Fin de la carta

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Todos los días nos escribíamos una carta o por lo menos eso intentabamos, queríamos sentirnos cerca aunque estubieramos separados por varios kilometros. 

Todo este lío de que estemos separados es mi culpa, nunca debí sacarte de tu casa sin el permiso de tus padres, ahora solo puedo saber de tí por medio de las cartas.

Cada día esperaba con ansias tus cartas, saber que hacias y como te iva en tu nueva vida,eso era lo que esperaba cada vez que el cartero llegaba a mi casa, pero un día dejaste de escribirme y tus últimas cartas no me decían que algo te estuviera pasando, me asusté, estuve preocupado todos esos días en los que no me escribiste.

Y un día, en el que pensaba que ya no me querpias escribir, llega una carta tuya, muy feliz la fui a abrir, pero en su interior solamente encontré tristeza. Me escribiste para decirme que estabas en el hospital, que te diagnosticaron una enfermedad letal y eso es todo lo que ponías en la carta.

Me desesperé y en ese mismo momento tomé mis cosas y viajé hacia donde tu estabas para poder estar en ese momento tan crucial al lado tuyo, tu direccion estaba en la carta. Viajé todo el día y toda la noche, no pude pegar el sueño en todo el trayecto.

Cuando pude llegar al hospital, tú ya casi no respirabas, tu cara estaba toda blanca. Me aserqué y acaricié tu mejilla, abriste tus ojos, me miraste y tu cara se llenó de lágrimas y en ese momento sentí el deseo de abrazarte y que nunca nos pudieran separar. Lamentablemente no lo pude hacer, me diste un beso, me dijiste que me amabas y simplemente cerraste los ojos.

Nunca más pude conocer el amor, siempre serás la única que lleve en mi corazón. Nuestro último lugar en el cual podemos estar juntos es en cementerio, yo viendote descansar y tú acompañando mi pena.

relatos brevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora