-Soy Alejandro Gutierrez, tengo 16 años, me he mudado a Europa hace unos días ya, vengo de Argentina Buenos Aires, nos mudamos por la seguridad, hemos venido hace un par de años de vacaciones y se enamoraron del lugar- de la nada todos empezaron a insultarme, bueno, no todos, la mayoría. Más que nada porque soy de otro país, extranjero.
Genial, primer día de clases y ya es un desastre ¿Podría pasar algo peor? me senté al frente, para no tener problemas en el fondo. La primer asignatura del día de hoy es ¿Francés? pero no se nada de eso, apenas sé decir Bonjour, estoy en el horno. Escucho murmullos en el fondo y se me da por mirar hacia atrás y vi... a un ángel, perdón si suena cursi, pero es verdad, una hermosa chica, con sus cabellos rubios y ojos celestes, genial, me enamoré, cruzamos miradas y AY, sentí un disparo en el corazón, me guiñó un ojo y luego siguió con lo suyo. Justo entra el profesor al aula.
-Bonjour les élèves- De la nada se escuchó un Bonjour al unísono, creo que el profesor nos dijo buenos días, nos presentamos todos y me tocó a mi. -Soy Alejandro, tengo 16 años- el profesor notó mi tonalidad y se dió cuenta que no era de Andorra.
-¿Eres extranjero? Soy el profesor Lavagne Augusto- Me sonrió amablemente y los demás comenzaron a reir se, mordí mi labio inferior y seguí.
-Si, soy de Argentina, nunca tuve francés- dije alargando la boca y mirándolo fijo a los ojos.
-Y es un pequeño problema- dijo y se lamió los labios-Bueno, te voy a dar ejercicios con contenido básico para que te adelantes un poco, pero no temas, si tenés dudas podes consultarme- me sonrió.
No tuvimos clase de francés, solo nos contó como sería la materia a través del año, nos dejó el rato libre y ahí se acercaron dos chicas a hablarme.
-¿Qué tal?- dijo la chica pelirroja- Soy Yamila- me sonrió
-Soy Ángel- me dijo sonriente la chica rubia, obviamente yo como un bobo sonreía
-H-Hola- dije sonrojado y bastante nervioso.
-Cuéntanos de ti, que te gusta, que haces para pasar el rato....- así se me pasó la hora de Francés, las dos chicas me invitaron a ir con ellas por el lugar y me mostraron el colegio, cuando llegamos al aula nos sentamos los tres juntos en el fondo, tuvimos más asignaturas pero no hicimos nada en todo el día, fue maravilloso, charlamos, y reímos. Terminamos haciendo nuestro pequeño grupo de amistad, me quedé asombrado con este día, todos me miraban con odio, menos ellas, que me alegraron el día.
Llegué a mi casa, estaba mi padre mirando la tele en la sala, mi madre cocinando y mi hermano en su habitación con el celular.
-Que putos de mierda, mirá que giles, son anti naturales- dijo mi papá mientras veía la noticia de la marcha del orgullo -¿Qué tal te fue?- me miró sonriente.
-Muy bien- respondí- aunque les caigo mal a todos.
-¡¿OTRA VEZ ALEJANDRO?!- me gritó algo molesto. Nunca tuve amigos en las escuelas, todos me odiaban por mi caracter y mi forma de ser.
-No es por eso, sino que no les gustan los argentinos creo, me presenté y desde ahí me abuchean, menos dos chicas muy buena onda.
-¿Chicas? Esa ganador- me mira con cara picarona, odio que haga eso- vení contame ¿Están buenas?- típico padre machista heterosexual. Le conté lo de las chicas, lo que hicimos en el colegio, lo que hablamos, les conté de ellas y del día en si.
Más tarde hablé con mis padre a cerca del francés y me dijeron que vaya a un profesor particular, que me informara bien a cerca del tema para ver si es que hay en la zona. Esta vez le pregunte a Ángel y me comentó de un chico de 18 años que daba clases, era familiar de ella creo, su nombre era Eryk, no sé bien pero al menos me informé de algo, ya mañana iré y lo interrogaré.
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Mi Profesor de Francés
RomanceAlejandro, un joven de 16 años, se muda a Andorra, Europa, lo cual significa que se cambia de escuela, cambian sus asignaturas, cambia su vida prácticamente. Como no entiende mucho sus nuevas materias escolares, contrata a un profesor de apoyo, el c...