Prólogo

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"Cenicienta. Una de las más antiguas y hermosas princesas de Disney. Una de las princesas más fuertes que he visto, y que admiro. Nos enseña que siempre hay que ser bondadosos y nunca perder la esperanza. Verle el lado bueno a las cosas cuando la situación grita lo contrario. Perseguir tus sueños, y nunca olvidarlos. A veces, ser valiente y tener coraje. Respetarse y aceptarse a sí mismo. Que vale la pena arriesgar todo por amor (aunque al principio haya sido por una noche de libertad). Vivir al máximo cada momento de tu vida como si fuera el único... porque lo es. Y lo más importante, creer. Creer en la magia, en el amor, en el perdón.

>>Me ofrecieron el papel para protagonizar a Cenicienta, y NI LOCA diría que no. ¡Es mi princesa favorita por sobre todas! Ya sé, ya sé... yo misma me lo he preguntado. ¿Qué tiene Cenicienta que otras no? Mulán arriesgó todo por amor a su familia, y salvó China. Tiana nos enseña que trabajando duro es como lograrás lo que te propongas. Pocahontas resalta la importancia del diálogo entre bandos en guerra. Bella nos muestra que la belleza está en el interior. Y todas cantan excelente! Pero la verdad es que, desde que tengo memoria, es la única que me ha encantado por sobre todas. Es la que más ha dejado en mi enseñanzas y motivos para ser lo que más quería a esa edad: cantante. Y al ser actriz en esta película podré cantar y personificar a mi heroína, mi ejemplo a seguir.

>>Esta versión será algo moderna, según leo el guión. Estaremos grabando y será vista en cines el siguiente año. Pero será lo mismo que demás películas de Cenicienta: hija viviendo con su madrastra y hermanastras, viviendo en un ambiente nada sano, hay un baile, no la dejan ir, ¡magia!, en el baile conoce a un apuesto joven, platican y bailan toda la noche, llega la medianoche, zapatilla de cristal... blah blah blah, Cenicienta se prueba la zapatilla y vivieron felices para siempre. Está vez estará remontada en una secundaria. Nada diferente, lo sé. Una chica invisible, enamorada del chico más popular de la escuela, y con un talento que tiene miedo de expresar. Les contaría más pero estoy segura que querrán saber todos los detalles en el momento".

- Y aquí lo tienen amigos, Camila Cabello nos habla un poquito sobre su punto de vista en cuanto la película que va a protagonizar, ¡y que no podemos esperar! -. El público sentado en las gradas comienzan a aplaudir y gritar, al igual que Julián, el entrevistador. ¡No puedo creer que al fin me esté pasando esto! Camila Cabello, cantante y futura actriz de la película que amo...

- ¡Camila, despierta! -oigo que grita alguien entre el público.
- ¿Qué? -digo dirigiéndome al público.
- ¡Que te levantes, floja! ¡Que vas a llegar tarde a la escuela!

Abro los ojos y la luz que entra por la ventana me deja totalmente ciega. Hecho un grito y rápidamente me tapo con las sábanas.

-¿Pero qué...? ¡Mamá, hoy es sábado!
- Jajaja, a mí no me engañas jovencita -dice mi mamá tratando de quitarme las sábanas. - Hoy es lunes y ¡son las audiciones para la obra de Cenicienta!

Me incorporo frotándome los ojos sin acostumbrarse todavía a la luz natural.

- Mamá... mi status social evita que tenga un papel en la obra.
- Si cantaras, podrías cambiar las cosas. -dice mi mamá abriendo mi armario y buscando entre las blusas.
- Ya sabes que mi voz no sale cuando estoy en público. -digo mientras me incorporo y me pongo a su lado. - Se me cierra la garganta y no puedo cantar. Y ahora quieres que actúe...
- Amor, siempre me has dicho que ha sido tu sueño protagonizar a alguien, como tú princesa favorita... y te he escuchado cantar. Esa voz pide a gritos ser escuchada.
- Créeme que hago todo menos gritar.

Mi mamá voltea a verme con una ceja levantada.

- Cariño, eso es lo único qué haces. Gritar.

