Todos siempre en la vida deseamos tener ese amor que nos consienta en todo, que salgan juntos, que compartan obsequios mutuamente, pero ¿eso realmente es el valor de la felicidad?
Sin darnos cuenta dentro de una relación nuestro único pensamiento casi siempre es el quedar bien con tu pareja, dar algo que la haga “Sentir bien”, pero, nunca sabemos si realmente es así porque con el simple hecho de dar algo nos sentimos satisfechos. Pero si nos ponemos a pensar fríamente, donde esta eso que realmente nos hace feliz, el amor, el cariño, lo sentimental, etc.… Hoy en día las relaciones son así, creemos que con algo físico nos sentiremos bien, completos, pero se están olvidando de entregarse en el aspecto sentimental, ya muchas personas no demuestran su amor con hechos, lamentablemente ya todo se mide a partir de simples palabras o peor aún, con un mensaje de texto.
A veces me pongo a pensar ¿cómo sería el mundo si se quisiera a las personas como hace 50 años? Me vienen muchas ideas a la mente de como seria esta sociedad de hoy en día si todo volviese a ser como en aquellos tiempos, donde para conquistar a una persona no había mejor manera de hacerla que con hechos, el regalo material con mas valor siempre seria una simple rosa, o mejor aún, una carta expresando miles de sentimientos hacia la persona que te corresponde.
En lo personal esa forma de querer siempre será la que mejor se va a valorar, si tienes a una persona que en realidad sepa hacerlo. Cuando quieres de una manera tan pura a una persona se ve reflejado en todos los sentidos, no hay discusiones frecuentes, la mayor parte del tiempo están de acuerdo en todo, viven de una manera tan alegre que la vida la ven de otra forma, se puede decir que realmente solo se necesitan el uno al otro para estar bien, tu estado de animo siempre esta a tope, eh ahí una manera muy bonita de vivir el amor, teniendo una confianza mutua y siempre entregando el cien por ciento de ti hacia tu ser amado.
Esta es la historia remonta a los años 60’s con dos jóvenes que desde pequeños decidieron pasar sus días juntos, no necesariamente en forma de noviazgo, ellos veían la vida tan bien juntos que no era necesario ser algo mas para ser felices, salían, viajaban por toda la ciudad, entre muchas tantas cosas.
El nombre de el era Sebastián, el era un joven con muchos valores, una persona que realmente vivía una vida sana, no le gustaba tomar, fumar, salir a fiestas, era el hijo ejemplar que cualquier familia decidiría tener entre sus filas, siempre fue muy respetuoso con las personas y aun mas con las mujeres, nunca ocasionaba problemas y rara vez se le veía molesto por alguna situación ajena a él.
Por otra parte Julieta (Jul, como solía llamarla Sebastian) fue una persona que a su corta edad llevaba muchos problemas de salud que incluso pudo haberle quitado todo de un instante a otro, pero fuera de todos sus problemas, ella siempre fue una persona noble, que a pesar de llevar una vida en clase media no se quejaba de ello, ella era feliz con el simple hecho de vivir.
Corría el otoño del año 1948, era un 16 de noviembre para ser exactos. Ahí estaban ellos jugando como cualquier otro niño inocente en los juegos de un parque dentro de su colonia sin saber que ese día podía marcar el resto de sus días estando juntos. La amistad entre ellos comenzó con la curiosidad de Jul al querer saber de que sabor era el helado de Sebastian a lo que ese pequeño con gran intriga le respondió:
- Es de nuez ¿quieres un poco?
A lo que Jul dijo que si sin pensarlo dos veces, comenzaron a platicar un tiempo considerable y coincidieron en muchas cosas los dos, entre ellas su edad y mes de cumpleaños, los dos tenían 6 años y habían nacido en Septiembre los dos, lo único que no coincidía era su dia Jul era del 10 y Sebastian del 21 de dicho mes, pero el simple hecho de coincidir en edad y mes los hacia sentirse con una conexión especial y fua ahí cuando decidieron comenzar su amistad, una amistad a la que ellos llamaban “FirstFriend” la cual sería una unión que al menos en un largo tiempo no podría ser separada. Al terminar el dia y después de una larga charla entre ellos quienes eran apenas unos niños, prometieron una cosa, que cada dos días iban a visitar ese mismo parque para platicar sobre como estuvieron sus días mientras no se veían ya que en ese mismo momento entablaron una confianza única y especial.
Pasaban los días y ellos seguían viéndose, tenían ya una rutina echa para llevarla a cabo cada ocasión, llegaban, jugaban un poco y en cuanto el sol se comenzaba a ocultar se tiraban al césped y comenzaban a platicar sobre su día a día.
Llego el primer cumpleaños era el festejo de Jul, sus padres a petición de Jul le hicieron una pequeña reunión de amigos algo que a Jul no le importo mucho quienes llegarán, ella solamente espero la llegada de Sebastián, ahí estaba el, un niño de tez blanca cabello castaño y unos ojos marrones. Jul, al ver llegar a su mejor amigo corrió a abrazarlo en ese instante agradeció su presencia y posteriormente comenzaron a jugar y platicar sobre ellos mismos.
21 de septiembre del 1964, el cumpleaños número 16 de Sebastián, de igual manera, Sebastián organizó una reunión entre sus amigos pero en esta ocasión era algo un poco mas organizado y con mayor presupuesto hacia los puntos de diversión de los niños, todo lo que pidió para su fiesta siempre fue pensando en que le agradaría hacer estando con Jul. Llego la hora del festejo y ella no llegaba, así paso el tiempo y Jul no se presentó al cumpleaños de su mejor amigo Sebastián, eso lo destrozó por dentro, y dentro de su inocencia el pensó que podría haber una algo razonable sobre lo sucedido, no le dio más vueltas y siguió con su día, era su cumpleaños no podría estar decaído por un tema a parte, aun que por dentro hacia falta la presencia de Jul, el continuo su día.
23 de septiembre, justamente dos días después del festejo de Sebastián el acudió a el parque de siempre a la hora de siempre, pero… Jul no estaba ahí, pensó -Tal vez solo se retardo un poco- pero así fue cayendo la noche y ella no apareció, comenzó a hacer cuestionamientos en su mente no sabía que había pasado, no hallaba una explicación al respecto para saber ¿por que Jul no fue a su cumpleaños? o ¿Por qué Jul no llego al parque?. Acabó el día y su madre lo llamo para ir casa, en el recorrido Sebastián le pregunta a su mamá si podía llevarla a ver a Jul, ya que tenía tiempo sin verla y sentía que algo no estaba bien, a lo que su mamá acepto y le propuso hacer la visita al día siguiente.
Llego el momento de salir de clases y Sebastián trato de llegar lo más rápido a su casa para llevar a cabo la visita a Jul, rápido fue a alistarse y en un segundo llamo a su madre – ¡MAMA QUE YA ES HORA! – La madre de Sebastián bajo en un instante y pregunto que, si ya estaba listo, a lo que Sebastián solo asistió con entusiasmo su cabeza.
Llegaron a casa de Jul y el primero en tocar el timbre fue Sebastián, a lo que posteriormente saldría la madre de Jul cabeza abajo y una mirada triste y con voz tímida dijo – Hola Sebas ¿puedo ayudarte en algo? – a lo que el niño respondió – Hola señora quería saber si estaba Jul en casa, tengo días tratando de verla y ella nunca llegó al parque ayer – Claro (argumento la madre de Jul) pasa, pero espera un poco en la sala que necesito hablar con tu madre – Sebastián ingreso a casa de su mejor amiga y solamente espero a que su madre hablara con la mamá de Jul a solas.
- Señora no sé cómo decírselo al niño, es tan pequeño que no me imaginaria verlo sufrir ahora mismo que es difícil la situación.
- ¿Que pasa con Jul? (Cuestiono con asombro la madre de Sebastián)
- Un día después de su cumpleaños Jul sentía mareos y se notaba muy débil, y por precaución la llevamos al médico, y justamente ahí nos llevamos una gran sorpresa (con lágrimas en los ojos y una voz totalmente rota, dijo), Jul… tiene Leucemia…
La madre de Sebastián con la noticia quedó sorprendida, se preguntaba, como es posible que una persona tan pequeña sufriera esa enfermedad teniendo un mundo por vivir y descubrir.
- Cuánto lo lamento (con ojos brillosos y voz a punto de quiebre) entiendo lo duro que fue recibir esa noticia siendo ella muy joven, ella debe estar destrozada por dentro
- Así es, por desgracia ella lo tomo muy mal, no quiere ni siquiera comer, intentamos llevarla al festejo de su hijo, pero ella dijo que no quería decírselo, hasta que se curará.
Sebastián impaciente busco a su madre e insistía que quería ver a Jul, la mama de Jul, no pudo contenerse y aún con su dolor le dijo al pequeño que pasará con ella, que lo iba a llevar a verla. Llegaron a la habitación y ahí estaba ella acostada en su cama y con una mirada pérdida hacia el techo, Sebastián entro corriendo y cuestionó a su mejor amiga él porque no quería verlo, Jul, con sus ojos llenos de lágrimas le dijo, Sebastián, estoy enferma y creo que moriré pronto. Sebastián con cara de asombro total y con su inocencia dijo: ¿Que? Pero si tú prometiste que íbamos a ser mejores amigos por siempre, no entiendo que pasa ¿es tan grave tu enfermedad? Jul, solo lo miro fríamente y le pidió que la abrazara, pero que era la última vez que lo quería ver mientras ella estuviese así.
Llego el momento de irse y con lágrimas en los ojos Sebastián le dijo a Jul
- Pase lo que pase, tu siempre vas a ser mi mejor amiga, te quiero Jul.
Jul, tratando de aguantar su llanto solo asintió la cabeza y volteo su cuerpo hacia el otro lado de la habitación desahogando así todo el llanto que aguanto para no ver a su mejor amigo igual de triste que ella lo estaba por dentro.
Rumbo a casa Sebastián no dijo ninguna palabra el solo seguía pensando en porque su mejor amiga tenía que irse y comenzó a pensar cómo sería su vida sin que Jul estuviera junto a él. Llegando a su hogar solo recibió las buenas noches de su madre y posteriormente subió a su habitación, volvió a cuestionarse ¿Por qué ella? ¿Por qué la persona que hacía mis días más felices? En su cabeza solo estaba el ¿por qué? De toda esa situación.
Pasaron los días y al llegar a casa después de la escuela Sebastián recibió una carta de manos de su madre. La carta en su parte de enfrente tenía escrito Para: Mi mejor amigo De: Jul. Corrió rápidamente a su habitación y abrió el sobre de la carta y comenzó a leer:
“Hola Sebas, soy yo, tu mejor amiga Jul, sé que es probable que te sientas triste por la enfermedad que tengo y que posiblemente tú y yo no podríamos vernos de nuevo, pero quería decirte que pese a toda esta situación y lo triste que es vivir con el tratamiento de mi enfermedad lo único que me hace feliz en mis días es recordarte, cada día lo hago, cuando estoy muy triste pienso en ti y en todos los momentos que pasamos juntos eso me hace muy feliz y me da las fuerzas de seguir luchando en esta batalla.
Pero bueno, solo quería decirte que todo va estar bien, que cada momento que pase yo seguiré pensando en ti, porque eres el amigo que siempre quise tener y que sin buscar llegó a mi vida en el momento preciso, gracias por esas tardes en el parque que siempre pasamos, recordaré cada día que pasamos juntos en ese lugar, todos los días e estado comiendo helado de nuez ¿lo recuerdas? Lo nombramos nuestro helado favorito desde el primer día que nos conocimos, eso también hace sentirme bien, porque de igual manera me recuerda a ti.
Mis padres decidieron que nos cambiaríamos de casa para no estar cerca de la ciudad, dicen que el campo me hará mejor, que por cierto yo no estuve de acuerdo, pero, en fin, ellos solo quieren que yo esté bien ante todo lo demás.
Seguiré luchando en esta batalla, me dijo el doctor que si luchaba mucho podría curarme, pero… sabes… yo no creo que sea así, creo que solo me lo dice para darme más ánimos, aun así, yo seguiré con mi tratamiento porque quiero tener una vida normal de nuevo, quiero volver al parque junto a mí mejor amigo Sebastián.
Estaré escribiendo cartas para ti cada mes, así que espero las leas y las conserves, te contaré cómo estoy y como e avanzado en mi tratamiento.
Con mucho cariño, Julieta (Tu mejor amiga).”
Sebastián rompió en llanto al terminar de leer la carta que había hecho su amiga para el, corrió con su madre y le pidió que lo llevará rápido a casa de Julieta, a lo que su madre acepta y lo llevo para despedirse, pero era muy tarde, la casa ya estaba deshabitada y por más que toco el timbre nadie salió a la puerta, comenzó a llorar abrazando a su madre que con pocas palabras trato de tranquilizarlo y llevarlo a casa.
Pasaron semanas y la segunda carta de Julieta llego, esta vez era un poco más breve y solo le contó sobre cómo había estado este último mes, pero al parecer todo seguía igual, ella moría, pero su esperanza de vida la mantenía intacta, siempre tuvo su optimismo alto para que su mejor amigo también estuviese bien.
Pasaban los meses y sin fallar las cartas de Jul siempre estaban ahí en la correspondencia de Sebastián, era cada 25 de cada mes cuando llegaban a su casa cada una de ellas, así que Sebastián cada 25 ya estaba preparado para recibir las cartas de Jul, o al menos así fue durante 10 meses.
A 11 meses de la partida de Jul, Sebastian esperaba con ansias la carta del onceavo mes, pero por desgracia esta no llego. Es ahí cuando el comenzó a imaginarse lo peor y por poco concluyo con que su mejor amiga tal vez estaba en un lugar mejor.
- ¿Que habrá pasado con Jul? Ella no había fallado desde que se marcho de la ciudad, ¡POR DIOS! Necesito saber que esta pasando… ¡MAMA!
- ¿Que pasa hijo? ¿Porque gritas tan fuerte?
-No e recibido la carta de Jul aun, y necesito saber qué pasa con ella
-Hijo… Los padres de Jul me pidieron que al momento que dejes de recibir las cartas que Jul estaba escribiendo para ti, te diera esto (de un cajón saca un papel arrugado) Toma, es una dirección, a pesar de toda esta situación sus padres sienten que ante esta situación hubiese sido bueno que te despidieras de ella cuando termine de sufrir.
- Pero ¡qué dices! ¡¿Siempre supiste donde estaba ella?! Si tu bien sabes que no fue decisión mía dejar de vera, ¡POR DIOS MAMA! Todo este tiempo pude estar junto a ella y ¿prefirieron ocultarlo hasta este punto? La verdad no entiendo a qué beneficio hacen esto.
-Hijo, entiende que lo que ella necesitaba era tranquilidad y aislarse de todo el mundo, tu sabes como puede llegar a ser su enfermedad y no es nada fácil vivir con ello, solo se lastimarían cada día más al verla partir.
Con lagrimas en los ojos y un mundo de conclusiones en su cabeza, subió a su habitación y comenzó a escribir una carta que al terminar de redactar sello en un sobre que en la parte de en frente decía: De: Sebastian Para: Mi mejor amiga. Dio la madrugada y después de tener la carta durante algunas horas en sus manos, decidió guardarla en un pequeño cofre de madera donde apenas y cavia aquella carta, tomo un pequeño candado y la cerro.
Pasaron los días y justamente un 9 de septiembre sintió que por fin estaba preparado para asimilar toda la realidad y decidió emprender el viaje para despedirse de aquella mujer que siempre estuvo ante todas las circunstancias con el por 10 años seguidos.
Arribo al lugar donde venia escrita la dirección del aquel papel que su madre le entrego, se veía a lo lejos una casa en medio del campo, y afuera de esa casa se encontraba la madre de Jul fumándose un cigarrillo.
Al ver a Sebastian, la madre de Jul con cara de sorprendida de su llegada salió apurada a recibir a quien era una persona incondicional en sus vidas desde muy pequeños.
-Hola señora, en serio lamento mucho lo que pasó con Jul y la entiendo perfectamente, creo que estoy sintiendo tal cual lo que ustedes sienten al saber que a la única persona que mas aman en esta vida no estará más en nuestro día a día…
-Pero Sebastian… ella aun vive, pero esta en el hospital en muy mal estado, necesitaba un trasplante de medula ósea pero por desgracia no encontramos a nadie que fuese compatible o mas bien que decidiera hacer el trasplante, lamentablemente estamos en una lista de espera muy alta y tendría que pasar mucho tiempo para que ella pueda recibir un donador.
-¡YO LO HAGO!
-Entiendo tu entusiasmo para ayudar a mi hija, pero antes tenemos que hacer pruebas para ver si todo es compatible para esta transfusión.
-No importa, yo estoy dispuesto a hacerlo bajo a cualquier costo, ella tiene que vivir, no pienso dejarla sola esta vez.
-Esta bien, pero tienes que descansar por hoy, tal vez sea mañana mismo cuando vayamos a verificar todo y si dios quiere, salvar a mi hija.
-Claro señora, estoy seguro de que todo saldrá perfecto y ella seguirá con nosotros muchos años más.
Llego el amanecer del día siguiente y a primera hora el primero en despertar fue Sebastian, estaba impaciente de ayudar a su mejor amiga, así que posteriormente el y la mama de Jul se dieron camino a el hospital donde se encontraba el padre de Jul y ella también, durante el camino Sebastian fue dando alguna información sobre su tipo de sangre y algunas otras cosas para facilitar la prueba de compatibilidad de su medula ósea. Llegaron y directamente pasaron a hacer los estudios de compatibilidad y al terminar de hacerlos optaron por ir a comer algo en lo que los resultados se daban.
Llegaron de nuevo al hospital y con un gran abrazo el padre de Jul recibió a Sebastian y con voz cortada le dijo al oído:
-¡Tu medula ósea es compatible con la de mi hija!
Sebastian con mirada perdida y ojos cristalinos lo apretó fuertemente y comenzó a llorar de felicidad al igual que el padre de Jul.
Llego el momento, con Jul inconsciente y Sebastian acostado en el quirófano listo para la transfusión se dieron a la tarea de llevar a cabo la operación para salvar la vida de Jul. Fueron horas muy largas para los padres de Julieta, pero eso no importaba para ellos, solo querían recibir la noticia de que la operación había salido exitosa.
Y así fue, la operación fue un éxito y al terminar llevaron a Jul a su habitación a reposar y el diagnostico de los doctores salió a la luz.
-Fue todo un éxito señores, su hija esta libre de esa maligna enfermedad, ella esta lista para vivir toda una vida junto a ustedes sin ningún problema.
Los padres de Julieta agradecieron inmensamente e insistieron verla inmediatamente, querían ver a su hija en este segundo aire de vida.
- Lo siento señora (argumento el doctor) pero por el momento su hija necesita estar en reposo absoluto algunas horas, tal vez mas tarde pueda estar lista para verlos.
Horas después entre los pasillos observan acercarse a Sebastian y entre miles de emociones los padres de Julieta lo abrazaron como si tuvieran años de no verlo.
- Lo lograste Sebastian, lograste salvar a Jul, ella esta bien y ahora podrán estar juntos por mucho tiempo
Sebastian no asimilaba lo que los padres de Julieta le decían, el estaba a con emociones a tope y no sabia como expresar tanta felicidad acumulada. Un poco adolorido, pero con una fuerza de voluntad mayor a cualquier dolor Sebastian estaba junto a los familiares de Jul impaciente de ver a su mejor amiga después de 1 año sin verla.
- Familiares de Julieta (era una enfermera con las noticias sobre Jul) ella ahora está estable y lista para recibirlos, pueden pasar.
- Ve con ella Sebastian, estará feliz de saber lo que hiciste por ella
- ¡Por supuesto!
- Acompáñeme joven es por aquí
Ahí estaba ella a través del espejo, ella permanecía dormida aun y Sebastian espero un momento afuera para mirarla fijamente y liberar toda esa tristeza que llego a sentir por un momento. La enfermera entro y despertó a Julieta avisándole que tenía visita.
-Hola Julieta, feliz cumpleaños.
El día de la operación había coincidido con el cumpleaños de Julieta, era un 10 de septiembre cuando se logró hacer la transfusión de medula. Con una sonrisa y lagrimas en los ojos y con voz cansada Julieta dijo:
- ¿Fuiste tu?
- Así es Jul, quien diría que después de todo al final si tendríamos todo en común, hasta la medula ósea
(con apenas una sonrisa de gracia ella contesto)
- Pues que buen regalo de cumple años tuve en ese caso.
Ellos se fundieron en un abrazo que duro algunos minutos y entre palabras al oído destaco una promesa: “Nunca mas nos separaremos ante cualquier circunstancia”
Llego la hora de darle la alta médica a Jul que junto a sus padres y Sebastian se pusieron en camino hacia su hogar, al llegar a casa los padres de Jul dieron la noticia que iban a regresar a su antiguo hogar, Jul y Sebastian se miraron fijamente con una gran sonrisa en su rostro comenzaron a gritar de la emoción.
