Beep beep... suena la alarma de mi celular insistentemente anunciando que son las 6 am algo que ya sé porque no he podido pegar una pestaña durante toda la noche y es que como no estarlo si es el día de mi mudanza a la residencia de la universidad, que por cierto queda en otra ciudad.
Me levanto e inmediatamente pongo una sonrisa en mi cara para atraer cosas buenas a mi día y por su puesto a mi año, del cual estoy segura que será una completa locura pero por suerte soy una persona que organiza casi todo y pretendo tener todo bajo control, no diré que soy esa típica estudiante en la escuela que siempre era la primera en todo porque estaría mintiendo, no siempre fui así de organizada, sin embargo, soy una fiel creeyente de que de los errores se aprende y todos merecemos una segunda oportunidad, gracias a eso soy la persona que soy ahora -y me costó bastante llegar a entenderlo-. Después de que pasara horas metida en mis pensamientos mamá grita desde la planta baja.
-Cira, el desayuno ya está listo!.- aviso que me pone extremadamente feliz ya que mi parte favorita del día es la comida. Bajo rápidamente las escaleras e inmediatamente el olor a panqueques recién hechos inunda los huecos de mi nariz, bueno perdón, mis lindas fosas nasales.
-Hola papi, Hola mami.-los saludo sentándome en la mesa.
-¿Estás preparada para hoy pulguita?.- me pregunta papá con un montón de sándwich dentro de su boca.
-Obvio, es algo que llevo esperando por meses.- la respondo con una gran sonrisa.
-Cira si fuera tú me apresuraria en comer porque el viaje es largo.- dice mi madre desde la cocina, es por eso que apenas termino mi desayuno doy gracias por los alimentos y corro hacia la escalera porque me conozco y me demoro mil horas entre ducharme y arreglarme pero más tardo en arreglarme. Una vez dentro de mi pieza lo primero que hago antes de entrar al baño es buscar mi outfit para hoy, hecho eso busco mi ropa interior y una toalla para luego adentrarme en el baño, abro la ducha y me baño rápidamente ya que es un hábito que he adquirido al percatarme de que nuestro planeta pide a gritos ser salvado y lo mínimo que puedo hacer es darme duchas cortas. Una vez termino me pongo mi ropa interior, el buzo negro, las zapatillas blancas y la polera del mismo color blanco, aplico un poco de máscara de pestañas y brillo labial. Al pasar unos minutos luego de arreglarme ordeno rápidamente mi habitación y pienso que extrañaré muchísimo tener mi espacio y poder desahogarme cuando lo necesite ya que a la residencia que me voy compartiré piso con 4 chicas más pero sin duda prefiero sacrificaar mi espacio a estar pagando mucho dinero por un piso para mi sola, además la residencia queda dentro del campus por eso es compartida y creo que conocer gente nueva será una experiencia gratificante . Nuevamente un grito me saca de mis pensamientos.-Hija baja ya, se nos hace tarde.-grita mi papá desde abajo, a lo que yo respondo con un fuerte voy. Me tomo un par de segundos para mirar mi habitación pensando en que mucho de mi está aquí pero me repito a mi misma una y otra vez que todo esfuerzo tiene su recompensa, eso sirve para que cierre la puerta y baje rápidamente las escaleras.
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Llevamos alrededor de una hora viajando y queda al menos otra hora y media de viaje para llegar, mis rodillas no paran de temblar y cada cinco segundos veo la hora en mi celular, mi mamá me repite constantemente que me tranquilice pero no es algo que pueda controlar, es totalmente involuntario -y creía que tenía todo bajo control- el cambio que tendrá mi vida desde ahora es algo que me asusta a pesar de que tengo todo meticulosamente organizado, no obstante pueden ocurrir varios episodios que desarmen mi itinerario por estos cuatro años y el autocontrol que tanto me costó tener se puede ir directo a la basura, es por eso que para tranquilizarme por lo que resta del viaje opto por escuchar música, pongo mi playlist en aleatorio y como si fuera obra del destino suena mi canción favorita "I lived" de onerepublic que habla acerca de vivir al límite y apreciar cada momento y enseñanza que la vida te da para que cuando llegues a la tercera edad puedas decir que eres completamente feliz porque cumpliste cada meta que te propusiste, caigo en cuenta de que escuchar esta canción era la único que necesitaba para mantener mi enfoque, seré fiel a mis sueños y los cumpliré por sobre cualquier cosa.
Sin percatarme ya llegamos a la residencia y la música dejó de sonar.
-Hemos llegado pulguita.- dice papá apagando el motor, salimos del auto y me percato de que el campus es mucho más grande de como se ve en fotos pero no me permito atemorizarme, bajamos las maletas y me doy cuenta de que llegó el momento de la despedida, lo odio.-Los extrañaré.- les digo a mis padres abrazandolos fuertemente y con lágrimas bajando por mis mejillas.
-Y nosotros a ti.-me dice mamá con la voz quebrada.-Prometenos que a pesar de lo muy difícil que pueda a veces el estar aquí y que aunque no lo quieras llegará un momento en el que querrás dejar todo cumpliras tus sueños, estoy muy orgulloso de ti Cira por las cosas que has logrado,porque eres una persona magnífica y es eso lo que te permitió hacer las cosas que amas.-me dice papá abrazandome fuertemente y depositando un tierno beso en mi frente.
- Y yo estoy enormemente agradecida porque los puso en mi camino, los amo.-les digo separándome y rompiendo el abrazo.-Ya es hora de irme, los adoro y nos vemos pronto.-les digo dándoles un fuerte beso en sus mejillas, luego de eso me voy con mis dos gigantes maletas sin mirar atrás porque o si no rompere en llanto, busco la puerta 15 y no tardo tanto en encontrarla ya que es una de las primeras, toco la puerta porque aún no me entregan las llaves y luego de unos segundos sale una morena alta con una gran sonrisa en el rostro, antes de abrir mi boca me veo interrumpida por ella.
-Bienvenida a la universidad, tu perdición.
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The university and you
Teen FictionDicen por ahí que debemos soñar para vivir y vivir para soñar pero yo no sabía que dentro de mis sueños estabas tú, una mezcla de utopía y distopia que no estaba dentro de mis planes.