|004| Mensaje inesperado

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Esbocé una sonrisa para no quedar mal frente a él y seguí caminando hacia ellos en completo silencio hacia aquel ancho aparcado. Todo fue simple y sencillo, no hubo quejas ni desenfrenados murmullos, todo pareció ser ¿Normal?.


Fue una subida y bajada inesperada para mi gusto.


Estoy atrapada entre dos olas buscando la Atlántida oculta, de acuerdo no, pero si me encuentro entre la espada y la pared. Confundida, pensativa y todo lo que termine en 'a'. Aquello da un giro de 300 grados, teniendo muy en cuenta los sentimientos de Vicky y las venganzas que ya mantenía en maniobra. Y no quiero tomar en cuenta la mínima atracción que creció en mí hacia él, dalo por muerto.


Solo fue atracción física y pasajera.


Me subí, acepte la oferta de ir en el auto de TaeHyung, si, están en todo su derecho en juzgarme, pero vaya, ya la situación es demasiado incomoda al saber que uno de mis parientes tendría amoríos con uno de los seres a quienes siento las inmensas ganas de destruir. A decir verdad, de un momento u otro, mientras transite en el auto, todo cobro sentido. A eso se debió la insistencia de Vicky en que me alejara de los gemelos, y la repentina cancelación de tutorías de JungKook, ambos están saliendo.


Además, no entiendo como no tienen miedo de entregarse fácilmente a una persona desconocida, quizás porque suelen llevarse bien con todos y confiar en todos. Tal vez me estoy arrepintiendo de ser tan cerrada ante la idea de ser sociable. Sin tan solo fuese menos cerrada quizás pueda pasar un buen tiempo con personas que no solo pertenecen a mi grupo social o a Suga, con desconocidos, al menos en situaciones como esta.


Debo superar eso, yo puedo. "Si eres más aventurera, no se te escapa nada".


Mire de reojo al atractivo conductor pelinegro, concentrado en las calles que transita siguiendo a la camioneta blanca de JungKook en frente.


—Me vas a desgastar con la mirada —vacilo, embozo una sonrisa burlona.


Aquello me hizo retractarme. Le di una mirada de pocos amigos y el carcajeo complacido.


—Iba a cambiar de parecer hacia a ti, pero mejor lo mantengo en línea —ofendí, no me importo nada.


Carcajeo escandaloso sin apartar la mirada de las vías, su voz peculiar es contagiosa. Di una risa nasal disimulada hacia la ventana.


Se presento un silencio, no incomodo, para nada. Esta vez, significativo, de iniciación.


—¿Sabes?


Voltee hacia él. Mordía un poco su labio inferior, un gesto de pensar. Arquee una ceja en espera.


—No aspiré preguntarlo aquel día, pero eran el tema de conversación en toda la fiesta.


—¿De qué hablas?


—El chico rubio y tú... —rápido comprendí. Se refiere a la pregunta que realizo en el juego 'verdad o reto'.

SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora