Los Eternos || Spideypool

|Capítulo Único|

Un diluvio que anunciaba el inicio del invierno, proyectaba un panorama soñador e idealista durante la noche, en los alrededores se podía observar las luces de las farolas encendidas colocándose a través de la tenue niebla. No había un alma a la vista, en aquella pequeña villa todos dormían plácidamente, ignorando lo que afuera se vivía, ocultó por el ruido de la llovizna, la luna llena era la unica testiga, observando todo mientras los mantenía lejos de la oscuridad, sin ella estarían en la completa oscuridad.

Daban ya las 8 de la noche y sólo se escuchaban pisadas y más pisadas sobre los charcos de lodo acumulado, estas pisadas provenían de un joven alfa quien tomaba fuertemente con sus manos su mochila tratando de evitar que sus cuadernos y libros se estropearan corrían en la lluvia ayudándose con su chaqueta impermeable a no mojarse pero era algo casi imposible pero mientras no llegara a resbalar todo estaría bien. De esté destacaba un perfil de niño cambiando a ser un hombre con sólo 16 años de edad, quien a pesar de estar demasiado mojado no perdía ni ápice de su belleza, con sus estatura media en crecimiento y su rizado cabello castaño se movía al compás de sus pasos, dejando caer ligeras gotas de agua por su rostro se esforzaba por seguir el paso en busca de refugió ya estaba cansado tenía mucha hambre se le notaba un poco desaliñado aún así se notaba a lo lejos que era alguien atractivo con un aroma sublime, dominante, de tez palida esos ojos igualmente pardos como su melena no tenía a quien envidiar Peter Stark Rogers se encontraba en serios problemas, y en cuando llegará a su hogar su Má no le importaría mucho lo anterior es más le daria un castigo que seguramente se libraria hasta llegar a vejez sus ojos miraban a cada segundo hacia atrás insistentemente se sentía observado era un barrio desconocido y el clima no estaba a su favor si que era de temer.

Parecía una típica escena en la que escapaba de algún policía por haber hecho una travesura, salvo que este no era el caso, por supuesto que buscaban la manera de huir pero no de algún oficial, claro que no, era más por su paranoia. Se suponía que se quedaría en su clase extracurrivular de Química se atrasó por la apertura de un evento en el salón de clases... fué un martirio esperar a que llegara el turno de su salon para resivir clases aunque todo salio bien. Sin notarlo las horas pasaron y cuándo miró que era demasiado tarde mucho más de la hora que se le daba permiso tomó el primer autobús para llegar a casa, como todo un Stark se suponía que limosinas vendría por él pero odiaba esa vida por lo tanto prefería ser un chico normal pero esta vez encerio deseaba que no le hubieran hecho caso añadiendole otra cosa a su dia de mierda su móvil se descargó y no pudo comunicarse con sus padres que seguramente estarían muy furiosos por no verlo en casa a la hora estipulaba, sin notarlo de lo cansado que estubo las clases del día su cansancio hizo acto de apertura provocando que se quedara dormido en el viaje si no fuera por el sonido de un trueno de fondo no se hubiera despertado del asiento llevandose una aterradora escena, en cuánto vio que su parada no era esa, sintió un escalofrío recorrer todo sus huesos.

- S- sólo esperó... que pá esté de buen humor... hoy...- Agitado respiraba él pobre niño - Oh, posiblemente estoy más que muerto - Dobló en una esquina de un callejón con el nombre los Eternos en la placa sobre un umbral; adentrandose en esta logró escabullirse bien le pareció un nombre extraño si es que le preguntaban.

Subiendo la vista vio como la oscuridad cubrió el cielo en su totalidad sin que este se diera cuenta y, sin embargo, no se veía ninguna estrella en aquella noche.

Siempre en la Torre Stark que era su hogar, bueno nada convencional cómo una casa normal pero ya que; era su casa después de todo. En el último pisó que era su favorito cabe recalcar, podía ver las estrellas o incluso más haya con ayuda de un telescópio pero. Aquí el cielo era grisáceo, aburrido sin sentido dentro de Peter la inseguridad le llenó momentáneamente hasta que se concentró en los resplandores que iluminaban el cielo. De ninguna manera era una estrella pero no se le hizo menos curioso de por qué se estaba acercando a dónde venían eran cómo una guía en aquél desconocido lugar forzando a sus ojos para mejorar su visión enfocó más en lo que la lluvia desaparecía de su campo de visión.