Capítulo 31.

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Con el problema ya resuelto toco ponerme a trabajar o eso pensaba, pero como no, algo tenia que pasar en esta locura de día.

-Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí- Toto-san entro chulo -es el mismísimo Ryo, el devorador sexual de mujeres de la empresa, continué ligando con él cuartel de las feas ¿La siguiente en su lista es la abuelita o Yoshinaga-san? No, espera, a la Busunako, que engaña con su cuerpo, ju, siempre desperdiciando un buen cuerpo con esas horrendas pintas de Shinigami, aprovecha y quilate el precinto.

-Para su información Toto-san llega tarde para decirme eso, con mi ex marido ya lo disfrute de tal punto que iba hacer madre.

-Ju, ese pobre hombre de la que se libro.

-Toto ¿El problema no lo tenias con Ryo? Pues déjate de meter con ella.

-Cierto, con tu mascota no me debo de meter, solo con este tipo.

-¿Quién invito a la fiesta a la Drag Queen? La fiesta tiene barra libre en la empresa.

-Descuida, no te molestaré más, solo déjame decirle que cuando acabe de arrasar con las mujeres avísame. No aguante más las tontería de ese capullo y me fui a mi oficina para no freírlo a descargas.

-”¡Sherlock!” Mientras estaba dando puñetazos al aire me llamo Hayashi-san.

-Si Hayashi-san. Al salir me encontré a las modelos manoceandole.

-Hazme el favor de ir con Yoko-san y para que haga un permiso de prensa para suministrar una modelo de tallaje.

-Si Hayashi-san. Me fui a hacer lo que me pidió.

-”Tú Busu, ya se te acabo el serte la reina del cotarro”- Toto-san me agarro enojado -”ya no hay festival del horror, lárgate de una vez.”

Salí a fuera de la oficina para hablar con Yoko-san, pero tuve que esperar ya que estaba hablando con su ex marido sobre su pensión. Cuando acabo la anime un poco y luego nos pusimos a hacer lo que Hayashi-san nos pidió que debería hacer. Después mientras lo hacíamos apareció Toto-san para darle la puntilla de la rotación de modelos y seguir rebajándome a mi y a las del cuarte para luego irse con mucha chulería.

-Presidencia. Al terminar todo regrese a mi oficina para coger aire cuando llamaron.

-”Sherlock te llamaba porque Sakurako la modelo a venido hablar con Hayashi-san.”

-Ahora mismo le digo a Hayashi-san.

-”Lo siento, pero no puedo hacerla esperar, yo me tengo que ir ya con Midori-sama y no la puedo dejar esperando.”

-¿Esperar a Midori-sama? ¿Para qué?

-”Pues porque Hayashi-san le puso mi trabajo en sus manos y como no ese tipo aprovecho para sobornarme, mira, mejor te explico mañana, dejo a Matsuo encargado de la recepción si quieres algo ya sabes, bye.” Colgué y salí a hablar con Hayashi-san.

-Disculpe Hayashi-san, pero una tal Sakurako pregunta por usted.

-¿Sakurako?

-Ju, esa seguro que se entero que esta noche tiene libre.

-¿Qué hago?

-Menos preguntas y disfrútela, llévala a tu piso.

-No, no, no, esa es capaz que me haga lo mismo que la otra tarada, no.

-Pues vete al de ella.

-Eso también es imposible, no tenemos tanta confianzas y no quiero que me pillen.

-Pues mira, tu atiéndela aquí y ya después veras lo que haces con tus decisiones, ya las del cuartel se marcharon y nadie puede chivarse. Me miraron.

-A mi no me miren, yo soy la primera que ni quiero saber lo que piensa hacer, yo ahora me pienso terminar mi trabajo, coger mis cosas, montarme en mi moto y aliviarme de tanto que me he comido hoy, así que lo que usted haga en su tiempo libre no me incumbe.

-¿Aliviarte? ¿De que manera? ¿Traumatizando a un hombre soportando el verte desnuda? ¡Uhg! Ni me lo quiero imaginar.

-Pues ni lo haga, lo que yo haga fuera creo que solo me incumbe a mi.

-Ju, agradezco que no me juzgues y me cubras las espaldas.

-Yo te las cubro, pero no me salpiques.

-Claro.

-Por cierto, dígame una cosa ¿Autorizo a Midori-sama para que fuera él quien arreglara lo de Endoo-san?

-Sí, le dije que le diera una amonestación verbal y que le dejara en su puesto.

-”Fucking bastar!” Dije enojada.

-¿Qué ocurre?

-Tengo que arreglar una cosa, con permiso. Me metí en la oficina y llame a la recepción.

-”Recepción, le atiende Matsuo.”

-Dígale a la señorita Sakurako que puede subir.

-”Vale...”

-Kinto-san, soy yo Sherlock ¿Mimi se fue ya?

-”Salio hace poco.”

-Pues búscala y dile que hable con Hayashi-san, que dio la orden que no la despidieran y que solo le diera una amonestación verbal, en otra palabra que no tenia que citarla para resolver su situación.

-”¿De verdad?”

-Si, ahora ve y búscala, haz de salvarla.

-”De acuerdo, gracias por la información.”

-Sherlock ya puedes irte. Me dice Hayashi-san.

-Me vendría bien irme ya para quedar con Kai esta noche, pero me queda mucho por acabar para mañana.

-Muy bien, termina eso y no salgas está noche, tiene que entregar eso a primera hora, ya saldrá con ese tipo en otro momento, venga trabaje y pase lo que pase no salga para nada, ni aunque oigas ruidos raros.

-Descuide, no tengo ganas de ver nada que no quiero ver.

-Muy bien, se lo agradezco, solo algo más, si llaman preguntando por mi no estoy y si es Yumi, di que salí a las 6 para descansar en casa.

-Si Hayashi-san, haga sus cosas. Se marchó dejándome haciendo mi trabajo, mientras mando un mensaje a Rina diciendo que no sé si al final iría al bar y a las pistas.

Me puse los auriculares con una de mis listas de reproducción y empece a trabajar para no pensar lo que pasa en la oficina de Hayashi-san. Al terminar mi trabajo él no había terminado con su ligue, así que me tocaría quedarme a dormir algo en la oficina ya que este mujeriego no tiene pinta de conformarse con poco tiempo.

Continuara...

La mujer de mis ojos. (Mi Propio yo soy Betty la fea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora