—¿Tu me amas?— preguntó ella mirándolo a los ojos verdes aceituna que rebosaban cariño por ella, eran cálidos y armoniosos, siempre que los veía se sentía segura y protegida, bueno al menos eso creía.
—¡Claro cariño! te amo muchísimo— dijo él mirándola también, culpándose a si mismo por mentirle, siendo verdad que amaba a otra mujer, no podía decirle, ella lo amaba tanto que no quería herirla, ademas se la pasaban bien, no quería perder eso, a pesar de todo ¿por que no tenerlas a las dos?
Pasaron unos minutos en silencio, el se estaba decidiendo a preguntarle también como un gesto cariñoso y gracioso a la vez, la miró por un instante y se decidió.
—¿y tu me amas?— preguntó mirándola expectante con un tono medio cariñoso medio burlón, sonriendo de oreja a oreja.
«Que esta haciendo» se dijo ella, como podía poner esa sonrisa tan provocadora, estar tan resplandeciente, por poco brillaba, cerro los ojos como queriendo volver el tiempo a como era antes, antes de todo, antes de que todo cambiara, antes de que todo saliera a la luz, abrió los ojos, todo seguía igual, y entonces lo miro fijamente por varios segundos.
—No— respondió ella, «no, ya no» se dijo entre sí mientras intentaba controlarse y no gritarle que lo sabía todo y arruinar lo que había venido a hacer.
—No, yo no puedo amar a alguien muerto— dijo mirándolo fríamente a los verduscos ojos ahora sorprendidos, su boca dibujo una sonrisa de lado, mientras el replicaba.
—Pero amor yo no estoy muer...
—No cariño pero ahora lo estarás— hablo con sorna viendo como se escurría lentamente en el suelo, al igual que lo había echo la estúpida con la que él la había engañado por tanto tiempo.
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La Noche Espera A La Pluma
Historia CortaLa noche esta feliz, la noche sonríe, ha llegado la pluma, su tinta combina con ella, plasma lo que ninguno puede decir, la noche y la pluma se han encontrado y lo que leerán es lo que han hablado.