Y así fue como la última pluma cayó. Una danza en el viento de esa bella, clara y celestial pluma. Desdichadamente al final tocó el sucio, gris y triste suelo para marcar fin a su bello resplandor.Un día más, despertó aquel chico de tes clara como la nieve misma, y un cabello teñido de color plata, el cual brillaba con celestialidad pura. Su primera acción fue dirigirse al baño y tomar una ducha. Se alistó para salir con sus amigos, era el primer día de invierno, por lo tanto no tendría que asistir a la escuela.
Al bajar las escaleras saludo a su madre y detrás de él escucho una voz dulce y algo aguda.
— Buenos días hermanito, ¿Listo para tu gran día?.
— ¿A que te refieres?, solo saldré con mis amigos.
— también ira "el brillo negro".
— shhhhh no es tu asunto, a demás iremos a patinar en grupo, no es como que estaremos solos.
— recuerda que lo que tiene que ser será, y aunque no tenga que ser será.
— cada vez dices cosas más raras, solo olvida que el estará allí.
Era cierto, el chico de sus sueños estaría allí, solo tendría que estar tranquilo y todo saldría bien.
Divagando en sus pensamientos Solo, se despidió de su madre, beso a su hermana en la frente y salió de la casa.Caminando hacia el punto de encuentro escucho algo, —¡ITHURIEL!— grito un chico detrás de él. Era uno de sus mejores amigos el cual tenía por nombre Ezequiel, un joven alto, atlético y sobretodo muy inteligente con ojos color miel y cabello castaño rojizo, era bastante apuesto, pero a él nunca le interesó su físico, simplemente se enfocaba en divertirse y vivir al máximo. junto a él caminaban dos chicas, ambas idénticas, solo con una diferencia.
El color de ojos, ambas chicas tenían fenómenos oculares increíbles. Una de ellas, leilany, tenía un síndrome llamado génesis de alejandria, el cual le da una coloración púrpura grisácea a los ojos, esos ojos que aborrecia con todo su ser, porque según ella no eran "normales". La otra chica llamada luminía, tenía heterocromia, la cual le daba a cada uno de su ojos un color diferente, el derecho era azul, claro como un cielo de verano, y el izquierdo era de color marrón oscuro, casi negro como el avismo más profundo, pero con una belleza indescifrable y oscura que fascinaria a cualquier ser.
Ithuriel al verlos, se acerco a ellos con un saludo enérgico y simplemente camino en silencio, mientras las chicas planeaban completamente el día que estaba por delante.
Al llegar a la pista de patinaje pudieron ver a todos sus compañeros de escuela, algunos haciendo boberias mientras eran alentados por el público sediento de más y más risas. Se acercaron y saludaron a todos con alegría, uniéndose así al cúmulo de estudiantes ansiosos de un gran día. Ithuriel, por accidente, puso su pie en el de un joven de cabello negro, negro como la misma noche, un negro tan brillante que reflejaba la luz con una belleza digna de cualquier poesía. Al darse cuenta de quién era, el torpe joven se quedó paralizado por un segundo, instantáneamente después de reaccionar, se disculpo y camino veloz mente lejos de ahí.
La chica de los ojos púrpura lo siguió al percatarse de esto.
—angelito gris— dijo ella —fue solo un accidente no pasa nada, dudo que le allá tomado mucha importancia.—
—no lo se ley, cada vez que me acerco a él ocurre algo que me deja en vergüenza. El destino me quiere lejos de él.—
—exageras mucho, anda están comenzando a entrar, solo respira, haz lo que mejor haces y simplemente se tu mismo—Todos tomaron sus patines, los colocaron en sus pies, y dieron marcha. Comenzaron con una vuelta, pero después de eso, sin más ni más una competencia empezó entre ithuriel y Ezequiel. Siempre que patinaban comenzaba un combate para que alguno de los dos se proclamará campeón, casi siempre el resultado terminaba en empate, pero eso no los detenía ni un momento.
Así fue como, entre saltos, giros y demás ambos jóvenes quedaron exhaustos. Al finalizar todo, decidieron un empate, cosa común entre ellos, y simplemente salieron de la pista.
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~ THE FALLEN ONE ~
FantasyLa adolescencia puede ser la mejor o la peor etapa que alguien NORMAL puede vivir. solo queda descubrir que ocurriría con el protagonista, y sobretodo. Saber que es lo que quieren de él.