Una semana después Sebastian y Jul regresaron a su ciudad natal, el lugar donde todo comenzó, donde esta bonita amistad comenzó a formarse, durante el camino y casi para llegar a sus hogares decidieron bajarse en aquel parque que siempre fue su punto de reunión, al llegar fueron por ese helado que solían comer juntos al final de cada día en el parque.
Comenzaron a platicar sobre toda la falta que se hicieron que un papel no llenaba el vacío que le hacia sentir a Sebastian al no tener a su mejor amiga a su lado aun sabiendo lo difícil que estaba la situación.
-Te extrañé mucho (dijo Sebastian a Jul con timidez) por favor no vuelvas a alejarte de mi que realmente me di cuenta de que tu amistad es vital para estar con mis emociones estables, había tantas cosas que contarte que ni siquiera podía decirles a mis padres, porque a pesar de que somos muy unidos mi confianza era totalmente para ti.
- Sabes, no había día que no deseara terminar de morir en esos momentos, el saber que no estabas conmigo como antes me hacia sentir mal, con el tiempo el simple echo de recordarte ya no me fue suficiente, mis padres se separaron entre todo este duro año, el no pudo aguantar verme mas en esa cama tirada y moribunda. A partir de ese día no había mañana que no me arrepintiera de haber despertado de nuevo, solo una vez al mes me sentía tranquila y era cuando te escribía cada carta y era ahí cuando sabía que realmente te amaba, Sebastian, ahora eres el único cariño sincero que tengo conmigo.
-No sabia lo de tus padres, cuanto lo lamento. Debo confesar que cuando no recibí tu última carta pensé lo peor y creo que no fue un buen detalle dejar que pudiera verte hasta que estuvieses en tu ultimo suspiro o peor, que ya no estuvieses aquí.
-Si, pero en parte así también lo decidí yo, no quería que me vieras sufrir, no quería que me vieras tan mal tirada en una cama, ibas a perder un año muy valioso de tu vida.
-Jul, no hay nada mas valioso que tu amistad.
-Lo lamento.
-No te preocupes, por cierto, debo confesarte algo. En este tiempo conocí a una chica, y llevamos 5 meses juntos, se llama Helen, por un momento creí que estando con ella me podía olvidar un poco de lo malo y pensé que podía estar agusto con alguien después de tanto tiempo, pero, no fue así, solo los primeros meses me sentía lleno de amor, pero aún me faltaba algo, bueno, más bien alguien y ese alguien eras tu.
-Vaya, eso no lo veía venir, pero te felicito, por fin alguien logro ablandar a ese corazón de piedra (con risas de ambos y un pequeño empujón de Jul hacia Sebastian)
-Tu fuiste la primera en ablandarlo y lo sabes.
-Lo sé, yo tendré que esperar un poco para pensar en buscar a alguien, el cabello no crece de un día para otro recuerda
-Con o sin cabello tu eres hermosa.
- ¿Ah sí? Creo que alguien está hablando por compromiso
-Lo digo en serio Jul, nunca supiste aceptar que eras bella, siempre lo negabas cuando te lo decía ¿Recuerdas?
-Como olvidarlo, pero bueno, espero pronto conocer a Helen, debo felicitarla, ¡por atreverse a salir contigo!
-No es para tanto jaja
10 años después.
Habían pasado 10 años desde aquella operación y Jul y Sebastian seguían juntos en esa amistad que habían entablado hace mas de 20 años atrás.
Corría la primavera en la década de los 70’s cuando al llegar al parque Sebastian le pide a Jul que cierre los ojos por un momento. Ahí estaba Sebastian junto a Helen, sosteniendo un cartel que decía “Felicidades ¡vas a ser tía!” al abrir los ojos y ver dicha sorpresa, corrió entusiasmada a abrazar a Sebastian y a Helen ya que con el tiempo supieron llevarse bien entre ambas mujeres.
- ¡Muchas felicidades Sebastian, no sabes lo feliz que me siento de recibir esta noticia!
-Gracias Jul, estuvimos planeando esto hace unos meses y se dio el día de dar la noticia ¡Voy a ser papa Jul! No sabes lo entusiasmado que estoy.
