Capítulo único

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Su espalda le dolía ligeramente a causa de permanecer, involuntariamente, encorvada durante largos minutos contra la incómoda puerta de uno de los estrechos cubículos de aquel baño del último piso del edificio A de su instituto, su corazón estaba palpitando a mil por hora contra sus costillas, las lastimaba debido al ímpetu con el que aquel órgano vital se encontraba martilleando furiosamente contra su caja torácica, a causa de sus fuertes latidos era incapaz de escuchar la mayoría de los sonidos que se producían a su alrededor, aunque no se preocupaba realmente por ello, sabía de antemano que ningún alumno entraba en ese lugar debido a que, además de darles pereza de ir a un lugar tan alejado, aquellos servicios se encontraban en supuesta reparación (la cual sólo consistía en un letrero en el exterior que citaba "Prohibida la entrada. En reparación", fuera de ello, el lugar seguía igual que hacía dos semanas, semi destrozado por bombas que algunos bromistas (JongDae, JongIn y SeHun) lanzaron en las papeleras e inodoros en un momento de ocio); no podía oír más allá de sus roncos gemidos, sus erráticos jadeos y los obscenos y húmedos sonidos de succión que su mejor amigo, Byun BaekHyun, hacía mientras le daba la mejor mamada que había recibido hasta el momento en sus malditos 17 años de vida.

Cuando Park ChanYeol ayudó a BaekHyun a estudiar hasta el hartazgo algunos tópicos de biología para que el mayor pudiera aprobar el examen final de la materia y por consiguiente, no suspendiera el curso, jamás se imaginó que luego de que su mejor amigo aprobase el dichoso examen, él terminaría con los bonitos y deliciosos labios del mayor alrededor de su pene. Si lo pensaba con detenimiento, era su culpa por haber pecado de ingenuo, cuando BaekHyun le preguntó qué era lo que quería a cambio, él simplemente respondió "quiero una mamada" porque desde un mes antes de su rompimiento con su ex pareja, lo cual había ocurrido hacía medio año atrás, no tenía una y regresar a usar su mano, luego de tener una vida sexual activa y constante durante todo ese tiempo, no era precisamente algo gratificante o que lo satisficiera con plenitud. Fue una oración dicha sin pensar, dejando pasar por alto al pronunciarla el hecho de que BaekHyun siempre cumplía lo que prometía, sin embargo, realmente no tenía ni la más mínima esperanza de que su amigo consiguiera aprobar, por lo cual, en su momento, no se preocupó.

No es que ChanYeol fuese un alumno brillante para esa materia, en los exámenes nunca le iba ni tan bien ni tan mal, había acreditado el curso con una calificación de ocho y aquello le sorprendía incluso a él mismo, pues se había enfocado más en vencer a un maldito boss y pasar de nivel en el juego con el que se viciaba por las tardes que en la fotosíntesis y los temas que revisaron durante el semestre; si había accedido ayudar a BaekHyun fue únicamente porque ninguno de sus otros amigos, quienes tenían mejores notas, como KyungSoo y JunMyeon, contaban con el tiempo suficiente para auxiliar a Byun, quien literalmente se había arrodillado para suplicarle ayuda. No había tenido corazón para negarse.

Luego de pasar tardes enteras estudiando durante dos semanas, inclusive tentándose más para olvidar el estudio y tirarse a jugar que el propio BaekHyun, el día finalmente llegó. A pesar de que ya había aprobado todas sus materias y era libre de faltar a la escuela, ChanYeol se levantó temprano, se colocó el uniforme, acompañó y esperó pacientemente fuera del salón mientras BaekHyun presentaba la prueba, dos horas después de que su amigo ingresó al aula salió con una expresión estoica, se dirigió a paso firme hacia ChanYeol y sin decir palabra alguna, le tendió la hoja de su examen, en la cual reposaba una calificación en números grandes y rojos: diez. ChanYeol bufó por lo bajó, ni siquiera a él, que fue más o menos constante en las entregas de trabajos y participaba de vez en cuando a lo largo del periodo escolar, le había ido tan bien en la materia.

BaekHyun, imperturbable como nunca, guardó el papel en su mochila y posteriormente sujetó al más alto por su muñeca y lo obligó a caminar a paso rápido, para evitar ser pillados, al edificio A; una vez que estuvieron en el tercer piso, lo arrastró hasta los aseos, ignorando por completo el letrero de "Prohibida la entrada. En reparación", sintiendo que le debía la vida por haber aprobado de manera extraordinaria, se armó de valor y empujó a ChanYeol dentro del cubículo más alejado de aquel baño, tomó ambas mochilas y las colocó al lado del retrete, aún sin emitir palabra alguna, el mayor le dedicó la sonrisa más sensual como burlona que en su vida había conjurado, antes de ponerse de puntitas y depositar varios besos en su manzana de Adán y mandíbula, atreviéndose a morder ligeramente la carne de vez en cuando.

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