Capítulo 1:Nada era como parecía

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Me levanté aturdida, menuda pesadilla. Había soñado que mis padres ayer me dijeron que nos mudábamos a un pueblo de Sevilla, no recordaba su nombre. Pero menos mal que fue un sueño, aquí lo tenía todo, mis amigos, mi familia… En cuanto me despeje un poco baje a desayunar, eran las 12:00, que pronto era para ser un domingo, no sé cómo pude levantarme. Pues bien, baje al comedor y ya estaba mi desayuno hecho, que raro, no me lo podía creer, estos querían algo, estaba segurísima.

-Mamá, ¿qué queréis?-Dije yo con un tono desafiante.

-Como ayer cuando te contamos la noticia te pusiste así de mal… Hemos pensado que a lo mejor te animábamos un poco.

-¿Qué noticia?- Empezaba a pensar que mi pesilla había sido real.

-Lo de que no nos íbamos a mudar.

-¿Entonces era verdad? Mamá, por favor no me hagas esto…- Pues si había sido verdad, ¿por qué todo a mí?, pensé. -Sí es verdad, sabes que no podemos a hacer nada, necesitamos el trabajo de tu padre. Allí ha encontrado un trabajo muy bien pagado, y a lo mejor te viene bien cambiar de aires.

-Y, ¿Cuándo nos vamos?- Dije con un tono muy bajo.

-Pasado mañana, a no ser que no te quieras despedir y nos marchamos mañana.

-Sí, mejor mañana no me gustan las despedidas- No sé cómo pude decir lo que dije, me había vuelto loca, pero sería lo mejor. Ya crearía un grupo de whatsapp para decírselo y no tener que llorar delante de ellos, mis amigos de siempre.

-¿Estás segura Eva?

-Sí, será mejor, me harían demasiadas preguntas que no tendrían respuesta.

-Está bien, pues ahí tienes unas cajas para empaquetar todo y preparar la maleta.

-Bien, pues voy a empezar ya, que tengo demasiadas cosas y ropa.

Desayuné súper rápido, cogí las cajas y subía a mi cuarto, hoy sería un día muy largo.

Ya en mi habitación empecé guardando todo lo de la estantería, tenía muchas cosas que ya no me servían y decidí que en los días que desempaquetara todo allí haría limpieza.

Eran ya las 13:45, por fin había acabado de recoger todo menos la ropa, eso ya lo haría después de comer, ya que iba a tardar mucho, pensé también en hacer limpieza de ropa, porque no me ponía casi nada.

Cogí el móvil, me puse a pensar y hice el grupo de wa. Nadie se lo podía creer, creo que yo aún no lo había asimilado del todo pero no podía hacer nada. Me preguntaron que cuando me iba y les dije que mañana por la mañana ya no iba al instituto, todos empezaron a preguntarme cosas que no tenían respuesta, así que les dije que tenía que irme, que ya hablarían y me salí del grupo para que no petaran.

Se me había pasado el tiempo volando y ya era hora de comer. Comí rápido y sin decir ni una palabra, estaba mal, muy mal. En cuanto acabé me fui a mi cuarto a echarme media hora la siesta y así descansar.

Me levanté a las 15:30 porque me llamaron al móvil, resultó ser una amiga que quería despedirse, yo la dije que no podía salir que me faltaba recoger todo el armario. Al final vino, y me ayudo a recogerla ropa mientras las dos estábamos llorando, pero esos llantos acabaron en risas. Terminamos de recoger a las 21:00, ella se tenía que ir a su casa, pero antes de irse nos hicimos unas cuantas fotos de este último día aquí en Guadalajara. En cuanto llegará al pueblo ese de Sevilla que no me acuerdo de cómo se llama las revelaría.

Cenamos tranquilos en silencio hasta que no pude más aguantar aquel silencio y salté:

-Papá, ¿en qué vas a trabajar ahora?

-Tengo una empresa de coches.

-¿Eres el jefe?

-Sí, desde hace mucho, pero como vivíamos aquí, puse uno que controlara todo allí y me iba contando, pero está muy grave en el hospital.

-¿Y desde cuando tienes la empresa, y por qué no me lo habías dicho?

-Desde que naciste.

-¿Cómo?

-Eva, esto nunca te lo hemos contando, pero creo que ya es hora- Interrumpió mi madre.

-No entiendo nada-Dije sorprendida.

-A ver Eva, antes de que nacieras vivíamos allí, tenía un buen trabajo y tu madre era peluquera, pero dos meses antes de tú nacer, tu abuela se puso mala y nos tuvimos que volver aquí para cuidarla. Naciste tú y aún tu abuela seguía mala. Mientras, yo encontré un pequeño trabajo, aunque seguía recibiendo el dinero que la empresa me daba. Estuvimos cuidando a tu abuela tres años más hasta que falleció, pero ya no nos podíamos ir, tú ya habías empezado el colegio y lo de la empresa estaba bien con el señor que puse de supervisor, hasta ayer, que me avisaron de que estaba en el hospital grave. Yo creo que ya eres mayor con 14 años y lo entenderás

-Me dijo mi padre. Me quede tan sorprendida que me levanté y me fui a dormir sin decir nada más.

Estuve un rato en mi habitación llorando y asimilando eso, nada era lo que parecía, hasta que me dije de que me iría a dormir  y que mañana sería otro día.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2014 ⏰

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