love, love, love ; jotajosu

first time (part 2)

Josuke tenía la respiración agitada y sentía el cuerpo caliente, y lo sentía más caliente aun en cada zona que era tocada por su alfa. Jotaro lo había dejado sobre la camilla que anteriormente estaba y luego de haberle robado el aliento en un ardiente beso se dedicó a recorrer su cuello, mientras sus manos quitaban las prendas del menor, deseaba verlo desnudo en ese instante, antes, cada vez que había intentado hacerlo Josuke se negaba rotundamente avergonzado, pero en ese instante estaba rogando. Josuke deseaba ser acariciado por su alfa, deseaba ser poseído, lo necesitaba.

—Jotaro-san... —Gimió en un susurro, en cuanto le dedicaba una corta mirada, Jotaro vio en su rostro el deseo estampado, estaba sonrojado y tenía sus labios hinchados por los besos que le había dado, se veía jodidamente sensual y el aroma que desprendía era embriagador, quería ser él el único que pudiese sentirlo.

—¿Qué deseas, Josuke? —Interrogo Jotaro al menor, quien se retorcía bajo sus manos las cuales acariciaban suavemente sus tetillas, zona que pronto se hincho, se veían apetitosas y no pudo evitar ir por una de ellas a lamerla.

Josuke gimió y lo volvió a hacer cuando Jotaro mordió suavemente dicha tetilla, atrás haber quedado sus prendas y pronto estuvo solo con su ropa interior ante su alfa, entonces intento de forma débil quitarle su chaqueta, deseaba acariciar su piel, deseaba tanto sentirlo. Jotaro entendió la señal y se quitó su ropa, dejándose aun el pantalón. Josuke lo observo detenidamente, con la respiración aun irregular y mordió su labio inferior, la verdad era que siempre lo había deseado, pero se sentía avergonzado de su cuerpo más pequeño que el del alfa.

Josuke se giró sobre la camilla y quedando posicionado en cuatro, bajo su ropa interior con ayuda de una de sus manos, para así dejar expuesta su entrada ante su alfa, esa era una acción de sumisión que le avergonzaba, pero deseaba tanto ser poseído por Jotaro, que había dejado de pensar en esos instantes.

—Lo quiero dentro de mí —Rogo con la voz entre cortada de la excitación, estar así de expuesto ante el mayor le avergonzaba horriblemente, pero la excitación era más grande. Jotaro se quedó sin aire por un momento, nunca había imaginado a su novio actuando de tal manera, tal acción le hizo palpitar la erección que se cargaba bajo su pantalón, Josuke era tan endemoniadamente sensual, pero lindo a la vez.

El alfa recorrió con sus manos los muslos internos del menor y eran suaves, su piel era tersa, tanto que se mordió los labios aguantando sus ganas de morder aquella zona, pero pronto su atención estuvo totalmente puesta en aquel hoyuelo frente a sus ojos, estaba húmedo y palpitaba, separo un poco más las piernas de Josuke y este dejo caer su pecho contra la camilla. La prenda que aun estorbaba en las piernas del omega fue rota por un acto brusco de Jotaro, lo cual alerto a Josuke.

—J-Jotaro, espera un momen... —No término de hablar cuando sintió como la lengua de su alfa recorría la zona alrededor de su entrada, eso le produjo un placer indescriptible, que sintió su cuerpo aún más débil. —Mngh, aah, Jotaro-saaan, aah —De su boca no podía salir algo coherente, estaba siendo atacado en su zona más sensible, muchas veces fantaseo con algo como eso, porque en secreto, Josuke solía masturbarse pensando en cómo Jotaro podría someterlo, a pesar de ser un omega de alma fuerte deseaba ser duramente sometido por su alfa, en esos instante de placer comenzaban a aflorar sus verdaderos deseos.

Jotaro incorporo uno de sus dedos en la entrada anal de Josuke y este se quejó, a pesar de que se había marturbado, nunca se había atrevido a introducir algo en él, pero Jotaro no dudo en hacerlo, sin titubear ingreso otro de sus dedos, estos fueron ayudados por el lubricante natural que Josuke producía por su primer celo, aquello se sentía jodidamente bien. El omega se sostuvo al espaldar de la cama e intento incorporarse un poco, pero sus brazos estaban débiles, así que no pudo levantar su pecho de la camilla, entonces con ayuda de Jotaro levanto más su trasero.

—Bebé, ¿estás bien? —Susurro Jotaro acercándose a su oído por la espalda, en cuanto sus dedos seguían en la entrada del menor, quien gemía mordiendo la almohada que allí había. El aludido se limitó a asentir y ladeando su cabeza busco los labios del mayor, se besaron de forma lenta, entonces Jotaro aprovecho para introducir uno más de sus dedos e ir más profundo en la cavidad del omega, quien temblor y volvió a caer sobre la camilla. Se acababa de correr, solo con los dedos de su alfa.

—P-Perdón... —Susurro, con el rostro encendido en vergüenza, Jotaro sonrió ante la ternura que le produjo aquello y se acercó a besar su mejilla, fue cuando noto como pequeñas lagrimas corrían por las mejillas de su omega.

—No, mi amor, ¿Qué ocurre? —Preocupado, el mayor volteo a Josuke, para poder ver su rostro y este se cubrió, aun muriendo de vergüenza, entonces negó.

—Solo... solo se sintió muy bien... —Confeso, sin imaginarse el placer que podía ser brindado por su alfa, quien sonrió aliviado, por un instante había sentido una preocupación horrible en su pecho, tuvo miedo de haber deñado a su pequeño omega.

—Me encantas, ¿lo sabias? —Tomo una de las manos de Josuke y deposito un beso en su palma, entonces le miro aun sonriendo, dejando anonadado con su sensualidad al menor. Competieron un nuevo beso, este cargado de amor y pasión, fue entonces que Jotaro se posiciono entre las piernas del omega, mientras se desabrochaba su pantalón, no había tiempo para quitárselo, solo deseaba sentir al fin el interior ajeno.

Josuke contuvo la respiración al ver el prominente pene erecto de su alfa y por un instante su boca pareció hacerse agua, entonces se preguntó a que podría tener sabor, sus pensamientos fueron irrumpidos cuando Jotaro elevo sus piernas tomándolas desde la parte posterior de las rodillas, volviendo a quedar su ano totalmente expuesto ante él. Entonces perfilo su pene y comenzó a introducirlo tendrá del menor, quien gimió de dolor, era algo tan grande separando sus paredes internas, era abrumador. Cuando al fin se introdujo por completo en él, observo a su novio, quien pareció rogarle con la mirada que aún no se moviera, necesitaba acostumbrarse a aquel tamaño irrumpiendo su interior. Mientras que el alfa se sentía pleno, el interior de Josuke era cálido y húmedo, era delicioso estar allí.

Josuke pronto comenzó a mover sus caderas en busca de más contacto y fue la señal que Jotaro quería, entonces comenzó a mover sus caderas, una y otra vez contra el menor, quien se desasía en gemidos bajo su cuerpo, cada uno de ellos era más agudo que el otro y parecían llenar la estancia. El dolor que sintió anteriormente había dado paso a un placer indescriptible.

—Te amo, te amo, Josuke —Confeso en un susurro el alfa, cerca de cuello adverso, a lo que Josuke no pudo responder, se encontraba tan inmerso en el placer que sentía, solo atino a rodear con su piernas y brazos el cuerpo de su pareja para tenerlo más cerca. Fue cuando Jotaro busco el pene de Josuke y comenzó a masturbarlo, al ritmo de las embestidas que le daba justo en su interior, en aquel punto que hacía temblar a su omega.

—No puedo más... voy a... Jotaro-san... —No transcurrió demasiado cuando Josuke termino eyaculando justo en la mano de Jotaro, apretando su interior y causando así que instante después Jotaro terminara en las mismas condiciones pero en su interior.

Se quedaron quietos por un momento, Josuke con la respiración agitada y Jotaro en las mismas condiciones aun disfrutando del interior de su omega. Fue cuando el menor le miro y acaricio sus mejillas.

—Te amo, Jotaro... —Susurro y deposito un beso en sus labios.

Lamentablemente no tuvieron mucho tiempo para quedarse allí juntos y acurrucados, porque de pronto cayeron en cuenta que seguían en la enfermería, así que rápidamente se vistieron y decidieron fugarse de clases, Jotaro no permitiría que algún alfa disfrutase del olor de su omega dentro de esa maldita escuela, solo él tenía el privilegio de disfrutarlo. Lo bueno era que se dirigieron directamente a casad de Jotaro para seguir disfrutando del primer celo de su precioso novio.