-Wow, en serio que no me esperaba esto, pero en hora buena, sé que serán excelentes padres.
-No te salvas, tú serás la madrina, así que te tienes que ir consiguiendo un hombre que te haga compañía y sean padrinos juntos
-No tengo prisa con ese tema no te preocupes (entre risas) ¿y ya tienen pensado un nombre para él bebe?
-Claro, si es niña llevara tu nombre, si es niño se llamará Saul.
- ¿¡EN SERIO!? Entonces deseo con todo mi corazón que sea niña
-Esperemos y así sea también nosotros.
Pasaban los meses y el día de dar a luz llego, llego al mundo la pequeña Julieta, fue mujer como lo querían tanto los padres y madrina de la pequeña.
Entre un mar de felicidad y emociones encontradas Helen tenia que quedarse en reposo algunos días así que Jul y Sebastian aprovecharon para salir juntos a dar un paseo por la ciudad e ir a comer en algún lugar.
-Vaya que tienes suerte, quien diría que seria niña al final de cuentas tu hija.
-Si la verdad es que estoy agradecido por que así fue, deseaba tanto que llevara tu nombre, por todo lo que significas para mí.
-En serio te agradezco que así fuera
Se dieron un abrazo y el día termino en aquella cena que habían planeado.
Siguieron pasando los años y todo marchaba tan bien, que al menos más de uno pensaría que la historia terminaba con una familia feliz, pero la vida da mil vueltas.
Corría la década de los 90’s y a la puerta de la casa de Jul llega Sebastian con lagrimas en los ojos y la ya joven Julieta atrás de él (cuestiona) – ¿Podemos pasar? – Claro, respondió Jul algo confundida.
-Pasa, pero dime que pasa ya
-Querida, puedes ir a la recamara de tu día Jul por favor (le pidió Sebastian a su hija Julieta)
-Ahora si me puedes decir que pasa
-Nos divorciamos Jul, ella me engaño y la descubrí el día de ayer, pero apenas hoy por la mañana se lo cuestioné, solo quería ver si me tenia la confianza suficiente para decírmelo.
-Cuanto lo siento en verdad Sebas, no sé qué decir…
-No se que hacer, no se como lo vaya a tomar mi hija, no merece llevar una vida así.
- Creme que no es nada fácil, bien sabes que yo pase por eso y puede ser que no lo tome muy bien, pero mírate, tiene un padre excelente, lleno de valores y con una vida llena de éxitos en su vida
- ¿Podemos quedarnos algunos días contigo?
-Claro, no necesitas preguntar, quédate el tiempo que sea necesario
Semanas después Sebastian se despide de Jul para irse a trabajar y llevar a su hija a la universidad, lamentablemente ninguno de ellos sabia lo que iba a suceder en ese trágico día.
Al regresar de su trabajo, Sebastian venia muy cansado, tuvo un día pesado y solo quería llegar a su casa a dormir, en el transcurso del camino no vio el semáforo en rojo y se impactó contra otro automóvil en un cruce de avenida.
Llegaron las ambulancias y se llevaron inmediatamente a Sebastian a urgencias, el estaba muy delicado de salud y en su delirio rumbo al hospital solo pudo decir “Llamen a Jul”
Suena el teléfono en la casa de Jul y al responder escucha a la recepcionista del hospital darle la triste noticia sobre lo que había sucedido, de su mano cayo su teléfono y su mirada quedo perdida con lágrimas cayendo por sus mejillas. Jul llamo a la hija de Sebastian desesperadamente y le pidió que la llevara al hospital para ir a ver su padre que estaba en estado crítico.
Las mujeres llegaron al hospital y rápidamente la enfermera pidió que pasara con ella, porque la situación estaba en estado critico y Sebastian no iba a poder continuar luchando por su vida.
- ¡POR DIOS SEBASTIAN QUE PASO!
- Ju… Jul, quiero que me escuches bien, pase lo que pase esta noche, quiero que tomes esta llave y abras la pequeña caja de madera que está en el cuarto donde duermo, no preguntes nada, solo léela.
- Vas a estar bien ¿ok? Mírame… MIRAME Sebastian
- Jul, tu y yo sabemos que no estaré bien, quiero que cuides bien de mi hija, tu eres la única que podría cumplir como una madre para ella, te amo Jul, dile que también la amo a ella con todo mi ser. Siempre serás mi mejor amiga, Te amo.
