47.Si te aprecio.

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-¡Esto me pone demasiado nerviosa!-

Finn reía constantemente, parado detrás de Camila sujetando sus manos firmemente mientras la guiaba por un desconocido camino para ella, y es que tenía los ojos vendados.

-Tranquila, no te pasará nada-ríe él mirando su asustada expresión de reojo.

-Ok Finn ¿se puede saber a dónde me llevas?-pregunta con sus cejas curvadas, incapaz de ver algo.

-Emm nop, si te digo no va a tener el mismo impacto-dice con un burlón tono.

-Oh, claro-bufa sarcástica deseando rodar los ojos, pero aquella venda se lo impedía-¿Me das una pista?-alza una ceja.

-No-niega.

-¡Ay vamos!-se queja haciendo reír al ruloso-¿¡Te estás riendo de mi desesperación, Wolfhard!?-

-Me estoy riendo de lo hermosa que te ves molesta-dijo con diversión, dejando sin palabras a la castaña.

Caminaron por unos segundos más, y estos segundos se hicieron minutos. Ella tragó duro, con una imborrable sonrisa en sus colorados labios.

Siguieron caminando, y de un segundo a otro ella comienza a oír un sonido en específico, agudizó su oído, oyendo gaviotas cantar a lo lejos.

-No me digas que...-se queda en silencio.

-Aja-sonríe Finn, y justo en ese momento arena comienza a sentirae entre las sandalias de la chica, quien abrió su boca enormemente.

-Ay por...playa dominicana-suspiró con una de las sonrisas más dulces y sincera que jamás había dado, haciendo al ruloso mirarla con admiración.

-Así en-confirma sin parar de guiarla, caminando sobre la arena.

-¡Demonios Finn, no me dijiste que trajera traje de baño!-reclama con una desilusionada mueca.

-Tranquila, no es nuestro último día aquí-dijo, y justo en ese momento la jaló de los hombros, causando que dejaran de caminar-Además...no creo que vayamos a nadar-murmura, y de un segundo para otro, le saca la benda.

Los azules ojos de la chica se abrieron de par en par al igual que su boca, la cual tapó con ambas manos, totalmente sorprendida.

Cuando vio la manta que se extendía sobre la arena, y encima de ella habían distintos platos, que contenían diferente tipos de comida. En cierta parte de la manta, una pequeña hielera que contenía una fría botella de sidra, y al lado de esta dos finas y esbeltas copas. Y lo que más destacaba, de entre todo esto, era aquel empoderado florero transparente de cristal en el medio de la manta, que contenía unas cinco rosas de un color pacificador.

Todo esto, iluminado por el gentil sol, quien había teñido el cielo dominicano de un embobante rosa, el cual se reflejó en los brillosos ojos de la castaña, quien comenzó a negar.

-Finn-susurra en shock.

-¿Te gusta?-pregunta este a un lado de ella, con un nervioso tono. Volteó a mirarlo con los labios todavía entreabiertos, y sus cejas levemente curvadas.

Cerró sus ojos colocando sus manos detrás de su cuello obligándolo a bajar su altura, y así los envolvió en un lento y cariñoso beso, en el cual ambos tan solo se dedicaron a saborear gustosamente los labios del otro, como si los de ella le agradecieran a los de él todo lo que había hecho.

Se separaron con lentitud, y el hacerlo pudo notar, con su embobada mirada, la ilusionada sonrisa que mostraba aquella chica.

-¡Me encanta!-sonrió con su mirada llena de felicidad.

Secretly { F.W. }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora