- En verdad me molesta ese tipo de pláticas.- se quejaba Nanao-san a mi lado mientras caminábamos sin ningún rumbo en específico.- ¿como les puede importar más las cosas superficiales que saber cómo está la situación?
- Tranquila Nanao-san, ellas no fueron educadas como nosotras que decidimos meternos en el Goiten 13.- trataba de calmarla.- a ellas no se les habla de guerra, ni de estrategias, ni nada por el estilo...- suspira
- Me alegro mucho que este año si decidiera venir.- me dice con una ligera sonrisa.- yo pensaba escaparme este año pero el Sotaicho me insistió en que debería venir, alegando de que soy joven y que necesito convivir más con personas de mi edad.- parecía molesta
- Él Sotaicho se preocupa mucho por ti
- Más bien algo me dice que quería librarse de mi para holgazanear a gusto.- resopla
- No diga eso.- sonrió algo divertida por su comentario.- ambas sabemos que él la aprecia mucho, pues desde que fue ascendido le pidió que se fuera con él.- ella se sonroja un poco
Continuamos platicando cerca de una mesa de bocadillos, era agradable estar con ella ya que si seguía con Ojii-san me seguiría presentando a varios jóvenes Nobles y Nii-sama estaba presentando a mis niños con los demás clanes, yo quería estar con ellos pero el abuelo insistió en que no me la pasara pegada a ellos.
- Kuchiki-san.- me saluda una mujer ya mayor pero muy hermosa
- Ise-sama.- la saludo también
- Perdón por interrumpirlas pero tendré que robarme a mi hija por un momento
- Si, no hay problema
Y ambas se pierden entre la multitud, suspiro quedo. Volteo y veo por la ventana una luz de colores, por lo visto ya está empezando el espectáculo de fuegos artificiales.
Camino hasta la terraza y al salir siento una ráfaga de aire frío chocando en mi rostro... Qué agradable.... Ya sentía que me estaba asfixiando ahí adentro. Camino tranquilamente hasta el barandal. Y empiezo a aspirar.... Es agradable no sentir las miradas...
¿Acaso piensan que no las siento? ¿Acaso es una competencia para ver quién me puede tener más vigilada? Primero desde que llegué me siento algo observada, ¿por quien? Quién sabe? Luego siento la mirada penetrante de Kaien, no creo que sea demasiado estúpido como para acercarse aquí y luego tengo las miradas de Nii-sama y mis niños, de seguro asegurándose de que él no se pueda acercar.... Suspiró pesadamente y mejor me dedico a continuar viendo el show frente a mi....
Muchos colores y muy brillantes siguen apareciendo en lo alto del cielo.
¿Me pregunto que estará haciendo la familia de Ichigo?
Aunque fuimos invitados a pasar el día con ellos tuve que declinar la oferta por venir aquí... pero me hubiera encantado estar con ellos, de seguro hubiera sido mucho mas divertido...
- Será mejor que entre, si no se resfriará- una voz gruesa suena tras de mí y yo me sobresaltó.- lo siento Kuchiki-dono no era mi intención espantarla.- volteo y me encuentro con un hombre alto y robusto, con cejas considerablemente gruesas y una barba larga de color negro, va vistiendo el haori. Sonrió al reconocerlo.
- Ichibē-san Taicho.- le hago una ligera reverencia pues es el líder de la Guardia Real.- no fue nada, solo estaba un poco distraída.- me sonríe divertido
- Oh por favor Kuchuki-dono sabe muy bien que solo puede llamarme Oshō.- dice muy alegre mientras se empieza a acercar a mi
- Y usted sabe que solo puede llamarme Rukia, Oshō-san.- le sonrió, pues es de las pocas personas que he podido entablar una buena relación cada vez que vengo aquí, él tira una gran risotada, pues utilizo un tono muy cortes, casi imitando a las señoritas de la nobleza
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Mi camino... serás tú?
FanfictionShinigamis y humanos con ciertos poderes unen sus fuerzas para derrotar a un mismo enemigo. Por esta guerra dos personas se conocen, ambos con un pasado doloroso que desean aminorar, ambos con ganas de cumplir con sus propósitos y para eso necesitar...