Inocente Tentación [ChanBaek]

Cambió de planes... Capítulo 1

Un día como otro cualquiera cerró él libró que llevaba toda la vida aprender, se levantó de la silla y lo dejó en la esquina de la mesa de su habitación. Pequeña, individual, con poco más que cama, escritorio y mesa de noche. Se sacudió los pantalones negros y cerró la puerta al salir. Caminó largó y tendido por los pasillos del seminario, un sábado por la tardé, en completo silencio y respetando el descansó de sus mayores. El cielo estaba cada vez más oscuro, la Luna llena ya marcaba silueta y amenazaba con ser enorme. A ChanYeol le gustaba la Luna, siempre se asomaba a la ventana después de rezar y la admiraba hasta quedarse dormido junto al alfeizar. Pero primero tenía que hablar con el padre Siwon.

La puerta del despachó era de madera desgastada y algo sucia. Después de donar más de la mitad de ingresos a las misiones de África, no tenían dinero para arreglar el seminario, pero a nadie le importaba mientras aquellos niños pudieran tener un lugar dónde vivir, dormir, comida que llevarse a la boca. Sin duda prefería que su pared estuviera un poco sucia a que otro pequeño más muriera desnutrido.

El padre Siwon era un hombre joven, de tal vez sólo diez años más que el, con el pelo castaño claro y un hoyuelo al lado de la amable sonrisa. Era la cumbre en la jerarquía del seminario y lo había cuidado como un hermano menor desde que ChanYeol tenía memoria. Se subió las gafas redondas mientras esperaba a que el mayor le hablara.

-Siéntate, ChanYeol. -las sillas, la puerta y el escritorio e incluso la estantería estaban hechos con la misma madera. Se sentó con la espalda recta y rezó mentalmente por que no fuera algo malo- ¿Qué dice el Señor sobre favorecer a otros?

-Todos somos iguales, Padre.

-O sea que nadie es mejor que su progimo, ¿cierto? Yo no puedo elegirte a ti por que seas mejor, no te he llamado aqui por que te tenga más aprecio que a los demás. Todos somos iguales, todos tienen los mismos derechos, todos son tan queridos como el que se sienta a nuestra derecha o a nuestra izquierda.

-Lo sé y disculpe mi imprudencia, Padre, pero ¿adónde quiere llegar?

El padre Siwon asintio, abrió uno de sus cajones que tenía en el escritorio bajo llave y saco un sobre del tamaño de un folio. Cerró el cajón. Abrió el sobre y miró a ChanYeol con sus ojos dulces y marrones. Saco los papeles que tanta curiosidad le estaban dando a ChanYeol y por fin se los entregó. Eran un puñado de hojas que le nombraban profesor, tenía horarios, temas, un mapa de cómo llegar al Instituto donde daría las clases y por último un contrato.

ChanYeol nunca había trabajado. A sus veintitrés años vivía por y para el seminario donde estaba terminando sus estudios como sacerdote. Sólo servía comida a los necesitados, ayudaba arreglar las casas que se habían derrumbado con problemas meteorológicos. Nunca había salido de Seúl y mucho menos había conversado con gente que parecía poder pagar su viaje hasta Mokpo, sus clases, donaciones para ayudar a reparar el seminario y más.

-Yo no merezco esto, Padre. JunMyeon es mas listo, tiene más Don de gentes y seguro que sabe explicarse mejor que yo en una clase.

El hombre se levantó, dejando caer la sotana negra y acarició un momento la cruz ir le colgaba en el cuello. Rodeó el escritorio hasta ponerse a su lado, con las manos cruzadas a la espalda y una sonrisa angelical digna de confianza. Lo miró y negó con delicadeza.

-Esa modestia tuya es precisamente lo que me ha llevado a escogerte. Eres bueno ChanYeol, y se que no dejarás que el dinero te corrompa. Por eso quiero que seas tú, a pesar de que este mal decirlo, eres la mejor opción.

Nunca había tenido dinero para su beneficio ni lo había necesitado, no veía en el dinero más que un bien inútil que sólo causaba desgracias, peleas y guerras sin sentido. Pero era necesario y no podía hacer nada para impedirlo. Con las palabras del padre Siwon le había quedado aún más claro que el lugar donde iba a dar clase era un sitio de lujos y que posiblemente iba a tener que enfrentarse con gente superficial y arrogante.