Capítulo 2

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     Nova se sintió mareada, como si hubiese dado veinte vueltas seguidas en la olla mecánica de un parque de diversiones. Sentía como si no estuviese pisando suelo firme, que solo giraba y giraba sobre ella. Tenía la sensación de que algo quería salir dentro de su cuerpo, y a la primera arcada, vomita la bilis hacia un lado de donde estaba tirada, en un suelo de tierra recién cultivada. El olor a tierra mojada le provoca más náuseas,, vomitando nuevamente hasta que más nada salía de su interior. Vuelve su mirada hacia el otro lado, acostándose completamente en la tierra húmeda para no ver lo que ha salido de su interior. Si lo hacía, volvería a tener arcadas desagradables. Pestañeando un poco mientras el mundo dejaba de dar vueltas a su alrededor y la sensación de náuseas había desaparecido, nota un cielo totalmente despejado y limpio con unas nubes hermosas.

     "Hace un buen clima", pensó.

     Algo que le extrañaba ya que no recordaba haber salido del refugio por la mañana.

     "¡El refugio!", exclamó en su mente.

     Acto seguido, se sienta de un brinco observando su entorno. Eran grandes hectáreas de tierra recién abonada. "Un campo de cultivo". Colocándose en pie, observa a lo lejos un tractor estacionado a un kilómetro de ella. Volviendo sobre su espalda ve lo que jamás creía poder ver...

     A lo lejos, casi borrosa, se mostraba la imponente mega ciudad de Utopía. Aquellos rascacielos de tamaños indescifrables, del cual tres competían por tener el puesto del rascacielo más alto de Utopía junto con otros edificios de estructuras futuristas que adornaban la Villa Perfecta. Parecía un espejismo, algo irreal, como si fuese una ciudad traída del cielo. Nova la había visto antes en afiches publicitarios pero jamás en tiempo real.

     Nova da unos pequeños pasos hacia ella queriendo verla un poco más de cerca. Si quería llegar a la Acrópolis Futurista tendría que ir en algo más rápido que sus pies. Un auto, necesitaba un auto o un medio de transporte que la llevase a ella, ya que el Portal la dejó fuera de la ciudad.

     "¡El Portal! ¡Neff!", exclamó acordándose que su hermano mayor la protegió de un impacto de bala. Un escalofrío recorrió su espina dorsal como si un metal frío hubiese acariciado su espalda. "¿Y si Neff nunca entró al Portal?¿Y si..." Tragó saliva, omitiendo las palabras que se querían formular en su mente. Tenía la esperanza de que Neff entró con ella en un lugar distinto en Utopía. Deseaba eso, y lo único de poder saberlo era yendo hacia la gran ciudad futurista y averiguarlo.

     Pero ¿Por dónde empezar?. Primero tenía que conseguir un auto, aunque el lugar desértico no le daba las esperanzas de conseguir uno. Miró nuevamente el tractor. "Una granja", pensó. Tal vez hay una por aquí cerca y pueda pedir ayuda a los dueños de ella, podrían llevarla a la ciudad y darle un poco ade abrigo y comida. Haber viajado por el Portal le dejó un enorme vacío en el estómago. Si se acercaba a aquel tractor, tal vez pueda visualizar la granja de esas personas.

     Justo cuando da los primeros pasos hacia el vehículo, se detiene en seco. Un sonido sordo venía tras ella, el suelo vibraba suavemente, aumentando de intensidad cada vez más hasta ver que el cielo se nublaba sobre ella. Al alzar la vista, ve que era un tipo de nave colosal que lanzaba un láser de color cian neón en filas de diez separando la tierra húmeda.

     Nova ahoga un grito emprendiendo la huida de aquella monstruosidad de máquina que le pisaba los talones mientras socorría hacia el tractor color rojo. Su pecho le dolía por la presión, su corazón y pulmones ardían por el esfuerzo de poder respirar y seguir corriendo. Un metro de distancia le estaba alcanzando aquella bestia tecnológica. Ella quería esconderse desesperadamente, mirando hacia atrás para ver a qué distancia venía la enorme máquina, tropieza en el barro cayendo bruscamente en el fango, se da la vuelta sobre su espalda tratando de huir arrastrándose en el lodo, pero era tarde. Ya la máquina la ha alcanzado. Cierra sus ojos como si eso le fuese a quitar el dolor cuando perdiera la vida, pero éste hace un ruido de advertencia colocando una luz roja sobre Nova. Todo quedó en silencio, solamente con el sonido de el silbido sordo del viento.

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