The Only Exception ✔→《Editando a Hariana》

Capítulo 15

Gym Class Heroes ft. Adam Levine — Stereo Hearts.

“My heart's a stereo, it beats for your, so listen close, hear my thoughts in every note. Make me your radio, turn me up when you feel low, this melody was meant for you, just sing along to my stereo.”

Harry's POV

— ¿Por qué eres tan bonita? –dije y ella no pudo evitar ponerse roja.

— Porque me parezco a mamá –respondió.

Yo asentí, bueno, al menos la había distraído de eso.

— Lo sé, pero lo eres... solo quería que lo supieras –mencioné y ella asintió.

— Gracias –susurró bajito.

Me acerqué a ella y besé su mejilla, a lo cual ella solo sonrió.

— ¿Quieres hacer algo?

Sí, saber que escondes tras ese gorro –pensé.

— No, bueno, no sé ¿quieres hacer algo tú?

— Mmm. ¿Te gustan los patos? –¿patos?

— Prefiero los perros –reí y ella también lo hizo–. Hablando de mascotas, ¿donde metiste a Doroty? –pregunté levantándome y buscándola–. Quisiera verificar que sea niña... –dije.

Noté que se exaltó.

— Em, ¿Doroty? –dijo un poco  nerviosa.

— Sí –reí.

— ¿Y Dusty? –preguntó, pero, ¿qué te tiene que ver Dusty?

— En casa.

— Tú no me enseñaste a Dusty, así que no te enseñaré a Doroty.

— Ow, eres mala sabes –dije poniendo mi cabeza sobre sus piernas.

— Lo suficiente –dijo ella y besó mi frente. No me lo esperaba por lo que sonreí algo apenado.

— Gracias... –susurré.

Ella se sorprendió.

— ¿Por qué? –preguntó con media sonrisa.

— Por aceptar el haber ido a casa de Louis aquella vez, por salir por tus llaves cuando tú pedías que las arrojara por la ventana... –mencioné. Ella me veía directamente a los ojos, mientras acariciaba mi mejilla–. Te quiero Ari –dije sinceramente.

— Harry, me harás llorar...–dijo tiernamente–. Yo soy la que debo estar agradecida. Aunque sean dos días desde que te conozco, siento que eres alguien que conozco de hace años, y a veces es difícil para mi hacer amigos. Te agradezco por eso, por ser mi amigo, mi mejor amigo y el novio que creen las mujeres de allá abajo que eres –dije y reímos los dos–. Te quiero también Hazz.

— Oye... ¿cerramos el pacto de nuevo? –pregunté. Ella me miró confundida–. ¿Recuerdas como?

Ella rió nerviosamente, mientras me sentaba para tomarla de la cara y acercarla a mí. Lentamente cerró sus ojos, al igual que yo, para qie nuestros labios chocaran de nuevo. Tengo que admitirlo; Me hice adicto a sus besos, a sus ojos, a su risa.

No puedo creerlo. Solamente la conozco de hace dos días y siento tantas cosas en este instante.

Nuestro beso duró unos segundos, cuando hice un leve movimiento y abrí un poco mi boca. No sabía muy bien cómo hacer esto porque, me gusta mucho, pero ella es diferente, así que un beso despacio y dulce, es todo lo que quiero de ella.

Me separé lentamente y luego besé su mejilla.

— Pacto sellado –susurré alejándome, sin embargo ella volvió a mis labios, besándolo una vez más. Su rostro ardía al igual que el mío.

De repente susurró entre mis labios que me quería y mi corazón palpitó impresionantemente rápido.

— Yo también –respondí.

— ¿Qué fue eso? –preguntó ella abriendo sus ojos.

— No lo puedo explicar –dije recostándome de nuevo en su regazo.

— Em, creo que ya esta más que sellado, nuestro trato –dijo ella algo incómoda por nuestra situación.

— Supongo que sí –respondí mientras mordía mis labios–. Em... –no sabía cómo decirle que me gustaba besarla.

Traté de desviar el tema.

— ¿Ari, podría pasar a tu baño? –dije. Necesito ir a pensar.

— Sí claro, estás en tu casa –dijo ella muy amable.

— Gracias –me levanté y salí directo a ese lugar. Cuando entré, cerré con seguro y me recargué en la pared con una mano, mientras me veía al espejo.

¿Harry qué te está sucediendo? ¿Me estaré enamorando? No eso no puede ser, solo somos amigos. Pero es tan bonita y tan amable. Me trata tan bien y además, es feliz conmigo, sólo conmigo. Me gusta hacerla sonreír.

Cerré los ojos y suspiré. ¿Y si se lo digo? ¿¡Pero decirle qué Harry!? No puedo.

Esa chica me trae loco, y la verdad no entiendo el porque, solo lo sé, lo siento cuando estoy con ella. Mi corazón se acelera cuando me mira a los ojos, cuando escucho su voz, cuando la escucho reír.

Vas muy rápido, toma un respiro, calma.

Quizá si la conozco más, sería el momento adecuado.

Sí, eso haré. A demás, ella lo dijo, solo somos amigos, mejores amigos. Demonios, la zona de amigos. ¿Y si nunca salgo de esa zona? Me mataré pensando esto en su baño. No, no debería permanecer tanto tiempo aquí.

Tomé la perilla y salí de allí, pero al verla me paralicé.

— Ho-hola –saludé y me senté en la esquina de la cama.

— Hola –me dijo sonriente.

— ¿Có-cómo estás? –ella me miró extrañada.

— ¿Pasó algo en el baño? –preguntó.

— No, no nada –dije un poco seco.

Hubo un silencio incómodo. Tengo que sacarme estas preguntas de la cabeza.

— Oye Ari, ¿te puedo preguntar algo?

— Sí, lo que quieras.

— Tú, yo, quiero decir, ¿te gusta alguien? –pregunté.

Ella me miró un poco raro.