Pongo mis ojos en blanco y me dirijo otra vez a mi cama. Acomodándome entre las sábanas, sigo defendiendo mi punto de vista.

- Yo no grito. Simplemente así es como hablo-.
- Si tú lo dices -dice mi mamá sacando una blusa de color rosa pálido. - Si aquí eres una persona abierta y divertida, ¿por qué afuera ser otra?
- Porque así no decepciono a nadie -digo mirando al vacío.
- ¿A quien decepcionarías? Eres increíble.
- Eres mi mamá, tienes cierta obligación de decirme eso.
- Cierto -dice mi mamá mirándome seriamente. Alzo la mirada, y me muestra la sonrisa más compasiva que le he visto mientras se sienta al lado conmigo.- Es la verdad. Tienes que ser valiente y enfrentar tus miedos...
- No te atrevas a darme consejos de Cenicienta, mamá -digo entre risas. Mi mamá ríe conmigo.
- Pensaba que a estas alturas te las sabías de memoria.
- Me las sé.
- Y te creo. Pero, ¿por qué no ponerlas en práctica? A Cenicienta le funcionó muy bien. -dice mi mamá mientras se incorpora a buscar otra blusa en mi cajón.
-En esas épocas, si. Aquí todos son inmaduros y todos siguen como borregos a los populares. Solo sufriría vergüenza.- Me incorporo de un salto y me dirijo al baño. -Además tengo a mis amigas. ¿Qué más necesito en la vida?
-Tienes toda la razón. Sin embargo... creo que si necesitas sacar lo que tienes dentro.

Me asomo por la puerta del baño hacia el cuarto con mi cepillo de dientes en la boca.

-¿A que te 'regieres'? -.
-He escuchado las canciones que compones. ¿"Real Friends"? -lee en una de las hojas que tengo en mi escritorio.
-Mamá, eso es privado. -trotando, me dirigí hacia ella, tomó las hojas y las meto en mi carpeta para la escuela. -Lo siento... ya sabes cómo exagero... no es nada.
-La letra está bastante buena... -dice mi mamá observando mi carpeta.
-Mamá... tengo que prepararme para la escuela. - La interrumpo. No quería hablar más del tema. Y ya sabía a donde llegaba esta conversación. Esta hubiera sido la tercera vez que me daría una larga plática sobre qué solo vivo una vez, y que... mejor tarde que nunca.

Sé que quiere lo mejor para mí, pero a veces puede resultar algo insistente. No me malinterpreten, la amo. Y lo mejor es que ella sabe cómo soy, y sé que no necesito palabras para expresarle lo que desearía que pasara. Como ahora. Quería estar sola... o que dejara de hablar del tema.
-Muy bien. Estaré en la cocina. ¿Querrás lo de siempre? -dice mientras se dirige a la puerta.
-Estaría excelente mamá. Gracias.

Regreso al baño para enjuagarme la boca y regreso al armario para elegir mi ropa. Decido por la primera blusa que mi mamá eligió, la rosa pálido, acompañado de mis pantalones vaqueros y unos tenis imitación 'convers'. Vuelvo al baño para peinarme. Definición: cepillarme el cabello, sacudirlo un poco y listo. El paso final de mi rutina es mírame al espejo y ver el resultado final. Sonrío. Sólo soy yo. Tez blanca, ojos cafés, cabello lacio y largo, color café. Común y corriente. Y estoy satisfecha con ello.

Salgo del cuarto y bajo las escaleras con un ritmo de rutina. Entro en la cocina para prepararme mi desayuno: cereal. Lo de siempre. No porque es lo único que puedo comer en las mañanas, es por el simple hecho de que no me da tiempo para otra cosa. Como una persona decente, se debería sentar a desayunar en el comedor. Pero como la mayoría de las veces, desayuné de pie acompañando a mi mamá en la cocina.

Estaba nerviosa por las audiciones de Cenicienta, pero no entendía por qué. No iba a audicionar, ni siquiera a ayudar. Solo sería otro día en el que sería invisible. Estaría alejada del drama como era lo usual. ¿Qué podría salir mal?

A Girl with CindersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora