Capítulo 7

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7 | † No somos iguales

De mala gana tomé aquel uniforme y lo observé por unos minutos.

Era un uniforme color blanco y negro: consistía en un vestido de tela gruesa blanco, con un delantal negro.

Me limpié las pocas lágrimas que aún caían por mi rostro, y me levanté de la cama.

Comencé a observar con detalle toda la habitación, esperando encontrar otra puerta que me diera hacia el baño.

Y así fue, a un lado de la cama se encontraba otra puerta blanca.

Comencé a caminar hacia esa puerta y la abrí, encontrándome con un lavabo casi a la entrada.

Me adentré al cuarto de baño, y cerré la puerta con seguro, luego me acerqué al pequeño espejo que se encontraba a unos centímetros arriba del lavabo y me miré.

Mi rostro lucía horrible, tenía mi nariz muy roja, y no se diga de mis ojos.

Estaba muy mal.

¿Cómo es posible que existan personas tan malas y sin corazón en este mundo?

Ni yo lo sé... Pero esas personas deberían pagar por todos esos actos malos que han cometido.

Dejé de mirarme en el espejo, y mi vista se puso en aquel uniforme.

De mala gana comencé a quitarme mi vestido... El único vestido que creía que me traería un poco de felicidad.

Pero no fue así, ahora cada vez que vea ese vestido recordaré cómo es que mi padre me apostó...

Arrojé mi vestido a una parte del baño, y luego comencé a ponerme el uniforme.

Pero es que todo ya estaba preparado, el uniforme me quedaba perfectamente, era como si la familia Mendes supiera que mi padre iba a perder.

Y de pronto, la puerta de la habitación se abrió.

—¿Alisson?— Alguien llamaba mi nombre a lo lejos.

Solté un pequeño suspiro, y terminé de amarrar el delantal negro.

Luego comencé a caminar hacia la puerta y salí del baño encontrándome con Shawn de espaldas.

Él lucía igual que hace unos minutos, con su traje.

—¿Me hablabas?— Respondí con tranquilidad o al menos lo intentaba.

—¿Perdón?— Dijo Shawn dándose la vuelta.

Pude notar que en su rostro mostraba algo de enojo o disgusto.

Shawn comenzó a mirarme de cuerpo completo, eso me incomodó demasiado.

Yo fruncí el ceño.

—¿Cómo me acabas de decir?— Siguió hablando.

Y tardé unos minutos en darme cuenta lo que le había dicho...

Ganas o Mueres I - [S.M.] ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora