Patee con fuerza la puerta metálica después de haber disparado en el picaporte, jadee agotado y observe el oscuro pasillo vacío, tire el cartucho vacío y volví a recargar lo más rápido que mis dedos me lo permitían. Encendí la lámpara y empuñando con una mano la pistola camine por el local que hace tan sólo unos días era un supermercado al que familias enteras asistían.
Miré la hora, las 8:30 de la noche. Llevaba afuera ya tres días, había prometido regresar dos días antes pero no fue posible. Estaba preocupado por los demás en especial de Eren. La estación estaba a pocos kilómetros y las municiones se me habían acabado. Miré la pistola sabiendo que el cartucho que tenía era el último.
-Sólo un poco más…-Removí mis cabellos mojados por el sudor. -Necesito llegar…
Me detuve al escuchar ruidos y observe atento el lugar, pase saliva y seguí caminando tratando de hacer el menor ruido posible. Al llegar a la entrada del lugar, toque la puerta y observe un hueco debajo, con sumo cuidado salí y apague la lámpara, las calles estaban vacías y la luz del sol quemaba por la intensidad. Pase mis dedos por mi pecho tocando el bulto que provocaba la llave bajo la ropa. Miré el rastreador en mi costado y apreté con fuerza la pistola. Caminé con paso apresurado, miraba a todos lados hasta que reconocí el lugar. Estaba en la calle donde se ubicaba nuestro departamento, vacile un poco y camine en dirección al lugar. Sólo quería observar mejor la situación. Al llegar al edificio mi sorpresa fue enorme.
Estaba en ruinas, mordí mi labio con fuerza y cruzando la avenida entre, un gruñido me alerto y mire detrás de mi a una de esas cosas correr hasta mi persona, le apunte con el arma y dispare en la cabeza, más gruñidos se escucharon y corrí escaleras arriba. Al llegar al número del departamento, golpee la puerta destrozándola, entré y tomando el sofá y demás cosas pesadas cerré la entrada. Retrocedí con el corazón acelerado y miré el lugar. Estaba intacto.
Me pasee por la sala, la cocina y la habitación, todo estaba en perfecto estado. A excepción de la comida en el refrigerador que estaba echada a perder. Al entrar en la habitación recordé los cartuchos guardados en la cómoda, me acerque y los busque. Me sorprendí de encontrar tan sólo dos pero, era mejor eso a sólo tener uno. Los colgué en mi cinturón y me asome por la ventana, me congele en mi lugar al observar una oleada de zombis entrar al lugar y otros tantos pasar de largo. ¿Acaso esas cosas son inteligentes?
Negué con la cabeza. -No, sólo son una bola de sesos revueltos. -Susurré y me acerque al teléfono inalámbrico, no había línea. Suspire y mire el suelo. Tenía que pensar, estaba a salvo por unos minutos pero no podía quedarme. Tardaría en llegar a la base unos treinta minutos, cincuenta si me topaba con obstáculos.
Mordí inconscientemente la uña de mi dedo pulgar. Balbucee en susurros acerca de lo que debía hacer cuando, unos gritos me sobresaltaron. Mire la puerta del departamento y tome la pistola en mano. Los pasos apresurados y quejidos me indicaron que había alguien más ahí y, a diferencia de mi había sido encontrado. Maldije para mis adentros, tenía que ayudarlo pero, al tener tan pocas municiones era un suicidio. Me deje caer al suelo sin despegar la vista de la puerta, los gemidos y gritos de auxilio me atormentaban pero no podía hacer nada.
Cerré los ojos y jadee por la falta de aire.
-Levántate, tienes que salir, tienes que ir con Eren. -Me susurre y tomando impulso me puse de pie. Me acerque a la entrada y quitando las cosas abrí la puerta, mire a ambos lados del pasillo antes de poner un pie fuera, camine hasta las escaleras de la planta baja y justo al terminar de bajar mire a una persona con pecas en el rostro y cabello oscuro llorar y gritar por ayuda, tenía una mordida en la pierna y en el brazo, él me observo y comenzó a pedir ayuda. Me acerque con cuidado y mire la gravedad de sus heridas.
-Necesitas callarte ¿cuál es tu nombre? -Removí la tela del pantalón y mire la mordida asqueado.
-M-marco…-pronuncio en un quejido. -Por favor, sácame de aquí.
-¿Marco dices? ¿Hace cuánto te mordieron?
-No lo sé -lloriqueó- hace unos minutos tal vez.
-¿Duele mucho? -lo tome del brazo bueno y lo levante con cuidado, él gimoteo y le susurre que se callara, caminas por el pasillo hasta llegar a una habitación vacía, entramos y cerré la puerta con seguro.
-Sí, quema como un infierno.
Lo senté en el suelo y observe mejor la herida, estaba sangrando mucho y comenzaba a infectarse.
-¿Alguna vez estuviste en un infierno Marco?
Él rio y miro el techo. -A decir verdad no…pero siempre quise decir eso aunque, no en una situación como esta.
Sonreí de lado y mire su brazo. -Es increíble, la infección se extiende muy rápido.
-Sí, es como el veneno de una serpiente, ¿no? Una vez que entra en el sistema no es posible pararlo a menos que tenga un antídoto.
Lo mire expectante. -Antídoto…¿será posible?
-No lo sé, ¿podría funcionar? ¿Quién se atrevería a secuestrar una de esas cosas y experimentar con ellas?
-Conozco a una persona pero, si no salimos de aquí es seguro que no logremos nada. ¿Puedes pararte?
-E-eso creo pero, ¿qué hay de esas cosas? Si nos encuentran sólo seré una carga. Agradezco que me hayas salvado pero…
-¿Qué? Ahora me dirás que quieres morir aquí -Dije con sarcasmo- Te habría dejado en ese lugar entonces.
-No pensé que realmente me ayudarías creo, que fue instinto.
-Como quieras llamarle. Veré como salir.
-Hay una salida de emergencia a tres puertas a la derecha del pasillo. Si no hay de esas cosas podemos salir sin problemas. Creo, que hay una camioneta de correos.
-¿Cómo lo sabes?
-Mi amiga trabajaba ahí, vine a acompañarla a entregar unos paquetes cuando el caos se desató. Recuerdo que estacionó la camioneta ahí y dijo que la esperara pero, nunca salió.
-Entiendo. Vamos, hay que salir.
Lo sostuve de nuevo con el brazo y camine a la puerta, abrí y camine siguiendo sus indicaciones, al salir del edificio miramos la camioneta estacionada y apresuramos el paso, abrí la puerta y estaba apunto de subir cuando gruñidos me hicieron girar la cabeza, personas con la mirada perdida y babeantes se acercaron corriendo.
-Carajo, vete. -Miré a Marco y negué con la cabeza. -Estoy herido, lo más seguro es que me convierta en uno de ellos, sólo te causaré problemas. Anda, vete.
-Pero, aún podemos…
-No hay tiempo, ahora -Sacó las llaves de la camioneta y las dejo en mi mano. -Vete, sobrevive y encuentra una cura para esto, con esa persona. Necesitas ir con esa persona.
Jadee y apreté las llaves, subí y cerré la puerta, lo mire un momento más y tras encender el motor, conduje con rapidez. Miré por el espejo retrovisor como se abalanzaban hacia aquel chico, maldije y mire al frente. Estaba cerca, podía llegar más rápido y reportar esto.
Pensaba en lo feliz que se pondría Eren, las cosas que le diría a Hanji sobre esto y el como obtener una cura. No me percate que, a un costado, en una de las calles, una patrulla se acercaba con rapidez hacia el cruce donde estaba, al sentir las luces del auto ya era tarde, el rostro de aquel hombre siendo devorado sin dejar de conducir fue lo último que vi antes de caer inconsciente y la camioneta terminada revolcada.
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¡Hola que tal! Siento mucho mi ausencia, me enfermé y no tenía ánimos de escribir, pase dos días en cama pero aquí estoy de nuevo, ya mejor que antes.
Espero les guste y mañana habrá otra actualización, descansen!
Nos leemos luego!
By: Fer:3
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ZOMBIE
FanfictionEren y Levi tienen su vida juntos, trabajos bien pagados y una excelente relación. Todo parece ir normal hasta que un día; un virus no identificado se apodera de más de la mitad de la población mundial. En una guerra de supervivencia, ¿Logrará esta...