Como otro día común y cualquiera en Morioh amanecería despejado y soleado. Pero Josuke no esperó que al levantarse de la cama tuviese que asomarse extrañado ante la ausencia de luz matutina que acostumbraba, observó el cielo entre bostezos y yacía nublado, bastante frío la verdad.
— Ah, hombre, ¿Por qué hace tanto frío hoy?
Chasqueó la lengua y con un mohín bajó a desayunar, saludando a su madre que apenas verle le recriminó el haberse comido uno de sus puddin favoritos la tarde anterior. Se sobó la nuca disculpándose con una pequeña sonrisa nerviosa. Quizás podría salvar su integridad si intentaba calmarla antes que explotase.
— ¡No compraré postres para tí si sigues de glotón! Ah, y por cierto. Lleva paraguas por si llueve, el reportero del clima avisó que habrían torrenciales más tarde.
Dicho esto caminó rápidamente al patio para descolgar la ropa limpia y que no se mojase por si acaso.
— Sí, sí. Ya me voy.
Agarró un paraguas y se encaminó fuera, encontrándose con Okuyasu de paso, saludándose y hablando boberías con misma efusividad que siempre. Al parecer no podrían ir a comprar helados donde siempre iban, pero tendrían que soportarlo hasta que volviese el clima agradable para disfrutarlos.
— Hey, Josuke. Ve el lado positivo al asunto, imagina que lloviera y una chica linda estuviese en problemas por no llevar nada con qué cubrirse.
Josuke quien estaba con un rostro de mera mañosedad pensó lo que le decía, aunque en vez de una mujer sólo le llegaba cierto sujeto de metro noventa a la cabeza y varios escenarios en su mente respecto a eso.
— Te acercas a darle besitos como una escena romanticona de esas películas que tu madre ve. Hombre, eso sería lo mejor.
Sujetó a Josuke del hombro y procedió a fingir varios besos con los labios estirados mientras hablaba, este rió y le alejaba desde el rostro con la palma diciendo "Qué asco."
No supo que de la otra esquina venía una figura bastante reconocible para él con paso inmutable, observando en silencio la escena a unos metros. Quizás podría invitar a Josuke a tomar café en su departamento aprovechando el clima, quién sabe, sus ojos subieron rebuscando las nubes que apenas podían distinguirse del plomizo cielo, y murmuró. Yare yare. Bajándose el borde de la gorra. Aunque primero pasaría a comprar algunas chucherías para el menor y algo de comida.
Josuke llegó al colegio y pasó la mitad de su mañana ahí dentro, aburrido mirando fuera de la ventana, hasta que llegó la segunda hora de su descanso y saltó por la ventana al primer piso del establecimiento. Su maestro al pillarle le regaño de inmediato, pero tuvo que dejarlo ir con un suspiro por su sonrisa despreocupada.
Efectivamente quería saltarse clases pero notó que faltaba algo, se rascó la mejilla unos momentos antes de desistir en intentar recordar, y procedió a comprar su desayuno tres calles más allá.
Olfateó el agradable aroma de su Sandwich luego de salir de la tienda.
— Mmmmh, vaya, esto realmente huele bien.
Observó alrededor en busca de la plaza más cercana para pegar bocado tranquilo, pero una sensación extraña le detuvo en seco, una gota de agua se topó contra la punta de su nariz. "¿Huh?"
Aproblemado notó que caían más y más gotas alrededor, de inmediato buscó refugio para él y su pan. Pero para cuando hubo llegado a cubrirse, la lluvia ya había comenzado a caer torrencialmente y las personas como él que iban desprevenidas caminando, corrían por todos lados para no quedar mojados.
