Lisa 18

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Por alguna razón se sentía apartada del grupo, y no por el hecho de estar fuera de la conversación, sino porque dicho intercambio de palabras era a travez de sus celulares; apoyó su cabeza en la palma de su mano, era aburrido no tener una conversación cara a cara justamente cuando tienes a las personas a tu lado.

Se exaltó al sentir su teléfono moverse, lo tomó teniendo en cuenta que no era ningún mensaje de sus amigas pues estaba al tanto del grupo que tenían aparte.

Una pequeña sonrisa se apareció al leer el remitente de dichos mensajes, los cuales no pudo contestar al escuchar la voz de Jennie.—¿Quién te escribió?—Levantó su mirada para dirigirla a ella quien intentaba ver el teléfono desde su distancia.

—No es nadie.—Soltó una risa.—Es solo un amigo.—No pudo ni terminar de decir la oración cuando sintió el aparato ser arrebatado de sus manos.—¡Park!—Le gritó a su amiga.

"Gracias por convencer a mi mamá de dejarme ir, en unas horas llegaré allá...".—Leia en voz alta mientras la rubia escuchaba cruzada de brazos.—"... Me entusiasma verlos a todos después de tanto tiempo, espero no ser molestia en tu casa"  Waoh.

—¿Ese no era tu amigo de Tailandia?—Preguntó Jisoo, mientras tomaba su teléfono de vuelta.

Es.—Resaltó.—No se ha muerto ni nada, y sí, me enteré que tiene un grupo de amigos aquí y de por sí él ya quería venir, así que lo ayudé un poco.—Explicó levantando sus hombros, pues la situación no era para exagerar.

—Seguramente sigue siendo más pequeño que tu.—Todas rieron excepto ella, hace mucho tiempo que no lo veía en físico pero igual eso no importaba.

—Tu tenías un crush en él, menos mal que lo superaste.

—Yo nunca...—El timbre para entrar a clases sonó, y todas se despidieron sin siquiera escuchar su explicación.

Sintió cómo chocaban su pierna a su lado, automáticamente subió su rostro encontrándose con la vaga mirada de Jungkook señalando hacia delante.

Gracias a eso pudo despertar de su hipnotismo con la pantalla de su teléfono, antes de guardarlo miró la hora en la parte superior, se impresionó al darse cuenta de lo rápido que pasó el tiempo viendo simplemente el último mensaje de su amigo. Incluso solo faltaban minutos para el receso.

—Aquí tengo su último examen de biología.—Al recibir su hoja escuchó la voz a su lado.

—Los cerebritos suelen sentarse adelante.—No era su culpa que él no quisiera estudiar, ese comentario definitivamente la molestó.

—Tampoco es como que quiera estar aquí contigo.—Rápidamente guardó el papel en su mochila arrugándolo completamente. Luego de un rato de silencio se sintió mal de haber sido tan ruda por lo que intento soltar un comentario.—Deberías dejar de coquetear tanto y tratar de estudiar.—Supo que no debio decir nada al escucharlo mofarse. La gente comenzó a salir.

—Cuando quiera tu opinión, la pido.—Dijo para irse sin embargo el llamado del maestro lo detuvo.

Comenzó a guardar sus cosas para retirarse, pero aquel morbo de querer escuchar lo que diría la obligó a ralentizar su acción.—Creo que ya se enteró del acontecimiento del equipo de basquetbol...

—Sí.

—Espero comprenda de una vez por todas que hay más materias aparte de educación física y arte. Si yo y el consejo de profesores vuelven a ver una nota así.—De lejos vio como levantó la hoja de su examen.—Nos veremos en la obligación de expulsarlo del equipo de natación también.

—¡Señor no hay que tomar desiciones tan adelantas!

—Ya hablé señor Jeon.—No entendió el porque se tomo la molestia de voltearse solo para lanzarle una mirada de odio.

Suspiró cansada, aun no comprendía como funcionaba esta escuela para ricos. Pero pronto llegaría su parte favorita del día, volver a casa.

Caminaba hacia hogar dando golpecitos en su hombro intentando darse un masaje pues en la escuela fue un día cansado y aburrido, sin embargo al ver una persona frente al edificio donde residía hizo que una sonrisa se adueñara de su rostro aumentando así la energía de su cuerpo.

—¡Bambam!—Gritó para correr hacía él, quien la recibió con un gran abrazo.

—¡Lis! Tanto tiempo sin verte.—Exclamó.—Déjame adivinar, no me recordabas tan... ¡Alto!—Posó cual modelo.—¡Apuesto!—Imitó la acción.—E ¡Increíble!

Extrañaba reírse de esta manera con su mejor amigo.—Mi mamá llegará dentro de poco ¿Quieres ir a comer algo? Yo invito.

—Lalisa, con un ramen barato o vencido, y una buena amiga me conformo, vamos adentro.—La rodeó con un brazo y caminaron dentro del edificio.

Heartbeat »Lizkook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora