Me levanté con una sonrisa en la cara, esta noche Mino me pidió quedar otra vez en el mismo sitio y a la misma hora, hace una semana que nos hicimos novios oficiales y nuestros encuentros, afortunadamente, no cesaban, y lo mejor de todo, tampoco levantabamos sospechas.
Ya que era sábado, no tenía mucho que hacer, ninguno de mía amigos podía quedar. Pensé e hacerle un tipo de regalo para disculparme, aunque ellos me dijeron que no pasaba nada. Cuando la madre de Mino se enteró de lo nuestro, también prohibió que su hijo se juntara con Nam, Hoony y Yoon, eso hizo que me sintiese fatal y culpable. Aun así me contaron que Mino les seguía hablando.
Unas voces interrumpieron mis pensamiento, de nuevo eran mis padres. Cada vez iban a peor, a veces estaban dias enteros sin hablarse y solo se dirigían palabras para gritarse. Todo era monótono. Se peleaban nada más despertarse, mi padre se iba y mi madre lloraba, era rutina. Intentaba consolarla, pero era inútil, incluso le pedí que se divorciara de mi padre, pero se negaba. Odiaba verla así, y aunque le ofreciera abrazos e intentase consolarla, todo era en vano.
Salí de mi cuarto con paso sigiloso, aproximándome al salón, de donde provenían los llantos de mi madre. Me quedé unos minutos en el marco de la puerta, ella no se percató. Me dispuse a hacer lo de siempre, tomar asiento a su lado y rodearla con mis brazos, ella mostró su apoyo cuando "salí del armario", ahora yo ahora lo mismo con cualquier decisión que tomase.
—Mamá —llamé su atención, ella me miró con sus ojos rojos y lagrimosos—... Sabes que hagas lo que hagas, yo te apoyaré —sonreí—, si quieres divorciarte hazlo, es tonto seguir así —ella negó.
—Hijo, tú no lo entiendes, es muy complicado —tomó mis manos entre las suyas—. A pesar del daño que me hace, yo lo sigo amando, no puedo tirar todos estos años a la basura.
—Mamá, ¿te estas oyendo? —fruncí el ceño—. Hazlo por tu bien, no es sano que siempre estéis igual —ella bajó la cabeza—. Mamá, mírame —sus ojos volvieron a encontrarse con los míos—. Sabes que hagas lo que hagas, yo te apoyaré, en lo que sea siempre tendrás mi apoyo, sé que tomarás la decisión correcta.
—¿Sea lo que sea?¿No me cuestionarás? —preguntó débilmente.
—No, no lo haré.
—Gracias cariño —me devolvió una sonrisa reconfortante.
—¿Por qué no vamos a dar una vuelta por ahí? Hace días que no sales, eso no es bueno.
—Está bien —asintió.
Estaba feliz por tener devuelta a mi madre de siempre.
***
Todo estaba en silencio, debía de admitir que me daba un poco de miedo estar aquí solo, el pelinegro todavía no aparecía, me empezaba a preocupar que le pasase algo. Ojalá estuviera bien.
—¡Hyung! —me llamó a lo lejos una voz, mi cuerpo se alivió al saber quién era.
—¡Mino! —le saludé con una mano, vino corriendo hacia mí.
—Perdón por llegar tarde.
—No te preocupes —sonreí feliz, él depositó un pequeño beso en mi mejilla derecha.
No sabía que era lo que me ocurría cuando estaba junto a él, todos mis problemas se esfumaban con tan solo verle. Siempre me sacaba una sonrisa, y se preocupaba por mí, obviamente yo también por él. Nunca antes me había sentido así, podría vivir debajo de un puente y con Mino al lado, que seguía siendo el más feliz del Universo.
—¿Cómo están tus moratones?
—Hyung, ya los vistes ayer —sonrió picaramente—. ¿Qué es una excusa para que me levante la camiseta todas las noches? —mis mejillas estaban al rojo vivo.
—¡Q-Qué va! D-De verdad prometo que n-no lo hacía con esa intención —me defendí—. T-Tan solo me preocupa, tenían un aspecto muy malo cuando los ví por primera vez —confesé.
—Pues no debes, ya vistes ayer que estaban mucho mejor, y hoy igual —rió, en eso llevaba razón—. Hyung, eres la persona más linda del mundo.
Miré a mis pies avergonzado.
—Por cierto, mira lo que te compré —se metió la mano en el bolsillo y sacó un colgante con media cara de un panda al final de este.
—¡Mino, es hermoso! No tenías por qué comprarme nada —me ruboricé y lo tomé entre mis manos.
—Yo tengo la otra mitad —sacó de su otro bolsillo otro colgante igual que el mío.
Lo extendió, dando a entender que unieramos las mitades para completar al animal, cosa que hicimos una vez lo juntamos. Sonreí, estaba ilusionado por el regalo, miré a Mino, para ver si se sentía igual que yo, pero su expresión mostraba desconfianza.
—E-Eh... Mino... ¿P-Pasa algo? —pregunté confuso.
—No sé, tenía la sensación de que nos estaban observando —miró a los alrededores, y al no ver nada, se encogió de hombros—. Imaginaciones mías, supongo. Bueno, Hyung, ¿el lunes a la misma hora aquí? Mañana no puedo.
—Está bien —asentí.
—Hasta el lunes entonces, Hyung —me dio un pequeño beso y se marchó.
Un sonido de una bolsa siendo pisada hizo que me pusiera alerta, comprobé los alrededores, pero no ví nada, estaba demasiado oscuro. Mino y yo nunca volviamos juntos a casa, teníamos miedo de que por alguna razón nos pillara su madre o hermana.
Esperé un poco más, con la guardia en alto, otro crujido hizo que sobresaltase. Asustado, huí en dirección a mi bloque de pisos.
A lo mejor no era imaginación de Mino que había alguien más.
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Novios por un contrato [SongKim]
Fanfiction「 ¿Y si hacemos nosotros un contrato?... 」 ~ Una historia SongKim♡ ~ Espero que disfruten (♡˙³˙)★ × Historia 100% mia × × Actualizaciones lentas // † No adaptar la historia sin consentimiento † //