Los Dias Oscuros

22.

~ Sirius
Aun podía recordar el sueño donde Bellatrix me asesinaba, es que fue tan real, tan vivido, que sentía como si acababa de volver de la tierra de los muertos para seguir con mi propósito aquí en panem.
Como acababa de despertar aun no sabia del paradero de Severus, los mortifagos estaban muy ansiosos por saber donde estaba, sin duda alguna el señor tenebroso le temía por ser uno de los magos más poderosos del mundo. Esperaba que estuviese logrando algo productivo para la causa.

En aquel momento encendí la televisión para ver los juegos y saber si mis amigos seguían vivos, aun no sabia cuanto tiempo estuve dormido, ugh odiaba estar desorientado en el tiempo, así que tenía que ponerme al día.

Se encendió la tv y rápidamente apareció el símbolo del señor tenebroso , la calavera con la serpiente saliendo de la boca, y pronto la pantalla se dividió en cuatro partes iguales, una para James, una para Lily y las dos restantes para Viserys y otro tributo que no tenía la menor idea de quien era. Y justo después de pasar algunas escenas de esos tributos, la pantalla cambió y mostró a cuatro tributos mas.

Octavos de finales.

Ya se acercaba la final de los juegos del hambre el momento en que todo acabaría, quedaban cuatro tributos femeninos y cuatro masculinos.

Como si lo hubiesen planeado todo. De pronto como si el televisor me leyera la mente, aparecieron varias repeticiones de como los tributos murieron. Cuatro tributos en alianza murieron al mismo tiempo desangrados cuando pasaron por debajo de un árbol de aspecto extraño. Otro cayó en las ramas de un sauce boxeador y, después de una buena golpiza, cayó al suelo en una posición imposible, muerto.

Me aterraba la mirada que tenían los muertos, era como viendo sin ver.

- Sirius!

Mi hermano entraba en la habitación con algo en la mano derecha.

- Me alegra mucho que hayas despertado. Logré recuperar tu varita - Dice tendiéndome la mano con el paquete.

- Gracias colega. Has sabido algo Severus? - Es lo primero que se me vino a la mente.

Nego con la cabeza.

- No lo sabría ni aunque hubiese salido en televisión, lleva un muy buen disfraz. Aparentemente es metamorfomago, se le da muy bien el disfraz, o quizá haya utilizado una pociónq multijugos.

- Ni si quiera puedes saber si llego al Capitolio?

- Eso si lo se colega, justo cuando llego envió su patronus con un mensaje para mi. Pero solo se que estaba muy de cerca y que trataría de enviar ayuda a James y Lily.

- Seguirá a fondo con el plan? - Pregunte temeroso de su respuesta.

- Por lo que he podido deducir, si. Esta mandándole ayuda a nuestros amigos, y al llegar al Capitolio envió su mensaje, tal como había acordado con el - Habia una mirada de esperanza en los ojos de Regulus.

- Y últimamente como han estado las cosas en el distrito? - Llevaba mucho tiempo dormido y no sabia ni que día era.

- Bellatrix ha aparecido aquí un par de veces, causando algo de problemas, aunque la ultima vez asesinó a tres de los suyos que querían conquistar el distrito, y a su vez separarse del señor tenebroso.

No podia creerlo, algo de respuesta de los rebeldes y nada mas y nada menos que desde dentro de los mortifagos.

- Hermano - Dije con la idea casi saltándome de los labios.

- No me gusta esa mirada Sirius! Es la mirada de cuando tienes un plan.

Asiento, con una sonrisa de complicidad. A veces me sorprendo de cuanto me conoce.

- La cosa es, hermano, que ese par de mortifagos, que se querían separar del señor tenebroso no estaban solos, eso te lo puedo asegurar.

- Pero va a ser dificil...

Se calla, y con ojos muy abiertos se queda petrificado viendo la televisión.

Cuando volteo, veo lo que pasa.

Lily estaba en una pelea reñida con una tributo, pero a golpes, nada de magia. Lily estaba encima de la chica, que tiene el rostro ensangrentado, le propinaba golpes en seco en la nariz.

En el rostro de la chica solo se veía un gran poso de sangre, y algo todo triturado donde debía de estar su nariz. Después de unos cuantos golpes más, suena el cañón marcando el desperdicio de otra vida.

- Vaya que Lily ha cambiado - Dijo Regulus sorprendido.

Algo muy dentro de mi despertaba el orgullo, admiración y muchísimo más cariño por esa chica que hasta hace pocos meses era mi mejor amiga.

De pronto vimos que bajaba un paracaídas plateado, y cayo justo entre Lily y James que mantenía la distancia de la pelea. No me lo esperaba, no esperaba que tuviesen patrocinadores, después de todo de algún lugar debía de venir el hacha que lleva Lily en la cintura.

Quedaban siete tributos.

James se acercaba al paracaídas, notaba una mirada de confusion, como si luchase contra todos sus demonios. Lo agarró, y con manos temblorosas lo abrio. Dentro había una pequeña ampolla de pocion, un liquido dorado llegando a ser invisible.

Felix Felicis.

- Suerte liquida? - Pregunte confundido.

- Hermano Severus nos ha deseado suerte para que pongamos el plan en marcha ahora mismo, esa era su señal. Si prestas atención en la tarjeta solo había una letra:

<S>