Capítulo 24: No confío.

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Luego de unos segundos pensando en ese condenado chico de cabello despeinado y ojos azabache me dirigí a la sala donde estaban mis padres.

-¡Oh querida estás empapada!- dijo mi madre acercándose a mí para palpar mi ropa que goteaba.

-Lo sé, se ha puesto a llover cada vez más fuerte, estaba a unas calles cuando comenzó y a demás me he caído, pero creo que estaré bien- dije sonriendo a mi madre.

-¿Segura que no te has hecho daño? Podemos ir al hospital si lo necesitas querida- me decía preocupada mirándome de arriba a abajo una y otra vez.

-Mamá- le dije tomando sus manos-, estaré bien, no te preocupes. ¿Dónde está papá?- pregunté tranquilizándola.

-En el laboratorio de la empresa, llega en media hora, está terminando unos arreglos de su proyecto.

-De acuerdo- dije soltando a mi madre- me voy a bañar.

-¡Claro querida! Te prepararé algo de comer- dijo adentrándose en la cocina.

Subí las escaleras con dificultad, estaba cansada y mi ropa mojada aumentaba el peso que llevaba mi cuerpo. Al entrar en mi cuarto me ví en el espejo: mojada, con frío, despeinada...

-Ash, que asco- me dije a mi misma dejando la mochila en la cama. Luego me quité la chaqueta de Vegeta-. Terco...- me dije a mí misma mientras la dejaba dentro de un canasto en el pasillo, para luego bajarla a la secadora. Volví a mi cuarto y cerré con seguro-... Vegeta...- dije pensando en voz alta en todo lo que había sucedido entre nosotros. Comencé a desvestirme dejando la ropa mojada en el suelo. Tenía mojada hasta mi ropa interior, lo cual fue sumamente incómodo de quitarme. Tomé mi bata y me adentré en el baño.

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"Debo dejar de pensar en Vegeta. No está bien todo esto, a demás... Me he besado con Yamcha, o mejor dicho él me beso, pero es igual...".

Me encontraba recostada en la bañera con burbujas mientras pensaba.

"... Yamcha también es amable conmigo, cuidadoso, respetuoso... Pero Vegeta es tan bipolar... Puede ser un imbécil grosero todo el tiempo pero luego se vuelve amable y... Sexy... ¡Basta Bulma! ¿Qué rayos estás pensando?...".

Sumergí mi cabeza hasta la mitad en el agua burbujeante, totalmente sonrojada.

"... Aunque no puedo negar que me gusta eso de él...".

Acaricié mi hombro y mi cuello recordando lo que había pasado en la fiesta.

"¡Basta! Eso lo hizo de cobarde, porque de seguro espera que yo vaya a rogarle por algo que él quiere conmigo, maldito enano orgulloso... En cambio Yamcha... Él al menos tuvo el valor de declararse ante mí de frente y... Me besó...".

Toqué mis labios sonriendo levemente.

"... Ay, Yam... Quién diría que me enamoraría así tan rápido de un chico tan lindo y guapo, y que éste me corresponda es tan lindo...".

Me levanté de la bañera y limpié mi cuerpo con la lluvia de la ducha. Salí de ella y me sequé con mi bata y un toallón que usé para mi cabello. Tomé mi teléfono, había estado quince minutos quieta en el agua tibia de mi bañera y ahora estaba más relajada.

-Ah... Se siente bien- dije entre suspiros al sentir el alivio en todo mi cuerpo. Quité la tapa de la bañera y comenzó a descargarse. Luego salí directamente a mi vestidor, necesitaba sentir mi hermosa ropa seca y suave en mi piel. Tomé un conjunto de ropa interior blanca y luego me puse un camisón blanco y mis pantuflas rosa y balncas.

Un nunca es algo que jamás aceptaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora