a d i ó s ; normanxray

ú n i c o

POV RAY

Escuché a mamá decir que te habían adoptado...

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Congeniabamos muchísimo Norman, a tal punto de que termine encontrando sentimientos románticos hacia tu persona. No voy a ignorar el hecho de que tenía miedo de que te dieras cuenta; trataba de ser muy discreto con mis pequeñas acciones "románticas" si se puede llamar así, en donde mi atención caía más en vos que en los otros y te daba todo de mí.
Ahora ¿por qué tenía miedo? La respuesta, Emma.
Aquella confesión que me hiciste luego de que ella se parara y se fuese a la casa dejandonos solos contemplando la belleza de la naturaleza, me dolió... Te quería para mí, no quería que estuvieras con ella pero a pesar de mis pensamientos yo estaría contento con tu felicidad, dandome eso, sastifacción.

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Un día como cualquier otro nos encontrabamos los tres contemplando el cielo e imaginando cómo sería el mundo exterior a este lugar rodeado de paredes que nos ostruía la vista hacía el más allá. A Emma la vino a buscar Phil para mostrarle algo que había hecho con unos trozos de corteza de árbol a lo que ella nos dijo "no se vayan, ya vuelvo" dejandonos así, solos a ambos, como siempre.
Norman, hace ya unos días venía mostrando síntomas de que iba a coger un resfríado por lo mismo me dijo que tenía algo de sueño y acto seguido me preguntó si podía dormir un rato en mi regazo, le asentí y apoyó su cabeza en el mismo.
Yo solía llevar un libro siempre que podía para leer así que utilicé el mismo para hacerme el distraído de la situación y observarlo cada que podía. No sé en qué momento me sumí en su hermosura, dejando el libro de lado, sin darme cuenta, por lo cual si se despertaba y me encontraba mirándolo no iba a poder disimular nada pero estaba tan embobado contemplando sus facciones, ese pelo blanco como la nieve con ese pequeño pelito de más que cuando te alterabas solía salirse de su lugar, tus pequeños labios que a mí parecer se veían suaves y tantas veces me había imaginado besándolos; y tus pequeñas manos que en algún que otro momento hemos juntado y pude confirmar que encajaban muy bien.
En todo ese transcurso de tiempo te despertaste y me estabas mirando fijamente pero estaba tan perdido que no lo había notado hasta que me diste un pequeño golpecito en la nariz, lo único que alcancé a decir fue un "mierda". Te reíste y me dijiste "hey, qué es esa mirada y sonrisa de tonto que cargas en estos momentos". Si supieras pensé.
-Ray, estuve notando mucho tus reacciones a ciertas cosas, hasta te puse a prueba... Y creo que lo que acaba de pasar recién afirma que estaba en lo correcto.
-¿Qué cosa? - Mentalmente estaba pidiendo a gritos que no sea lo que estaba pensando.
-Te gusto.
-¿Q-qué dices? - Bueno, es Norman, era de esperarse y ahora mismo me estoy muriendo de miedo.
-También me gustas.
- ¿¡Eh!? - ¿Qué clase de novela romántica es esta?
- ¿Me equivoco?
Norman comenzó a acercarse lentamente dejandome sin escapatoria y llegando a estar nuestros labios muy cerca que cuando quise decir algo ya me había besado, fue un pequeño roce. Mi corazón empezó a latir muy rápido y también me encontraba temblando.
- ¿Por qué?
- Sabes... Congeniabamos muchísimo y empecé a sentir cosas hacia vos, tenía miedo de decirtelo por lo cual te puse aprueba. ¿Recuerdas cuando te dije que me gustaba Emma? Era mentira. Eso me dio indicio de que tal vez algo sentías, pues tu reacción no fue muy buena. Y luego note tus acciones, cosa que no termimaba de comprender pero ahora con tu reacción de hace rato comprendí todo y me siento tan contento.
- Oh... Ya veo. - ¡No sabía qué decir!
- Ray, ¿te estás muriendo?
- Como crees.
- Y ahora ¿por qué lloras?
Estaba llorando, estaba expulsando mis angustias y alegría. Norman me abrazó.
- Lloro por todo, tenía miedo del rechazo y que nuestra amistad se rompiera, pero no es así por lo cual estas lágrimas también son de alegría.
- Ya... ¿En qué momento te volviste tan expresivo? - Preguntó y soltó una pequeña risa.
- Tonto. - Empezaba a calmarme, su calidez, me tranquilizaba.
Norman luego de unos minutos se separó de mí y empezó a secar mis lágrimas con pequeños besos poniéndome cada vez más colorado.
- Ya pasó todo, soy tuyo. Puedes calmarte y estar tranquilo.