Adams ©

"Capitulo 3"

                                                 En problemas.

Peyton Wesley.

Despues de las clases me fui directo a mi casa, aun no conocia bien los caminos ya que me hago un lio hasta donde estoy parada. Ericka se fue sin avisarme, asi que no tuve mas remedio de irme sola, solin, solita. 

Caminaba como una niña infanil, estaba tratando de no pisar las lineas del piso. las personas me miraban pero yo solo me les reia, ¿nunca lo han hecho enserio?.

Bueno Peyton piensa por cual camino hay que tomar.

estaba parada frente una tienda de ropa, por dentro del cristal se puede ver unos vestidos, shorts, blusas, camisas, zapatos de moda, zapatillas de salir, sobreros, hay de todo. Entonces decidi entrar y ahogue un grito de emocion, me encanta ir de compras pero esta no era la ocasion de comprar, solo queria ver. 

Puede admirar muchos vestidos de diferentes colores. cuando vi el precio me asuste, madre mia el valor de un vestido era cien mil docientos dolares.  Asi que pense venir mañana con mi mama para que ella tambien vea lo grandioso que era esta tienda.

No me di cuenta que ya era muy tarde, la brisa de la noche me daba escalofrio. No habia muchas personas rodando por el lugar y me daba miedo, ya me dolian las piernas de caminar pero no me detuve tenia que llegar a casa, el estomago me empezo a rugir del hambre. 

Empeze a preocuparme de que no llegaria, tenia un mal presentimiento de que me vaya a pasar algo. a lo lejos vi un joven y me le acerque para preguntar donde quedaba la urbanizacion. 

El chico se gira en direccion mia.

Era Adams, tenia el cabello alborotado se le veia tan bien. Tenia ese aspecto de chico frio y peligroso, por un momento quise alejarme de el pero queria ser su amiga. 

Me inspecciono de pies a cabeza. viendo mi preocupacion y mi miedo.

—La "urbanizacion de los niños ricos" esta muy lejos niña.— comento el cruzandose de brazos.

Ese comentario me hizo enojar, pero no tenia tiempo de pelear asi que le respondi.

—Ya te dije mi nombre es Peyton, puedes decirme donde queda por favor.— le hable en tono de preocupacion.

—Por favor.— le suplique.

—Ummm lo pensare. 

Dijo que lo va a pensar. Pero si necesitaba irme ya a mi casa y eso de lejos me preocupa.

Abri la boca para responderle pero el amigo de Adams se acerco a nosotros con dos bolsas de comida.

—Pero que tenemos aqui.