QUERIDO VECINO 🌙 (COMPLETA)

CAPÍTULO 25 :

JUEGO PELIGROSO :

SERENA :

— Darien, por favor déjame ir — suplique, no muy segura de lo que había dicho.

— ¿Porque haría una cosa como esa? — pregunto risueño, mientras sacaba un antifaz de color negro, del pequeño maletín.

— ¿me.. me harás daño? — pregunte, y el me observo un momento con el ceño fruncido, antes de volver su atención, a las cosas dentro del maletín.

— digamos, que aún no lo he decidido. Por lo pronto — se subió a gatas sobre la cama, y luego se subió a horcajadas sobre mi. Estiró sus brazos, que tenían el antifaz negro, y me la mostró. — levanta la cabeza, nena — ordenó.

— ¿Para que? ¿Que pasa si no lo hago? — el sonrió de lado.

— No te gustará saberlo. Sólo te diré, que gozarás de esto, ya sea por las buenas, o por las malas. — trague saliva, y a pesar de estar sujeta de mis brazos, levanté un poco la cabeza de la almohada. — ¡eso es! Buena chica! — colocó y ajusto bien la suave pieza de tela, cubriendo mis ojos.

Luego presionó suavemente mi frente con la palma de su mano, para que volviera a reposar la cabeza en la almohada. No miraba nada. El antifaz obscuro, no me dejaba ver ni el más mínimo gesto en su rostro, pero estaba segura de que Darien estaba disfrutando tenerme así. Luego lo sentí bajar de mi, hasta salir nuevamente de la cama. Estando así, amagada, y expuesta a el, me sentía más presa del pánico. Pero también sentía mi excitación en un punto que jamás había estado. Tenía miedo, pero también había una curiosidad oculta dentro de mi, de tan solo pensar que era lo que vendría después. De pronto sentí un ligero cosquilleo en mi pantorrilla derecha, y di un respingo.

— ¿Porque tan seria? — pregunto.

— por...por nada — balbucee.
Pero claro, era Darien Shields, y a el, no podía ocultársele nada.

— no mientas, y dime ¿Qué es lo que piensas? — no dejaba de mover, aquella cosa, áspera y suave, que aún desconocía, y seguía provocándome cosquillas. — ¡dime! — insistió.

— ¿Tengo miedo? — dije no muy segura.

— ¿Confías en mí? — asentí. Pues a pesar de todo esto, aceptaba que confiaba en el. — Entonces relájate, nena. Te gustará, te lo prometo. — trague saliva. — ahora, ¿dime qué es lo que sientes? —

— Cos... cosquillas.. — el rio suavemente.

— ¿Te gusta? — asentí. Luego sentí un pequeño latigazo ¿Latigazo? ¿Acaso estaba...? E interrumpiendo mis pensamientos, me respondió. — ¿Y eso te gusta? — negué moviendo la cabeza — ¿Porque? — pregunto y dió un nuevo ligero golpe, dejando en mi piel un ligero ardor.

— duele — hablé con un nudo en la garganta. En realidad no había dolido, pero me sentí realmente asustada.

— ¿Duele? — asentí,  derramando una lágrima, y sintiendo que mojaba el antifaz que cubría mis ojos. — tal vez duela, pero ya te dije, te gustará, te lo aseguro. — aún a pesar de sus palabras que me querían dar confianza, no pude evitarlo, y solloce. De inmediato, lo sentí subir a la cama, para luego sujetar mi rostro, y dar un beso casto a mis labios. — ¡hey, nena! ¿por qué lloras? —

— por...por esto. Tengo miedo, nunca he hecho algo así. — beso mis labios nuevamente.

— no tengas miedo, no sería capaz de hacerte daño. Además te prometo que lo disfrutarás hasta el último segundo. ¿Me crees? — yo no conteste, y el me dió un nuevo beso — ¿Nena, me crees? — asentí lentamente. — prometo que te gustará, así como prometo no lastimarte. ¿Me darás la oportunidad? — tardé, pero asentí. — ¡buena chica! — luego sentí como removió el antifaz que cubría mis ojos, y la saco por encima de mi cabeza. Parpadee varias veces, tratando de acoplarme a la luz, y el sonrió. — no quiero que me tengas miedo, así que, aunque sea más excitante teniendo los ojos vendados, dejaré que mires cada cosa que voy a hacerte. ¿De acuerdo? — asentí, y me besó. — ¡bien! Ahora, ¿Ves esto? — alzo su mano, y me mostró lo que yo ya intuía saber que era. Era un pequeño látigo de cuero, con unas pocas tiras, delgadas y cortas. — ¿Recuerdas aquella vez, que te dije, que a mí, a veces me gustaba jugar, a la hora de tener sexo? — asentí. — ¡bien! No te lo dije, pero este es el tipo de juegos, al que me gusta jugar. ¿Te gustaría intentarlo? —