Entré a mi clase de Sociales y August comenzó a hablarme sobre el proyecto que no me interesaba en lo absoluto, quizás, en este momento no me interesa nada en verdad, mi mente reproducía las posibles cosas que le podría decir a Christian cuando vaya a su habitación, algo como Hola Christian, ¿Acaso me esperabas? No, no, ¿En qué rayos estoy pensando? ¡Tenía que concentrarme! ¡Nada de chicos!
— ¿Me estás escuchando? —miré a August que me miraba molesto.
—Fuerte y claro señor —hice una señal de militar.
— ¿Qué acabo de decir? —se cruzó de brazos.
—Que... A ver, no me acuerdo exactamente lo que dijiste, pero ¿Estaba por ahí la letra "o"?—él solo puso los ojos en blanco, se sentó en una de las sillas, yo me senté en la que estaba detrás, miré a la pizarra y presté atención los primeros diez minutos, no es mi culpa, en serio quiero prestar atención, pero el tonto de Christian aparece y mientras más lo intento sacar de mi cabeza, más se mete, bufé.
La clase terminó, y aún quedaba una hora completa de Biología, por favor, que alguien me pegue un tiro.
Entré al salón y Sarah salió volando hasta llegar donde yo estaba —Se vienen los exámenes, ¡Mi época favorita!—gritó Sarah, la miré estupefacta por lo que acababa de decir, de hecho, hasta Mark (que no sé de donde salió) se la quedó viendo raro —Es mentira tontitos, ustedes se creen todo —sonrió tiernamente mientras intentaba disimular que lo que había dicho era verdad, nos sentamos en puestos juntos y llegó el maestro.
¿Esa era la campana? ¡Al fin! Me despedí de ellos casi corriendo y fui hasta la habitación de Christian, las piernas me temblaban mientras buscaba su puerta. Estuve casi media hora decidiendo si tocar o no tocar, al fin y al cabo ya había llegado, no me podía ir.
— ¿Olivia? —me giré asustada, mi hermano estaba parado al frente mío con cara de pocos amigos y un moretón en la mejilla.
— ¿Qué te pasó? — me acerqué y le revisé su cara.
—Como dije, nadie se mete contigo —sonrió y me acarició la mejilla.
—Pero ¿Qué pasó? —pregunté sin entender nada, abrió la puerta con su llave y entramos. Al primero que vi fue a Christian leyendo ¿50 Sombras? Naa, que vaa... Se quitó los lentes que llevaba puestos y tiró el libro para que no me diera cuenta.
Efectivamente, eran 50 Sombras de Grey. Me aguanté la risa, le sonreí en forma de saludo y puse atención en mi hermano.
—Se puede saber, ¿Desde cuándo ustedes son novios? — preguntó tirando sus cosas al suelo, ¿Christian y yo? ¿Novios?
—No lo somos —respondimos al mismo tiempo.
—Ah, me alegro —se secó el sudor de la frente y siguió hablando —Tengo la mejilla así y un castigo por cierto, porque a mis sensuales oídos llegaron comentarios estúpidos sobre ustedes que no los voy a repetir — se tiró a su cama —Solo sé que fue el maldito de Sebastian, está en mi clase de ciencias —miré a Christian, él miraba al suelo tratando de descifrar algo, luego me miró y sentí un escalofrío recorrer por mi cuerpo, su mirada estaba llena de odio, se levantó de su cama y salió del cuarto tirando la puerta. ¿Qué le habrá hecho Sebastian?
— ¿Qué fue lo que te dijo ese tipo? —le pregunté mientras buscaba algo para su mejilla.
—Eso queda en mí, hermanita —cerró los ojos cansado —Necesito un ducha —terminó suspirando.
Por suerte en la mesa de noche de Christian, encontré una pomada, la cogí y me acerqué hasta él —Algo pasó entre él y Christian —le comencé a poner un poco de la pomada —Él cree que Chris y yo somos novios por mi culpa— abrió los ojos de golpe —El día que salimos a ver Transformers, él se nos acercó y comenzó a insultarlo, una cosa llegó a la otra y terminé diciendo que era su novia —terminé de sobarle y cerré la crema.
—No me importa lo que haya pasado, Christian es el candidato perfecto para ti linda, pero no voy a soportar escuchar tales comentarios como los de Sebastian, aparte de que no estoy listo para verte andar con alguien —sonreí, se levantó y entró al baño.
—Nunca lo estarás —susurré tirándome en su cama, su forma de pensar era un poco contradictoria, no me puede ver con novio, pero no le molestó lo que pasó con Jake. Esperé a que saliera un buen rato, salió ya vestido y se volvió a acostar a mi lado ahora.
—Está por amanecer, deberías regresar a tu cuarto —me sobó el cabello, asentí y le di un besito en la mejilla, salí de su cuarto y cerré la puerta.
Christian llegó a mi lado, lo vi y su cara estaba pálida y llena de moretones, sonrió y se desmayó, alcancé a sujetarlo, pero su peso me ganó y caí al suelo.
— ¿Christian? —lo moví, pero no reaccionaba — ¡Thomas! —grité y golpeaba como podía la pared que daba a su habitación.
Se abrió la puerta y salió mi hermano, se asustó al verme en el suelo, cogió a Christian y lo dejó a mi lado. Me levanté, mi hermano lo llamó varias veces pero él seguía sin reaccionar, sacó su teléfono y comenzó a marcar.
— ¿Sam? Sí soy yo, necesito que vengas, Christian está inconsciente, no, no sé qué pasó, de acuerdo —colgó —Ya está en camino — asentí asustada y volví a mirar a Christian, tenía un hilo de sangre de su labio —Sebastian tiene algo que ver con esto —apretó sus puños.
"Tiene todo que ver" pensé mientras me llenaba de ira, Sam llegó junto con dos señores que llevaban una camilla, lo alzaron y lo pusieron en ella, los acompañé hasta el departamento médico, pero Sam me detuvo
—Tienes que esperar aquí por ahora.
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Vampire Academy (Una decisión podrá salvarlos) ©
Ma cà rồngLuego de un accidente automovilístico, Charlie junto a su hermano, llegan a St. Gulliver, una academia conformada por criaturas sobrenaturales. Será en este lugar donde ambos hermanos descubrirán su verdadera identidad. Portada hecha por: gabs NO SE...