Youngjae se acurrucó entre sus mantas pero, a pesar de eso, el calor de las suaves telas no bastó para contenerlo de maldecir por lo bajo. Sinceramente, estaba bastante irritado. No importaba las vueltas que diera o lo mucho que intentara solo cerrar los ojos y dormir, le era imposible ignorar a cierto importunio, aun si eso ya no era nada extraño en los últimos días.
Había muchas cosas que lo irritaban últimamente, y no importaba cuánto intentara acostumbrarse, siempre terminaba a nada de perder los estribos.
Entre esas cosas que lo irritaban estaba el frío.
Él no era una persona con tolerancia para las bajas temperaturas. Sus pies se lo recordaban cuando a pesar de los dos pares de medias que estaba usando, seguían sintiéndose helados cual si estuvieran desnudos. El invierno era como un infierno para él, el frío lo ponía de mal humor y ciertamente la calefacción de mierda que tenía aquel edificio no constituía ayuda alguna.
En situaciones como aquella, tenía que cubrirse hasta el cuello con sus mantas, un grueso sweater y pantalones de lana. Su cuerpo necesitaba estar abrigado hasta que no quedara un centímetro de piel descubierto. Aun así, la frialdad seguía molestándolo, no cesaba de dar vueltas en su cama, buscando un sueño que se empeñaba en escaparse. Si fuera solo eso, tal vez pudiera dormirse y sobrevivir al frío por un día más, pero había otras cosas que lo molestaban.
Y podrían resumirse a una sola palabra:
Mark.
O incluso a dos:
Mark Tuan.
Porque, a ver... ¿Qué necesidad tenía de quedarse hasta las dos de la madrugada jugando videojuegos? ¿Qué estudiante universitario hace algo así entre semana? ¿Acaso Mark no se dormía después en clases o algo así?
La luz de la pantalla y el sonido ahogado de disparos que provenía de los auriculares del mayor eran más que suficiente para que, en la quietud de la noche, Youngjae sintiera que podría conciliar mejor el sueño en cualquier lugar que no fuera ese. Por no hablar de los estudios de Mark, simplemente había que tener muy poco sentido común para no darse cuenta de que hacer eso molestaba.
Mark era su compañero de habitación y había sido su incordio personal durante los dos años que llevaba en esa universidad. Desde el día en que llegó a los dormitorios, Mark había estado allí. Era como algo que venía incluido en la habitación. Aun si Youngjae sabía que se trataba de un estudiante de un año superior, no pudo evitar pensar en él como parte de la decoración durante los primeros días. Al enterarse de qué cuarto le tocaría, supuso que estar con alguien superior sería incomodo, ya se veía teniendo que hacerle recados a él y a sus amigos, mostrando un respeto asfixiante aun durante su horario de descanso y simplemente sintiendo esa presión durante las jodidas veinticuatro horas del día. Le alivió mucho notar que no era así. Mark no parecía muy preocupado por ese tipo de normas o comportamientos y Youngjae lo agradeció fervientemente.
Claro, hasta que tuvo otras cosas de las cuales quejarse.
Hubo un tiempo en que Youngjae se lo achacó todo al hecho de que Mark fuera americano. Al principio, eso era algo de lo que estaba agradecido, pues convivir con alguien extranjero, aun si entrañaba ciertas dificultades, le aseguraba una salvación de las normas coreanas de convivencia. Supuso entonces que convivir con un americano silencioso y tranquilo sería la salvación de sus días. Pero no le tomó mucho tiempo comprobar cuan equivocado estaba. El estilo americano era uno que, sin dudas, le llegó a resultar más problemático. Sí, Youngjae antes pensaba que todo se debía a su nacionalidad, pero ya desde hacía un tiempo, había decidido simplemente asumir que Mark era raro y punto.
Raro y molesto.
Sin embargo, ahí seguía él, con su vista fija en la pantalla, la luz del monitor alumbrando su rostro, dándole un aspecto casi fantasmal. El mayor no era tan friolento como Youngjae, sólo llevaba un pesado sweater de lana y pantalones deportivos. Aun así, lucía impasible ante la temperatura, sólo concentrado en su estúpido juego y en susurrar maldiciones en inglés que sonaban como una película de las que veía en la tele cuando era pequeño y lo dejaban quedarse despierto hasta tarde.
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Winter Room❅MarkJae❅ O.S.
FanfictionEs invierno y Youngjae no puede conciliar el sueño. Hay dos cosas que odia más que nada, y que no lo dejan dormir. Una: el horrible frío que parece calar hasta sus huesos. Y la otra: un compañero de habitación que no parece entender que la noche es...