Al instante Sebastian dejo caer su cabeza sobre los brazos de Jul y perdió el conocimiento, Jul, por mas que intento llamar desesperadamente a los médicos, pero… era demasiado tarde, en ese momento Sebastian había fallecido a sus 50 años a causa del fuerte impacto y ya nada se podía hacer para hacerlo volver a la vida.
Fueron semanas difíciles para Jul y la hija de Sebastian, pero justo el día del cumpleaños de Sebastian Jul decidió ir por la caja que le menciono Sebastián, abrió el pequeño cofre de madera y saco la carta que algún día Sebastian había escrito para ella, en la carta redactaba lo siguiente:
“Hola Jul, creo que no llegara el día en que puedas leer esta carta, o tal vez sí, pero me mata la idea de saber si sigues bien o si ya te perdí, sabes, al pensar que escribirte, decidí que esta carta te la iba a dar si alguno de los dos estaba perdiendo la batalla contra la vida, para ser sincero espero que esta carta no te la de yo a ti, preferiría que la leas tu si en algún momento me voy porque no seria tan fuerte como para verte en mal estado.
Quiero que tengas claro que te amo con cada parte de mi ser, eres la persona que mas quiero en esta vida, siempre estuviste para mi y ten por seguro que yo siempre estaré para ti, este o no en esta vida, yo te estaré protegiendo, nunca dejare de cuidarte, mientras sigas pensando en mí, mi amor seguirá ahí, siempre fuiste la persona mas sincera y fiel que puede haber en el mundo.
Sabes, si algún día llego a hacer una familia, me gustaría que mi primer hijo tuviese tu nombre, y si el primero no es una mujer, seguiré intentando hasta que llegue a nuestras vidas la pequeña Julieta, porque te lo mereces, te mereces eso y más, si llega primero ella, no deseare tener algún otro más, con Julieta siento que estaré más que satisfecho y quiero que ella viva todo de la manera mas feliz posible, quiero darle todo lo que por desgracia tu no pudiste tener, quiero que sea el reflejo de lo que pudieras haber sido si no te hubiera tocado una vida tan dura como la tuya, quiero que veas en ella el reflejo de lo que realmente aun puedes ser y en dado caso de que no llegues a verlo así, quiero que al menos sepas que en ella siempre veré tu ser reflejado en esa pequeña.
Te extraño mucho en este momento, no quiero ni imaginar que pasara cuando vaya a buscarte a tu nuevo hogar, espero todo este bien y que mis suposiciones solo queden en eso, en pensamientos de desesperación, porque si tu me faltas, no se como viviré mi vida sin ti hoy en día eres todo para mí, eres como una hermana para mí, siempre estuviste en los peores momentos conmigo y yo me siento culpable no poder estar contigo, creo que nunca te llegue a demostrar todo el amor que sentía hacia ti, pero… ahora que lo pienso así me arrepiento de no haberlo hecho a pesar de que siempre supiste que te quería con mi vida entera, creo que siempre pude dar mas y más hacia ti y sin saber, tal vez la pequeña Julieta pudo haber sido hija nuestra, creo que eso hubiese sido mi felicidad total, sinceramente si yo me hubiese imaginado un futuro contigo, hubiese sido el mejor de todos. Pero siempre nos vimos y tratamos como mejores amigos y hasta la fecha estoy satisfecho con eso, no sé si después nos arrepintamos de eso, pero por el momento creo que son circunstancias que van dando la vida.
No me gustan las despedidas, pero, en un momento tenia que hacerlo, ten por seguro que TE AMO inmensamente, que eres todo para mí, que si regresara el tiempo a cuando nos conocíamos volvería a vivir ese momento 50 veces más.
Siempre recuerda que estaré para ti SIN CONTAR LOS AÑOS lo estaré sin interrupciones y sin juzgarte.
Atentamente: Tu mejor amigo Sebastian.
-También te amo sin contar los años querido, siempre te amare.
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Sin Cuenta Años
Teen FictionEsta es la historia de Julieta y Sebastian un par de mejores amigos que viven situaciones muy difíciles al pasar los años pero a pesar de eso su amistad es intacta prometieron estar juntos sin contar los años.