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Su cama se había vuelto incómodamente vacía, no perdió nada porque nunca tuvo lo que imagino. No le quedaba nada de esos retratos de otoño, intentaba otra vez marcar aquel número que vio maldito hace un par de días.

Se estaba conteniendo porque su cabeza estallaba, no recordaba si era por el vodka que tomó o los días que dejó de dormir por llamar a su hyung.

No había ni una noche que apagará su teléfono esperando que el castaño se dignara de escribirle pero solo sonaba el buzón de voz y lo de su corazón.

- Llama a mi línea, por favor llámame -, volvió a dejar un mensaje sin esperanza alguna, ni un Dios creería que el merecía la fortuna de la suerte.

El diablo se aprovecho de él y su teléfono brillo con la notificación de llamada entrante: número desconocido.

Respondió y la voz rasposa de Yoongi se escucho como un eco: -Kim Taehyung, déjalo de llamar, sabes que él es feliz y tú fuiste la aventura que necesitaba para continuar.

Don't Pretend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora