Capítulo 22: Buenos amigos.

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Bajé abajo y empezamos a cenar todos mientras le contábamos a Zayn el partido de esta tarde. Cuando acabamos de cenar nos pusimos una película. A todos nos faltaba por ver la última de Harry Potter, así que no dudamos ni un segundo. Niall y yo estábamos sentados en el suelo encima de una alfombra, rodeados de cojines y de palomitas y todo tipo de golosinas y chucherías. Los demás estaban acostados en los sofás también con palomitas.

Avisé a Edward de lo que estaba haciendo y de que llegaría algo tarde y no me puso ninguna pega.

Cuando acabó la película los chicos quisieron jugar a un juego de cartas y decidieron sacar unas botellas de vodka para darle chispa al juego. Sacaron una de vodka azul, otra de rojo y otra lila, ya que somos 7 y esas botellas no suelen ser muy fuertes, queríamos algo que nos diera diversión y no acabáramos tirados por los suelos.

Jugaríamos al mentiroso con unas barajas de naipes españoles que previamente me habían hecho traer. El juego consistía en ir tirando cartas boca abajo supuestamente de un mismo número, hasta que llegue el momento en el que alguien no se crea que hay tantas cartas con ese número y levante la última tirada del que ha tirado antes que él. La gracia era que el que perdiera tras levantar as cartas además de llevarse el montón de cartas formado bebería dos chupitos.

Empezamos.

Al cabo de un buen rato las botellas estaban casi vacías, y nosotros estábamos ciegos perdidos. Nos lo estábamos pasando muy bien, no parábamos de reír todo el rato. Liam se intentó levantar y de pleno se cayó en el sofá. Louis y yo, nos levantamos con dolor de barriga de tanto reír para ayudarlo, pero fue una mala idea. Nos caímos encima de Liam y seguimos todos riendo. Esto no hay quien lo pare.

Escuchamos la puerta abrirse y Harry entró con Mónica de la mano. Pero es que ya me daba igual todo, por lo menos borracha no me afectaba verlo con esa guarra.

- ¿Qué cojones pasa aquí? – Gritó él cabreado viendo el percal.

- ¡HARRY! – Gritamos todos a cambio con alegría a la vez.

- Son las 3 de la madrugada y estáis borrachos. – Se acercó a mí para levantarme del sofá y me cogí a su cuello. - ¿Qué haces con mi camiseta? – Dijo en voz baja. – Venga chicos, arriba, yo llevaré en coche a Ros, Mich y Ade.

- ¡No! Yo quiero seguir jugando un rato más… - Me quejé, no quería irme, en realidad quería dormir con él. – ¿Podemos dormir juntos? – Dije en su oído y su espalda se tensó bajo mis brazos.

- Ade, venga vamos, estás borracha, te llevaré a tu casa.

No sé cómo acabé en el coche de Harry. Mich y Rosie ya no estaban. Iba en el asiento del copiloto, se me estaba bajando el mareo, por lo menos ya podía mantener la mirada fija en un sitio y estar seria. Lo que no sé es si podré hablar, lo intentaré…

- Harry… - Solo una palabra, y no, no puedo aún. No pude pronunciar las erres y me salió algo raro en vez de su nombre, pero le hizo gracia y se puso a reír.

- Dime…

- ¿Tú me quieres…? – Le escuché reír de nuevo.

- ¿Vamos a preguntarnos eso cada vez que bebamos? 

- Puede… - Reí yo también. – A mí me gustas sabes… Creo que demasiado.

- ¿Y por qué no quieres salir conmigo?

- Porque no te quiero hacer daño… - Vamos a vomitar verdades de las que mañana problabemen… pobrablem… problable… joder, que mañana me arrepentiré, suspiré y seguí. – Me encantaría salir contigo, eres un chico genial, por algo eres mi amigo, tenemos infinitas cosas en común, pero vamos a ser realistas Harry… Yo en un mes y medio me piro… Vuelvo a mi casa, y a saber cuándo nos volvemos a ver, quizás nunca más.

Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora