Novios por un contrato [SongKim]

12

Jinwoo POV

Andaba sin rumbo por los pasillos del Instituto, cansado, debido a que anoche no pude pegar ojo. La madre de Mino se presentó en nuestra puerta y le empezó a gritar a mi madre, diciendo que me alejara de Mino si no quería que fuese peor. Suspiré agotado de todo este tema. También le confesé a mi mamá sobre mis sentimientos por mi amigo y nuestro beso, ella me abrazó y dijo que me apoyaba en todo. Siempre podía contar con ella.

Intenté animarme, ya decidí que lo mejor era olvidarme del pelinegro e ignorarlo, total, era lo que iba a hacer él, seguramente. Pero, sin previo aviso, una mano me agarró y me metió en el baño de caballeros. No sabía quien era hasta que mi mirada chocó con eso inigualables ojos cafés, mi corazón casi se salía de mi pecho.

—H-Hyung —me estrechó entre sus brazos.

—M-Mino... Creía que tú-...

—¡No! —negó rápidamente—. No te voy a ignorar esta vez, realmente me arrepiento de eso... Tan solo, cuando quedemos tenemos que tener cuidado.

—Anoche tu madre vino a nuestro piso —él bajó la cabeza.

—L-Lo sé... De verdad lo siento Hyung —unas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

—N-No llores, no pasó nada, de verdad —le toqué el hombro como muestra de que todo estaba bien, pero él hizo una mueca de dolor, obviamente aparté la mano rápido—. ¿Estás bien?

—S-Sí no te preocupes—lo notaba muy nervioso—. Hyung, esta noche, a las 12, en la orilla del Río Han, ¿de acuerdo? —abrí los ojos sorprendido por su repentina petición—. Por favor, prometeme que irás, hay cosas que quiero hablar contigo, pero aquí no, puede ser algo peligroso que nos vean juntos.

No entendía nada, pero me limite a asentir. Unas voces que yo no reconocía se iban aproximando, pude ver por la cara de ira de Mino, que él sabía quienes eran. Me hizo una señal para que me metiera en unos de los cubículos, obedecí sin rechistar y me encerré allí.

—Hola Mino-hyung —intervino una voz con felicidad fingida.

—Daehyun —gruñó Mino—... Dijistes que no ibas a contar nada.

—Te corrijo, dije que no le iba a contar nada a tu hermana, no a tu madre —una carcajada sonó, seguido de otras más.

—Eres un-... —no pudo terminar debido a que el otro chico le interrumpió.

—¿Y tú qué? ¿También vas abandonar a tu madre y a tu hermana por un niño?

—¡Eso es un miedo ilógico! —gritó Mino perdiendo los nervios—. ¡Qué me gusten los chicos no significa que vaya abandonar a mi madre o a mi hermana!¡Eso que decís no tiene el mínimo sentido!

—Tu hermana me llamó ayer llorando —ignoró el comentario del pelinegro—. ¡Daehyun-ah, Mino-oppa es como mi papá, sabía que el vecino estúpido ese era malvado! —imitó la voz de Danah.

—¡Vete al infierno! —los pasos de Mino se oían lejos, se había ido del baño.

Ahora entendía un poco más, el amigo de Danah nos pilló y lo contó todo, por eso se refería que era peligroso que nos vieran y estaba tan nervioso. Mi cuerpo se alivió cuando los otros chicos también abandonaron el servicio, ahora tan solo debía de esperar hasta las 12.

***

Eran las 11:36, iba a salir de casa para dirigirme allí, tenía que ser cauteloso, mis padres dormían y no le conté a mi madre que planeaba irme, en cierta parte me sentía mal por esconderlo, pero ella no lo entendería y menos después de una pelea con mi padre.

Fui de puntillas a la entrada principal, cogí las llaves de la mesita caoba que estaba al lado de la puerta y las metí en la cerradura. Giré lentamente, pero era imposible que no se oyera el "click" tras cada vuelta, en total 3. Ya estaba abierta, no oí ningún ruido por parte de la habitación de mis padres, eso me ayudó a saber que seguían durmiendo, cosa que agradecía.

Salí del apartamento, hacia fresquito en la calle, era digno de un escenario de terror. Yo solo andando por la acera, las farolas alumbraban un poco de camino, pero aún así estaba todo muy oscuro.

Cuando llegué, ví a Mino parado mirando fijamente al río, de la emoción fui a abrazarlo, este se quejó un poco, como si estuviera adolorido, yo me separé de inmediato y lo miré confuso. Me temía lo peor.

—Mino, de verdad, ¿qué pasó?.

—Nada, yo estoy bien —sonrió, restándole importancia al asunto.

Yo, no convencido con eso, levanté su camiseta a pesar de que él intentaba detenerme. Victorioso, la elevé hasta que su torso quedó a mi vista, chillé espantado. Toda su piel estaba cubierto por manchas de tonos morados, azules y rojizos, incluso había alguna que otra herida, él desvió su mirada.

—M-Mino... ¡¿Quién te ha hecho esto?! —mis ojos se llenaron de lágrimas, y por una vez en mi vida, la ira se apoderó de mi cuerpo—¡Lo mataré!¡Te lo juro!.

—Hyung... Fue mi madre —me miró apenado.

¿Cómo una madre podía hacerle algo así a su propio hijo? ¿Tan solo porque Mino me besó? Un odio hacia esa mujer y Daehyun empezó a crecer dentro de mí. No iba a perdonar esto, nunca lo olvidaría, seguro el chico ese sabía que la madre de Mino le haría algo así, me vengaría de él.

El roce de Mino sobre mi mejilla hizo que saliera de mis pensamientos, me estaba secando las lágrimas que escapaban de mis ojos, los suyos aún me miraban con cierto toque de pena.

—¿Estás enfadado? —preguntó él.

—Me voy a vengar de ese tal Daehyun, te lo prometo Mino —inflé mis mofletes, intentando no soltar más lágrimas, él negó.

—No, él es capaz de muchas cosas, no quiero que te haga daño, Hyung —su mano no abandonó mi rostro, su semblante estaba lleno de preocupación.

—¿C-Cómo una madre es capaz de hacer tanto daño a su propio fruto? —mi voz se quebró y el llanto que intenté guardar, se escapó.

—No, no, Hyung, no llores, odio verte llorar —me rodeó con sus brazos, los cuales estaban bien, eso me dio más rabia, le hizo daño e las partes no visibles tan solo para no levantar sospechas, ella era muy cruel—. Tienes una sonrisa demasiado bonita para ser eclipsada por tu tristeza, por favor, no llores más —deposito un corto beso en mi frente.

—Mino —le llamé—, me gustas —y me escondí en el hueco de su cuello.

—Tú también a mi Jinwoo.

Eso fue lo que respondió justo antes de que nuestros labios se fusionasen de nuevo como la primera vez.