- ¿Alfred García? - dijo sorprendida y con un tono elevado su amiga a través de la línea - ¿Y cómo no lo reconociste, tía?
Bella acababa de explicarle a Gala lo que había pasado la noche anterior. Parecería una tontería, pero estos simples detalles hacían que la joven se evadiese de su vida y de sus problemas. Además parecía que solo existiera ese momento, como si viviese en un universo paralelo, no quería ver el final de ese viaje, solo quería vivirlo y disfrutarlo al máximo.
- Pero ni se te ocurra irte de la lengua, ¡eh! - advirtió Bella a su mejor amiga.
- Uy sí, ahora voy a Twitter, comento cuatro cosa y creo un revuelo espectacular - bromeó - chiqui, estamos en el siglo XXI, no creo que la gente esté tan mal de la cabeza como para hacer una montaña de un grano de arena, y menos por redes sociales - pensó su amiga mientras esta se sentaba en el sofá.
- Ay tía, si tú supieses cómo de loca está la gente, más de una se plantaría aquí por una simple foto - confesó la chica - bueno, te tengo que dejar para prepararme la cena, ya hablamos, te quiero.
Ambas se despidieron y continuaron con sus quehaceres. Bella se levantó del sofá, del que estaba sentada, y comenzó a cortar un calabacín y poner a hervir quinoa cuando escuchó una canción retumbando por su salón proveniente del apartahotel pegado al suyo.
"Genial, para eso era el alcohol" susurró mientras removía el agua. Solo esperaba poder descansar y no tener que ir a ahogarles la fiesta, o eso quería creer. Lo que verdaderamente temía era tener que ir a dar la cara para que bajasen el volumen y ver a Alfred.
Se volvió a sentar en el sofá de cuero y apoyó las cosas en la mesa pequeña de cristal para comenzar a comer, cogió su iPad y lo encendió para ponerse Netflix y ver alguna serie pero, antes de hacer posible eso, le saltó una notificación del recordatorio en su calendario.
"Eco 20 semanas"
Era el día de la ecografía de las 20 semanas de su embarazo. Sin poder evitarlo, comenzó a llorar. Así pasó horas, con la música de fondo a todo volumen y con la comida en el plato ya fría. Y, a pesar de todo el jaleo que estaban montando en el apartahotel colindante al suyo, quedó frita a las 2:00 de la madrugada, sin haber cenado, con los ojos empañados en lágrimas.
Las 9:30 marcaba en su teléfono cuando comenzó a sonar despertándola en medio del salón. Aturdida se incorporó rápidamente pero sintió un fuerte dolor en el cuello. "Mierda, las cervicales" pensó mientras se frotaba intentando aliviarse.
- ¿Si? - peguntó dormida
- ¿Como que, si? - rió su amiga al otro lado de la línea - ¿quién va a ser?
- Lo siento Gala, me acabas de despertar - dijo con voz somnolienta.
- Ey, ¿y ese tono? - preguntó la chica - ¿qué pasa, pequeña? Ayer no hablabas así, y no me digas que es porque te acabas de levantar.
Bella suspiró, no podía esconderle nada a su mejor amiga ni a miles de kilómetros.
- Hoy - comenzó - hoy sería la ecografía de las 20 semanas, Gala - confesó triste.
- Bella - no sabía qué decir para consolarla, no quería hacerlo, estaba en todo su derecho de sentirse así - ¿te acuerdas de lo que hacíamos cuando estábamos tristes por una nota de bachiller? - cuestionó esta para romper el hielo - a ver, ni punto de comparación pero, ¿te acuerdas del efecto que producía en nosotras?
Bella sonrió, una sonrisa amarga se postró en su rostro, pero en su interior miles de mariposas volvieron a revolotear recordando esa época, la mejor de su vida, sin duda.
YOU ARE READING
CREMA
FanfictionBella está a punto de romper con todo en su vida. Lo que no imagina es que el destino pondrá a Alfred en su camino para que queme todo su pasado y barra las cenizas de sus miedos.