— ¿A qué te refieres con que viste a mi padre?
James está furioso y ofendido, creo que yo también reaccionaría así si alguien me dijera que mi padre es parte de la Elite. Pero era él, estoy segura. Skyler me lo dijo y yo le creo.
—James, yo…
— ¡No digas nada! ¡Estás loca! ¡Ya estás alucinando!
¿Qué pasa con él?
¡Jamás me había tratado así!
—Te digo que es verdad, Skyler me dijo que…
— ¡Mi padre no es parte de la Elite!
— ¡Bien, no lo es! —Interviene Sheryl y se coloca entre nosotros para detener la discusión—. Haya sido quien haya sido, tenemos que salir de aquí. Esos sujetos se multiplican como ratas, pronto nos superarán en número.
Todos asienten y comienzan a dispersarse. Todos, excepto James y yo. Ambos nos miramos fijamente, en sus ojos se nota la confusión y un poco de miedo. Me imagino cómo debe sentirse, yo también estaría aterrada si me enterara de que alguien de mi familia está llevando una doble vida.
—Mi padre no es parte de la Elite —insiste, pero se escucha como si comenzara a dudarlo.
—Yo pensaba lo mismo de mi mejor amiga, ¿recuerdas?
—Pero… Mi padre…
—James…
Lo envuelvo en un fuerte abrazo y él me lo devuelve, como si envolviéndome con sus brazos pudiera encontrar la fortaleza para aceptar que tengo la razón.
—Sheryl tiene razón, debemos irnos —le digo cuando por fin nos separamos.
James asiente y nos dirigimos hacia donde los demás ya están organizándose sobre los Pokemon que vuelan.
Creo que es lo mejor que podemos hacer ahora, irnos de aquí. En el cielo estaremos más seguros que en la casa de los Crown. Al menos, el espacio aéreo no significa nada para nosotros.
Jamás debí buscar conversación con Jessica Crown. Esa mujer no deja de hablar sobre los logros de su hija, Skyler. Y cuando intento mencionar a Perla, ella la menosprecia diciendo que Skyler es mucho mejor. Me causa gracia pues algunas de sus anécdotas pintan a Skyler como una chica torpe. Al parecer, se quebró un brazo intentando aprender a volar sobre el lomo de un Lugia. Si supiera que mi hija entró a una casa que estaba incendiándose sólo para salvar a un Torchic, y salió ilesa…
—Además, Skyler fue admitida en la Elite —sigue diciendo esa mujer—. ¡Mi hija es tan talentosa!
—Mi hija también quiere formar parte de la Elite.
Ella me fulmina la mirada, como si yo no tuviera permitido hablar de Perla mientras ella ovaciona a Skyler, pero nuestra conversación se interrumpe. Un par de hombres vestidos con gabardinas negras entran en la habitación y toman a Jamie por ambos brazos para sacarla a rastras.
— ¡Déjenla! ¡No la toquen! —exclamo cuando uno de ellos tira de los cabellos de Jamie para hacerla ponerse en pie.
Ella grita y por un segundo me parece que no estoy viendo a esa niña, sino a mi propia hija. Quizá es por eso que me he encariñado tanto con ella.
—El Jefe la necesita para un trabajo importante —dice uno de esos sujetos.
—Es sólo una niña, ella no tiene nada que ver con sus asuntos —le digo con severidad y Jamie me mira suplicante, como si quisiera que interviniera para rescatarla—. ¡Tengan compasión! ¡Sólo tiene catorce años!
— ¡Y usted cierra la boca o esta niña no llegará a los quince!
Me derriba de un puñetazo y la sangre comienza a brotar sin control. Creo que ha logrado romper mi nariz.
— ¡Señora Cobby! ¡Ayúdeme, por favor!
La impotencia que siento es indescriptible. Tengo que encontrar una forma de proteger a Jamie… Yo soy lo único que tiene en este sitio tan hostil.
Al fin hemos despegado y Crown Corners no es más que un punto lejano en el suelo.
Nos hemos tenido que organizar para viajar todos sobre Lugia, Pidgeot, Talonflame y Fearrow. Las mujeres de cabello azul, que no pudieron encontrar al padre de James ni a su compañera, van cada una sobre el lomo de un Fearrow. Todos sus Pokemon llevan un pañuelo rojo atado al cuello. ¡Lucen tan lindos!
Volar me da una sensación de libertad, como si la Elite no nos estuviera persiguiendo realmente. Sé que estamos muy descubiertos y que una comitiva de Pokemon que van volando sin aparente dirección por el espacio aéreo del país es peligrosa, pero se siente muy bien el viento que choca contra nuestros rostros.
Voy sobre el lomo de Lugia, con Sheryl, Jackie y Diamond, quien va sobre la cabeza de Lugia. Parece que a él también le gusta sentir el viento chocando contra sus bigotes.
Pero de repente vemos surgir esa mole de metal frente a nosotros.
Un aerodeslizador que tiene dibujado el escudo de la Elite. Y de él sale una voz, amplificada mediante altavoces:
— ¡Aterricen ahora! ¡Tenemos autorización para disparar!
Esa voz… ¿Jay?
ESTÁS LEYENDO
Pokemon V: La Batalla Contra la Elite
Fanfic¿Por qué tuve que ver los ojos de Skyler antes de morir? Él lo dijo, Él lo repitió mil veces. Él me advirtió que si veo los ojos de alguien antes de darle muerte, esa última mirada me perseguiría el resto de mi vida. Y los ojos azules de Skyler no m...