cada tarea ahí. Seguimos a las cabañas y luego los talleres, donde le expliqué que trabajaban en el mantenimiento del refugio y, actualmente, en asegurar el manantial. Además estaba la tarea rotativa de las guardias y exploraciones.
—Vaya, tienen todo muy bien organizado al parecer.—
—Sep ¿tienes idea de qué quieres hacer?—
—No lo sé... ¿los chicos que hacen?—
—Pues... Martin y Patrick son guardias fijos, pasan todo el día patrullando los alrededores. Jean trabaja en la huerta y vigila a los niños. Jonas administra el almacén y Simone y yo hacemos tareas variadas, de lo que se necesite en el día. Por ejemplo hoy iremos a revisar un pequeño búnker no muy lejos de aquí, puedes venir con nosotras si quieres.—
—Suena divertido.—
—Entonces volvamos, almorcemos y salgamos después de eso.—
—¿tú comes con Simone?—negué.
—Solo en ocasiones especiales.—
—¿puedo considerarme una ocasión especial?—sonrió.
—La verdad... no. Pero podríamos hacer una excepción. Tú ve a avisarle a Simone, yo buscaré a Jonas y a Noah e iré a tu casa ¿si?—asintió antes de retirarse.
—Genial, entonces... nos vemos en un rato.—me miró sobre el hombro y me dedicó una sonrisa.
No tenía mas gifs de Rasmus así que uso uno de Jonas xD
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~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain
Fanfiction¿es el destino que dos personas "unicas" estén juntas? ¿Rasmus era el único chico para mi? Sus berrinches y tonterías sólo me indicaban que era un idiota, pero... era el único que sabia lo que yo sentía, lo que yo.... sufría. Los dos somos una amen...