Prólogo

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Salado...
El salado de mis lágrimas invaden mi boca dejándome sin opción más que tragármelas, con el corazón adolorido en la mano, ¿Por qué?
Esa "carta", su respuesta.
Auch... duele, ¿Él piensa así de mi? Pero qué mierda ni siquiera me conoce... debo estar aluciando, ¿Esto es verdad? No, no, no.
Lo único que hago es arrugar el papel contra mi pecho mientras lloro en silencio en el cubículo del baño mientras hago otro tipo de teorías para explicar sus palabras, engañarme a mi misma para que no duela tanto.

¿Qué sigue después del "hola"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora