Dos Reyes Una Reina ©️

👑 Capítulo 12: Estadía En Irlanda.

En el barco estuve muy cercana a Felipe, más de lo que pasé con Carlos.

Felipe es diferente, él será en un futuro mi apoyo frío y calculador, en cuanto a guerras se trate, el será mi estrategia.

Hace dos días llegamos a Irlanda.

El recibimiento fue fenomenal, los padres de Felipe son amables, su madre es un poco pasada de años más que su padre y eso no es bastante bien visto.

Su madre la reina Leticia O' Malley es bastante simpática.

Charlamos un día entero y me contó bastante sobre su reino, mencionó varias cosas que tendré en cuenta y que son relevantes para mí.

Cómo que Felipe es seguido por varias doncellas, entre ellas se destaca una que según su madre es como gallina culeca: Morgana Boru. Hija de uno de los condes de Irlanda.

En cuánto la reina Leticia mencionó esto, como llamada por el mismísimo diablo apareció la chica. Una cabellera roja con ojos bastante cafés se apareció ante mí.

Su presencia trajo oscuridad consigo, soy bastante buena en presentir aquello.

Su postura llena de  vanidad, ínfula, orgullo y arrogancia me causaron cierto fastidio.

Se presentó ante mí con símbolos de hipocresía, y yo le mostré verdaderamente a tratar a una futura reina.

Hoy estuve todo el día con Felipe.

—¿Por qué viene la criada y hermana de tu soldado junto con su pequeña?—La charla pasional en la que estábamos se va por la borda.

No tenía que mencionar esto.

Pero tenía que actuar con naturalidad.

—Luciano se ha comportado excelente con su futura reina. No lo traje porque sentí que solo contigo estaría protegida, así que quise obsequiarle un paseo a su hermana, por lo cual él quedó muy agradecido—Mentí.

El solo asintió e hizo una sonrisa de boca cerrada.

—¿Qué opinas de Morgana?—Hablé mientras tomaba mi taza de té—Escuché que te pretende.

Él sorbió un poco de su té.

—Me parece que cuando una mujer es bastante coqueta y factible cualquier hombre puede tenerla.—Su respuesta salió con tanta naturalidad que quedé sorprendida—Me gusta más una mujer que se describa por su seriedad y austeridad.

Me mira fijamente y no muestra ningún tipo de expresión.

—Como tú—Termina por decir.

Yo le sonrío con boca cerrada y él sin pensarlo se arrodilla frente a mí.

—Quiero que no pienses en ella cuando estés aquí, solo piensa en mí, porque yo solo tendré mis pensamientos para ti.

Esto sí que me deja perpleja.

Felipe es una caja de sorpresas.

Puede ser un depredador y a la vez un poeta conmigo.

Y eso me encanta.

Pero nos vemos interrumpidos por un sirviente.

—Su majestad—Dice para que prestemos atención a él haciendo una reverencia—El rey Rowan Tudorwher lo espera en el salón—Se dirige hacia Felipe.

Felipe solo asiente y el sirviente luego se marcha.

—Te espero esta noche en mi despacho—Me dice susurrando y me da un casto beso.

Me le quedo mirando mientras se va.

Me levanto de mi lugar acomodando mi gran vestido y voy hacia el gran lago.

Mi paz dura poco.

—Así que la futura reina y ahora la consentida de Leticia—Una voz bastante chirriante y particular me saca de mi concentración.

La miro con severidad.

—Deberías dirigirte hacia tú reina como lo que es—Recalco la palabra"tú"—No querrás ir a la orca y perderte de mi matrimonio con el amor de tu vida.

Me mira sorprendida.

No esperaba esta reacción de mi parte.

—No lograrás tal cosa, la tía de Felipe, Georgina O'Malley se encargará de que esa ridiculez no se lleve a cabo—Está tan ensimismada en sus palabras que no se da cuenta qué pronunciar el nombre de una persona ya las hace cómplices. Por lo tanto se considera como traición.

—Gracias por el nombre de tu cómplice—Le recuerdo su error—Ahora puedes vivir las semanas que te quedan pensando en tu pronta muerte.

Se acerca peligrosamente a mí, pero yo me quedo en mi lugar.

—Felipe siempre estará enamorado de mí, así no lo quieras—Evade lo que le acabo de decir—Nadie olvida quien robó su virginidad.

Esto no me lo esperaba.

Pero no es jaque aún.

—Tampoco olvidaré mencionar a tus futuros pretendientes que ya no eres pura.—Dicho esto doy camino hacia el castillo.

Felipe me espera.

Pero...

Creí que solo en Francia tendría esta clase de impugnación.

Me doy cuenta de que mi madre no se equivoca.

Una reina siempre va a estar entre la espada y la pared.

Solo las que no aprendan a usar sus propias armas serán marchitadas.

El cuerpo sufre cuando la mente no piensa.

Y soy bastante buena pensando. Y lo más importante... Actuando.

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¡Aloha!

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AnyiLi 🌻