- JungKook, regresé- avisó el peli-naranja. El antebrazo le dolía mucho, lo de siempre al salir de la sucursal de Tattoos. Las raíces de la flor se impregnaban desde su muñeca hasta el comienzo del codo. Su modelo le había fascinado, y quiso tenerlo permanente en su blanquecina piel de toques dorados.
- ¿Cómo te fue? ¿Te gustó cómo te quedó?
- Sí, el color iba a arruinarlo, definitivamente.
JungKook se acercó y vio su brazo cubierto de papel plastificado transparente. El pelinegro sonrió.
- Está precioso, resaltan tus venas- dijo casi babeando.
JiMin frunció el ceño para palmearlo. - Apaga tus ganas, no ves que con el brazo así no voy a poder manosearte como quiero.
JungKook atrajo a su compañero de cuarto de un tirón.
- Entonces voy a tener que cabalgarte- susurró travieso.
JiMin gruñó y con su zurda apretó la nalga izquierda. Respiró profundo y con desgano se separó.
- ¿No tenías cita para hacerte un piercing? Te recuerdo todavía que no me dijiste donde te lo ibas a hacer.
JungKook besó el cuello de JiMin y subió a su lóbulo. - Es una sorpresa, te va a encantar- aseguró, y sus ojos chispeaban con entusiasmo.
El peli-naranja agarró con fuerza la mandíbula del contrario, exigiendo un húmedo beso. Antes de separarse mordió su labio inferior.
- Estoy seguro que sí, nene. ¿Querés que te acompañe?
JungKook negó.- Debes estar cansado, estuviste como cuatro horas. Quedate y descansa. ¿Compraste la crema para el tatuaje?
El contrario asintió, sacándola de su bolsillo. El pelinegro agarró las llaves de su vehículo, se acercó a JiMin y volvió a besarlo para después salir hacia la sucursal.
Dos horas después.
JungKook entró a la casa quejándose, un poco arqueado hacia delante. Colgó las llaves y con el ceño fruncido de dolor caminó hacia el cuarto que compartía con JiMin.
Una vez entró vio a JiMin tirado en la cama mirando televisión, con el torso desnudo cubierto por una fina sábana color beige. Su brazo izquierdo por sobre su cabeza. Se tomó la libertad de apreciar los demás tatuajes que tenía regado por el resto del cuerpo.
Uno en el pectoral izquierdo, sin rozar la tetilla. Siguiendo el lado zurdo, seguía uno en su bícep, resaltando el músculo de allí. No era visible, pero JungKook se sabía de memoria el trozo de tintura que adornaba el muslo derecho de JiMin.El pelinegro gruñó al ver su abdomen, este brillaba un poco por la ligera capa de sudor a causa del calor. Su cabello despeinado le daban ese toque sexy que tanto amaba JungKook. Se remojó el labio superior.
- ¿Te hiciste un piercing en el culo que estás tan echado hacia delante?- rió JiMin, achinando sus ojos. JungKook bufó.
- Tengo ganas de sacarme la remera, pero está hinchado. JiMin levantó una ceja, recorriendo el cuerpo contrario.
- ¿Acaso te lo hiciste en la tetilla?- el pelinegro vio divertido cómo los ojos se le oscurecían en mili-segundos.
- En ambas- sacó su lengua provocador, mojando sus labios.
JiMin apretó la mandíbula. Y antes de que pudiera hablar, JungKook interrumpió.
- No vamos a hacer nada ni te los voy a mostrar hasta que se le vaya la hinchazón. Me duele como la mierda- advirtió. El contrario bufó.
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나쁜 녀석👅 /jikook/
Fanficmeans: bad guys. JiMin acaba de hacerse otro tatuaje para su colección, y JungKook quiere sorprenderlo con sus nuevas perforaciones. /maybe two shots. /original. /no copias ni adaptaciones sin mi permiso. /smut.