Después de una larga jornada de clases, lo único que quería hacer Jimin era ir a casa y tomar una larga siesta. ¡Quién sabe!, podría jugar un poco online con Tae, escuchar música mientras leía un libro, joder, hasta saldría de compras con su madre con tal de irse ya de la escuela.
Sin embargo, la suerte no jugaba a su favor. Gracias a su maldito despertador que funcionaba cuando se le daba la gana, debía quedarse dos horas más en esa maldita instalación explota-estudiantes.
Se encontraba dirigiéndose sigilosamente hasta la salida del salón de clase, rezando que por algún motivo del destino aquel profesor se olvidara de la detención que tenía hasta altas horas de la tarde. Justo cuando iba a poner un pie fuera del salón, la voz irritante del beta se hizo presente.
—¡Señor Park!— Gritó en un tono intimidante. — Espero que no se haya olvidado de la linda jornada que lo espera.
—De hecho esperaba que se le olvidara a usted, viejo castroso. — Masculló el rubio.
—¿¡Qué ha dicho!?—
—¡Q-Que no puedo esperar a comenzar con la limpieza!— Fingió una sonrisa.
—... Claro. Bueno, como sea. Te daré la llave del cuarto del conserje, ahí encontrarás todo para limpiar.— Dijo en un tono malicioso el profesor, dándole unas cuantas palmaditas en el hombro al menor.
—Ah, ¡por cierto! Se le han asignado los baños del gimnasio. ¡Se dicen que son los más limpios! Nos vemos, señor Park.— Rió en un tono bajo el beta, dejando atrás a un Jimin asqueado que a su vez pensaba en mil maneras de arrancarle la cabeza a su profesor.
—Maldito viejo, de seguro no ha tenido un buen polvo hace tiempo.—
(...)
Tras recoger los elementos de limpieza que necesitaba, se dirigió hacia el gimnasio de la escuela, y como si no fuera suficiente tortura limpiar esa cochinada, el gimnasio quedaba jodidamente lejos de donde se encontraba.
—Vaya día de mierda.— Se quejó. Luchaba por llevar todos instrumentos de limpieza por aquel pasillo largo que conectaba los salones de clases con el camino hacia el gimnasio.
Justo cuando iba a llegar a la salida, chocó con un gran cuerpo que se atravesó en su camino. Soltó un gritito en el momento que el balde cayó, pues no exactamente cayó en el piso.
—¡POR UNA MIERDAAA!— Gritó el chico con el que acababa de chocar.
Jimin sólo pudo mirar avergonzado como aquel castaño agarraba su pie en un intento de aliviar el dolor del pesado balde que acababa de caer sobre él.
—¡P-Perdón, n-no fue mi intención!— Titubeó el rubio al no saber muy bien qué hacer con el chico que se se retorcía en el piso debido al dolor. —¿Q-Quieres un hielo? ¡Voy donde la enfermera!— Antes de salir corriendo hacia el consultorio de la enfermera, escuchó como el azabache llamaba por él.
—¡Espera! A-Ayúdame a levantarme, ¡e-estoy bien!— Chilló el chico que yacía en el piso, aguantando las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
—¡C-Cierto que estás en el piso!— Se devolvió rápidamente el rubio, extendiendo su mano hacia el chico y conectando miradas con él brevemente.
—¡El chico de esta mañana!— Ambos pensaron.
—Vaya, parece que la manera en la que nos encontraremos siempre será chocando el uno con el otro.— Rió un sonrojado Jungkook.
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¿¡Omega!? - Jikook
Fanfic-¡Seré el alfa más fuerte de todos, y tendré una muy bella omega!- Park Jimin, un joven sin presentarse todavía, afirma que será un alfa. Y Jungkook, un alfa tímido, está decidido en ganarse el corazón de Jimin. En proceso ✏️ ?Historia completamen...