Girl.Dibujé un círculo en la ventanilla, era la figura menos probable que pude haber hecho, pero mis dedos se deslizaron por si solos. Planeaba dibujar alguna cara, algún gesto, pero no era como si me sintiera feliz, no estaba cómoda.
"¿Conoces éste camino?"
Miré a mi padre de reojo, pensando en su pregunta. Tenía un doble fin, lo presentía. Decirle que sí significaría un reproche más por andar caminando por aquellos rumbos sola.
"No" en realidad conocía muy poco de la zona norte después del pueblo
"Éste camino es seguro para llegar a la granja" explicó, mirando a su derecha donde yo estaba sentada, señaló una colina lejana, el escaso sol al horizonte tocaba la punta de aquel panorama, una montaña bastante rocosa llena de árboles "Allí es donde nunca debes ir, le llaman montaña colmillo, te lleva a un pueblo cerca de un lago, pero hay una manada pequeña de lobos"
"¿Y cómo es que los lobos no bajan de allí?"
"Es reserva controlada" hizo una pausa "Respeta la naturaleza, usa tu intuición de vez en cuando, pero también ten en cuenta lo que te digo para evitar problemas ¿De acuerdo?"
"Si" solté deprisa.
Eso fue todo lo que dijo en todo el camino. Hasta llegar a las planicies de pasto y calabazas, era una cosecha que rodeaba la enorme granja, había cuatro establos, dos de caballos, un molino, el granero donde ya estaban las mesas de manteles blancos, y gente que cargaba canastas de madera llenas de paja para la decoración. Estaba entusiasmada.
Estacionó frente a la entrada, abrí la puerta saliendo a toda prisa de la camioneta, con mi mochila entre las manos, la señora Adler sonrió alegremente al verme.
"¡Zoe!" me abrazó con fuerza, su cabello era largo hasta la cintura, color gris, llevaba una falda café y camisa blanca. Tan hippie como siempre. "Me alegra tanto que tu padre te trajera temprano"
"Janis" saludó mi padre entregandome un par de maletas más con velas y hojas anaranjadas que pensaba colgar por todo el campo "Buen día"
"Buenos días Peter"
"Zoe, estaré en el establo, aún debo trabajar, ayudarás a Janis ¿está bien?"
"Estará bien Peter" aseguró ella con un tono dulce y a la vez irritado, era la única que se dirigía con tanta libertad a mi padre.
"De acuerdo" murmuró a punto de irse, pero su vista se perdió detrás de nosotras, en el campo.
Ambas giramos para ver, Alice, con el cabello rubio atado en una trenza, llevaba un vestido azul de lunares hasta las rodillas, y una calabaza de menor tamaño en sus manos. Ella también nos miraba, específicamente a mi padre, sin algún gesto, solo seria, casi apenada, sus delgados y pequeños labios rosa formaban una línea delgada. Al darse cuenta de mi mirada siguió su camino. Suspiré con disgusto. Mi padre ya había entrado a la granja.
"Ven Zoe, te ayudo con eso" me sonrió Janis cargando una de las mochilas "Nos vamos a divertir mucho, ¿Ya tienes tu disfraz?"
"Si, ¿y usted señora Adler?"
"Me quedaré así, es la única noche donde aquellas espantosas señoras no critican mi vestimenta" dijo, haciéndonos reír a ambas.
(...)
Boy.
Tener a Simon en su habitación era de lo más extraño, el chico se la había pasado un buen rato curioseando los libros y la guitarra de Robert. Y agradeció que sus cuadernos especiales estuvieran ocultos bajo su cama.
"¿Te has dado cuenta de lo pálido que somos?" se sentó frente a su espejo, mirándolo por éste.
"Si"
"Pensaba traer maquillaje pero nuestro color es suficiente" sacó una botella azul con un líquido escarlata dentro y un pincel de sus bolsillos, lo dejó en el suelo frente a él "Siéntate" ordenó gentilmente
Robert se sentó quedando frente a él con cierta desconfianza, nunca se había disfrazado, no acostumbraba al Halloween, y por su barrio casi nadie salia a pedir dulces. ¿Pero en ésta ocasión no era Halloween o sí?.
"Elegiste las mismas camisas"
"Pensé que sería bueno disfrazarnos igual" se encogió de hombros vertiendo el pincel con sumo cuidado en la pintura "De vampiros"
"Fue una excelente idea" Robert sonrió, era la primera vez que lo hacía frente a Simon. Ambos soltaron una risita cuando el pincel tocó su barbilla. "¿Qué es?"
"Sangre falsa" explicó concentrado en su trabajo "Sólo sera una línea, escurrí un poco en la camisa, estaban en oferta en la tienda de curiosidades" se separó viéndolo como una obra de arte "¿Tienes delineador?"
"¿Para qué?" preguntó confundido
"Necesitamos bajo los ojos"
🍁
"¡Cariño! ¡Están increíbles!" exclamó su madre en cuanto ambos bajaron la escalera
"Es un buen disfraz" agregó Leonor
Robert tenía las mejillas sonrojadas, sus padres los miraban, los señores Wallace miraban, la madre de su amigo también estaba allí, se había presentado con su familia esa misma tarde, insistencia de su madre traerla a casa. En fin, toda la atención estaba en ese par.
"Esperen chicos" dijo su padre, sacando la instantánea que era idéntica a la de Robert. Les hizo señas para que se quedaran de pie a la escalera. Ambos chicos trataron de sonreír, apenas una mueca salió de sus labios. Y al final de aquella sesión de fotos todos en la habitación dieron aplausos, como si hubieran hecho algo extraordinario.
"Será mejor apurarnos, el camino es largo" anunció el señor Wallace, con algunas velas y el pay de frambuesas que había preparado su esposa. Porque se supone que esa es la tradición, cada familia o persona inesperada en el festejo, lleva algún presente. No importaba si eran flores o comida, y cualquiera que haya escuchado de la reunión podía ir.
Los adultos subieron primero al auto, separándose en dos grupos para que pudieran ir cómodos. Robert y Simon irían con Leonor, y sus padres con el señor Wallace, ya que conocían mejor el camino.
Por mucho que lo negara así mismo, estaba ansioso, tenía la pequeña esperanza de ver a la chica, a Zoe, quizá esta vez le hablaría de buen modo, o admiraría el rostro de la joven, para que en las noches de insomnio, recordase sus rasgos.
Y es que esa chica parecía haber sido enviada del mismo cielo.
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Just Like Heaven | PAUSADA
FanfictionUn pueblo tranquilo y una vida cotidiana, el deseo de Zoe de que llegara algo emocionante a su vida parece cumplirse con la mudanza de un extraño chico de ropas oscuras.