The looters

[01].

El encuentro -
Part. 1
Las caras del espejo

Mi nombre es Nicole acabo de mudarme de Los Angeles a Nueva York debido a que mi madre tuvo un accidente , ya hace años mi padre no esta en casa  pero mi al morir mi madre  me informan que me quedaría con mi padre?. Que jodida noticia. Ya era domingo y estaba recostada en mi cama tratando de dormir pero el tonto de mi hermastro no bajaba el volumen de la televisión.

Cruce el largo pasillo de la escuela, aún llevaba mis audífonos puestos escuchaba un poco de música Metric,hasta que alguien me Interrumpio.

—Tu eres la nueva no? Nancy?

—Soy Nicole.

—Rachel.

— Nuestros padres son colegas. Supe lo de tu mamá es tan trágico. ¿Estas bien?, espera es una pregunta rara claro que no estás bien.

—Está bien. Estoy... Bien.

—Oye seguramente no sabes pero hay una fiesta antes del regreso a estudiar. ¿Quieres venir?.

—No me gustan las fiestas grandes.

—Eso te ah servido hasta ahora?

—Estamos invitadas?

—Es una fiesta no te invitan. Vas o no vas.

—Ok. Si iré.

—Paso por ti a las ocho. Y ponte algo que no parezca de abuela.
-dijo viendo mi ropa

Diriji mi mirada hacia mi ropa la verdad me gustaba vestirme así, que más da. Luego de eso estaba en el baño lavando mis manos y viendome en el espejo y no no estaba sola.

—No logro una buena foto de mi culo.
-menciono aquella chica que se tomaba una selfie con el trasero dirijido al espejo.

—Hay se me rompe el corazón.
-contestó al parecer su amiga
—¿Y que tenemos para esta noche?

—Dímelo tú...

—Habrá una escultura de hielo con alcohol, ah y no vuelvas a vomitar.
-las dos rieron al uniso.

Me había perdido tanto en su conversación que olvidé por completo que las estaba viendo en especial a la chica morena tenía un pelo muy lindo afro para ser específicos. Seguía viendo hasta que ella se percató.

—Y a ti que se te perdió?
-preguntó la morena

—Ah... Disculpa.. Lo siento.
-respondi y derrepente la puerta del baño se abrió.

—No puede ser son kendall y keilie.
-dijo en forma de broma la chica que había entrado por la puerta parecía amigable.

Las chicas que estaban ahí se fueron de inmediato, luego la chica que estaba vestida completamente de negro se recostó en el lavamanos y metió algo largo a su boca no sabía que era pero aún así decidí que hablarle era buena idea.