-Levi, sabias que se dice que una hechicera vive en la punta de una colina en la muralla Shina -
-Maldita cuatro ojos la magia no existe, ya cállate que nos delataras -estábamos ocultándonos de los perros del rey, todos buscábamos la manera de huir y también la manera de recuperar a Eren. La hermana del mocoso llorón, estaba algo insoportable ya que lo quería devuelta, cabalgábamos a las montañas más alejadas de Shina, para colmo, tenía una maldita bala en una de mis piernas gracias a una mocosa llorona. Cabalgamos pero una cosa extraña paso, frente a nosotros una persona encapuchada apareció de repente, frene mi caballo ya que yo iba al frente.
-¡Váyanse de aquí! -Una voz un poco imponente, se podía notar que era una mocosa que intentaba que su voz sonara gruesa.
-Hazte a un lado mocosa, no tenemos tu tiempo -me cabreaba que cosas como estas pasaran.
-Largo o me veré en la obligación de usar la fuerza -saque mi espada, pero la mocosa hermana de Eren se me adelanto, pensé que podría ganarle fácilmente pero me equivoque la mocosa termino en el suelo al parecer inmovilizada.
-Eres la hechicera de Ganles, debemos pasar ya que los de la policía militar nos están siguiendo, además de que tenemos heridos -la cuatro ojos hablo antes de que me bajara de mi caballo. La mocosa no se movió, pero apareció otra mocosa.
-Déjalos pasar Onee-chan - la mocosa suspiro y movió su mano frente a ella, vi un extraño resplandor en el aire y nos hizo una seña de que entráramos, todos lo hicimos pues a lo lejos se escuchaban las pisadas de los caballos, todos entramos una vez adentro la mocosa volvió a mover la mano, el mismo resplandor volvió aparecer frente a nosotros. Los caballos se pararon frente a nosotros y luego desaparecieron.
-Nos trasporte a un espacio fuera del de ellos, en pocas palabras pasaron entre nosotros, pero no nos pueden ver, síganme -las mocosa encapuchadas caminaron juntas frente a nosotros, mire a la cuatro ojos.
-Podemos verlas al menos para confiar en ustedes -rodé los ojos pero las mocosas de enfrente asintió solo una. Se descubrió y se me hizo raro ver a una rubia de ojos azules frente a mí, la otra mocosa no nos permitió verla, nos llevaron caminando hasta una cabaña en lo más profundo del bosque, todos bajamos de los caballos y entramos en silencio.
-Ailanee-chan, _____nee-chan -un mocoso de unos 8 años aproximadamente le llamo a las mocosas, detrás de él vinieron más niños de distintos tamaños.
-¿Quiénes son ellos _____nee-chan? -
-Ellos son de la Legión de reconocimiento, vamos a darles algo de cenar -la mocosa aun con la capucha se fue con varios niños a otra parte de la cabaña.
-Me llamo Aila de Ganles es un placer conocerlos -la mocosa que se quedó con nosotros se presentó adecuadamente, también nos invitó a sentarnos.
-¿De dónde son todos esos niños? -La cuatro ojos siempre de entrometida se apresuró a preguntarles, la mocosa sonrió un poco antes de responder.
-Todos son huérfanos de la ciudad subterránea, mi hermana _______ los saco de ahí, los hemos cuidado desde entonces, cada semana ella va y busca niños así, para mantenernos tenemos una granja detrás, también tenemos cultivos, nosotras les enseñamos a leer y escribir así como a trabajar la tierra -me sorprendió lo que las mocosas estas hacían, si bien era bueno me dio un poco de envidia saber que ellos tuvieron más suerte que yo.
-La cena esta lista -la mocosa aun encapuchada nos guio a la mesa seguida de la rubia. En la mesa ya se encontraban los platos llenos de comida, para nosotros y para los niños.
-Después de la cena curare sus heridas -esa maldita mocosa nunca se quitó la capucha y nadie intento decirle que lo hiciera, me causaba curiosidad saber cómo era la hechicera de Ganles. Ya por la noche las mocosas nos llevaron a varias habitaciones, algunos niños compartieron cama para dejarnos una a nosotros.