Nuestras Versiones del Paraiso (soninfinite)

17

-tienes una semana!- grita el azabache golpeando la pared de la pequeña sala de la casa del zorro.

-shadow, no puedo prometerte que en una semana esté lista, es una formula muy extraña- dice el joven preocupado e intimidado por la mirada del moreno

-no me importa, pon a trabajar tu cerebro, pero en una semana me llevaré a ese chacal para que lo ejecuten como es debido-

-ejecutarlo?- el zorrito lo mira con asombro –no hay ley que diga que haya que ejecutarlo-

-como sea, pero tienes una semana- resopla para darse la vuelta y encontrar a Sonic y zero mirándolos puesto que acaban de llegar de su, paseo.

Sonic tiene cara de sorpresa mientras que zero solo lo ve con una mirada gélida y directa de molestia, cosa que le responde shadow de la misma forma. Los dos se ven directamente matándose con la mirada.

-sonikuu- dice amy llegando al bajar por las escaleras, lanzándose al azul, este la sostiene con amabilidad aunque le incomoda –dime que no es cierto, dime que solo fue un sueño- reclama la rosada

-lo siento amy- susurra Sonic apenado, él no quería destrozar las ilusiones de su amiga

-no, no lo creo- se separa para romper en llanto –tú me amas a mí, siempre me ibas a rescatar cuando eggman me secuestraba-

-era mi deber-

-y cuando te lanzaste al agua por mi sabiendo que no te gusta nadar?-

-también fue por deber amy, eres mi amiga, no podía dejar que te hicieran daño- dice apenado rascando detrás de sus púas, pero siendo sincero

Ella se queda un momento callada, sin creerlo, sin entenderlo, siempre lo amo, siempre lo quiso. Se desvivió por él, porque lo amaba.

Mira a zero quien está detrás del azul, mirando aun a shadow con odio. Frunce el ceño, no lo cree, no lo quiere creer. En su mente se crean muchas ideas de lo que podría ser verdad, que quizás lo esté controlando o lo haya engañado. Evitando la cruda realidad.

Estira su mano invocando su martillo que es más grande a lo normal.

-TU! QUE LE HAS HECHO A MI SONIC?!- grita y trata de golpearlo

En ese instante zero se gira para ver a la atacante, pero antes de que el haga su movimiento Sonic se le adelanta. Sujeta el martillo de amy con una mano y con la otra su cuello.

Sus ojos vueltos rubí la miran con odio, y una sonrisa tétrica aparece en sus labios.

-amy- dice con una voz profunda y tenebrosa, distinta a la propia. Algo que llama la atención de todos los presentes.

Aprieta el agarre de ambas manos ahorcándola y convirtiendo el martillo en añicos.

-al fin me desharé de una chillona y fastidiosa eriza rosa- la mira directamente a los ojos, demostrando molestia y maldad pura en ellos. Hasta juraría que se podían ver brillar.

-so...Sonic-

-basta Sonic, la estas matando!- dice el amarillo asustado viendo como su amiga pierde el aliento y fuerza y como llora de miedo y tristeza.

-suficiente- dice el chacal y abraza por la espalda al azul besando levemente detrás de su oreja

Esto lo hace reaccionar y suelta a amy dejándola caer, esta toce recuperando el aire en sus pulmones y sosteniendo su cuello por el dolor de su agarre. Tails va con la rosada a socorrerla, mientras el moreno mira con mayor odio los mimos que le da el chacal al erizo.

El azul, por su lado, jadeaba temblando, un poco histérico y en pánico por lo que estaba por hacer, respira agitado y va calmándose poco a poco mientras el chacal lo ayuda a calmarse.

-yo... amy lo siento, no quería- trata de acercase pero la rosada no se lo permite

-olvídalo Sonic- dice ella triste, mirándolo con el corazón adolorido al igual que su cuello

Cuando ya está mejor se levanta y sale corriendo de allí.

-amy!- el azul trata de ir tras ella pero tails no se lo permite

-es mejor que no Sonic, déjala sola- el azul mira triste la puerta y asiente suspirando

Regresa sus pasos yendo con zero, coloca su cabeza en su pecho y se queda allí pensativo mientras el chacal acaricia sus púas, tan bien que iban las cosas y ahora, pierde a una de sus amigas mas cercanas y queridas.

Por otro lado el azabache moría de rabia viendo la escena, se dirige al zorrito

-una semana- sentencia y se va

Ya no soporta ver eso.

-creo que es mejor alejarnos un poco, vamos a tu casa?- pregunta el chacal a lo que el azul asiente y comienza a caminar, en silencio

-cuídalo- dice tails preocupado por su hermano de otra sangre –el, aunque no lo demuestre-

-lo sé- susurra el chacal –yo me encargo, pero es mejor que te apresures, parece empeorar-

El zorrito asiente y el chacal comienza a caminar alcanzando al azul quien, extrañamente no ha comenzado a correr.

El zorro los mira desde la distancia, suspira pesado temiendo por su hermano. Regresa a su taller cerrando la puerta, comenzando con el análisis de la sangre.

Sabe que esto no es bueno, y que no puede conseguir una cura para algo que Sonic ha tenido en su interior desde hace mucho. Lo había logrado controlar, nunca había salido, hasta ahora. Cada enojo y molestia, hasta la más mínima activa el detonador. Debe buscar la forma de deshacerse de eso. Con eso en mente, comienza a analizar distintos químicos que logren darle frente a lo que creo eggman.

Pasando con la pareja, el erizo azul miraba el suelo, triste por perder a una amiga de su infancia. Y con miedo por casi matarla.

El chacal observa cada gesto y movimiento que hace, durante el tiempo que lo ha conocido se ha dado cuenta de cómo actúa en distintas situaciones, y esta es una. Entiende que es algo que le ha afectado mucho porque ya ha perdido a alguien en el pasado.

Cuando pierdes a alguien querido, tratas la manera de quienes se quedan, tampoco se vayan.

El bicolor mira un momento hacia el frente y se detiene, deteniendo al azul tomándolo de la muñeca.

-que sucede zero?- el azul observa a su contrario y este lo jala para abrazarlo con fuerza, sabiendo que él está dolido, quería a la rosada, le tenía aprecio. Era una gran amiga, una hermana, que siente ha perdido

El azul se queda sorprendido, pero poco a poco corresponde y oculta su rostro en el pecho de zero.

-no tienes que ocultarlo más, se lo que sientes, y lo entiendo, deja de esconder tu miedo y preocupación en una sonrisa, puedes llorar, eso no te hace más débil, yo le entendí, compréndelo tu- lo abraza con más fuerza sintiendo su corazón palpitar rápidamente.

Tratando de saber qué es lo que hace, porque todo lo que hace y dijo fue por instinto.

El azul por su lado se quedó pensativo con esas palabras, sonrió pero ya no pude detenerlo más y dejo que el agua salada bajara por sus mejillas por primera vez en mucho, mucho tiempo.