"Capitán..." Dijo con una voz muy débil antes de perder el conocimiento, lo tomé entre mis brazos y lo llevé al helicóptero que nos llevaría a casa, le di indicaciones al soldado de llevarnos a casa y me dispuse a curar las heridas de Anthony.
El viaje fue tranquilo, llegamos a la base de Hydra y ordené que no me molestaran en los siguientes 5 días, por supuesto que los amenacé si lo hacían.
Anthony estaba débil, lo recosté en la cama y continué tratando sus heridas, era absurdo el modo en que fui descubierto, pero eso ya no importaba, todo estaba hecho; tomé el pie de Anthony para vendarlo, estaba muy lastimado.
Que omega tan obstinado con el que me fui a casar, pero eso sólo lo hacía más atractivo, si fuera un omega cualquiera me hubiera sentido ofendido de esa basura que llaman destino.
Lo siguiente que hice fue quitarle esa ropa, lo hice con mucho cuidado, jamás voy a dejar de sentirme atraído por el hermoso cuerpo de Anthony, lo arropé para que descansara y me metí a bañar, luego de 14 horas, Anthony despertó mientras yo leía sentado a su lado, en un inicio su cara fue de total confusión, posteriormente, cuando sus ojos y los míos se cruzaron vi furia, decepción, oh, Anthony, vi de todo en esos hermosos ojos cafés.
Intentaste salir de la cama al siguiente segundo y te lo permití, pero cuando tus pies tocaron el suelo caiste, con paciencia fui a levantarte pero rechazaste mi mano, nuevamente.
"¿Dónde estoy?" Fue lo que preguntó.
"En casa" le respondí, era fácil darse cuenta.
"No me importa cuánto tiempo me tome, aquí pasarán 2 cosas, o me escapo o termino con mi vida" me gritó desde el piso, eso que dijo me molestó mucho por lo que lo levanté, ya estaba cansado de sus berrinches.
"Y yo te diré lo que va a pasar, vamos a estar juntos como siempre ha sido"
"Yo nunca estaría con el perro de Hydra" un golpe en la mejilla fue lo siguiente que sentí. Lo tomé del cuello y lo alcé, eso fue lo último que le permití.
Lo vi a los ojos y suspiré, no le puedo hacer nada, es la persona que amo, además está confundido es normal que tenga esa actitud. Lo que hice fue besarle, él sólo mostró rechazo hasta el final, hasta me mordió.
Lo bajé y se limpió con su brazo, Anthony, eres tan adorable.
"Tony..." Le hablé con voz suave.
"Detente, no me digas así" él se apoyó de la mesita para no caerse, el temblaba, quería ayudarlo pero no sabía como, ay, amor mío, eres tan complicado a veces.
"Tony, yo, Steven Grant Rogers. Prometo cuidarte, protegerte y amarte, y sin importar lo que pase, estaré a tu lado..." Le recité nuestros votos matrimoniales, él se quedó callado, escuchándome atentamente.
"Y siempre confiar que el destino te unió a mí por toda la eternidad..." Finalizó él. Yo le sonreí, acaricié su cabello, lo abracé con ternura, lo levanté y lo deposité con cuidado en la cama, el hecho de que aún no le haya hecho el amor sólo es una muestra de mi buen autocontrol.
"Te amo, Anthony."
"Yo..." Respondió a medias, su rostro comenzó a empaparse de sudor, la temperatura y el aroma que desprendía era intenso, está en su punto crítico del celo.
"Anthony, te voy a hacer el amor" dije mientras me quitaba la playera, me puse arriba de él en la cama, bajé un poco y besé su frente, tomé con delicadeza su mano izquierda y le puse su anillo de matrimonio. Le sonreí y él negaba mientras veía su mano adornada con el anillo que anteriormente había tirado.
"¿Qué deseas de mí?" Preguntó, tomándome del rostro.
"Siempre has sido mi único deseo, no creo que eso vaya a cambiar algún día." Respondí.
