Rampo estaba feliz, hace un mes que era el novio de Poe, tal vez no lo parecía, pero estaba súper feliz y hoy al fin tendría una cita con él. Salía de trabajar a las ocho, al fin saldría relativamente temprano. La tan ansiada hora llegó, bajo a la cafetería y allí se encontró a su novio, lo vio con una bufanda que le tapaba la mitad de la cara
—Poe, ¿Te encuentras bien?
Edgar asintió con la cabeza, sin duda era malo mintiendo
—Mi ultra deducción dice otra cosa
Rampo le arrebató la bufanda, vio de pies a cabeza a su novio, Poe tenía la nariz roja, estaba sorbeteando, tenía los labios ligeramente morados, sus mejillas rojas y los ojos cristalizados
—Estas enfermero
Hablo Rampo tocándole la frente, su novio tenía fiebre
—Estoy bien
Dijo Poe rápidamente, en eso Rampo noto que su novio tenía las voz ronca y apenas podía hablar
—¡No mientas!
Rampo lo agarró molesto de la mano y lo llevo a casa, aporte protestaba, pero el detective no le prestaba atención. Al llegar a casa Rampo lo arrastró a la cama, lo desnudo haciendo que el escritor se sonrojara como tomate
Edogawa caso un pijama abrigado del armario, uno que le quedaba grande, se lo puso a su novio y lo tapó con las sábanas—Ahora te prepararé una sopa, aún que no soy muy bueno cocinando. Tú descansa. En mí velador hay medicinas, lee las indicaciones y tomalas
—Pero..
—¡Nada de peros!
Rampo se fue a la cocina e intento preparar una sopa nutritiva, jamás pensó que se esforzaria tanto en cocinar algo, suspiro un poco sonriente, ¿Enserio Poe lo traía tan enamorado?
—Si
Susurro Rampo riendo, terminó de cocinar y fue a la habitación, le dio de comer a Poe en la boca, pero vio como su novio no se notaba nada bien
—¿Qué sucede?
—Perdón..y pensar que al fin tendríamos una cita
—Prefiero cuidar de mí lindo novio a tener una cita en un lugar llegó de gente egocéntrica con dinero
—..¿De verdad?
—Si
Rampo le robo un beso a Poe, pero Allan lo separó rápidamente
—Te voy a contagiar
—No me importa
—No quiero que te enfermes
—Enfermemonos juntos
Hablo Rampo sonriendo, toda la noche se quedaron besando, hasta lo hicieron por primera vez, lo habían pasado mejor que en una tonta cita, lo único "malo" fue que al día siguiente ambos amanecieron enfermos y ninguno pudo asistir al trabajo, no lo admitían, pero en el fondo, valió la pena
—..¿Otra ronda?
—…Si
Y así volvieron a tener relaciones, después de todo, ambos ya estaban enfermos, no arriesgaban nada