ᴄɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇꜱ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]

PRÓLOGO

Como un sol resplandeciente, lleno de gracia divina y una belleza bendita, entró por la puerta de la cafetería captando la mirada de todos y dejándolos hipnotizados. A su derecha, Kim TaeHyung sonreía autosuficiente y con la mirada en alto mientras a su izquierda, Min YoonGi caminaba como si nada ni nadie le importase. Y ciertamente era así, a Min YoonGi no le importaba nadie más que su adorable JiMin. Al final, estaban los de nuevo ingreso, aproximadamente unos cincuenta alumnos que parecían seguir a los que ya todos catalogaban como líder.

Líder del que aún nadie sabía su nombre pero ya se había robado los corazones de toda la universidad.

Pero a pesar de que todos estaban atentos a los nuevos alumnos de ingreso y sobre todo al brillante joven que iba delante, quien se había quedado anodadado era Jeon JungKook. Él y el grupito que estaba sentado en su mesa eran los únicos que conocían a los tres chicos que acababan de entrar, pero al parecer no se daban cuenta aún.

 —Lo veo y no lo creo.

—¡Dios santo! ¡Qué caliente es ese hombre! ¿Quién será? ¡Los tres son una preciosidad! ¿Quiénes son? —preguntó rápidamente HyoMin embobada.

—Me siento terriblemente atraído por el rubio ese, le diré adiós a mi heterosexualidad e iré por él. Nadie lo toque, es mío —dijo NamJoon examinando a JiMin de los pies a la cabeza mientras relamía sus labios.

—Lo siento amigo, pero yo lo vi primero —mencionó HoSeok, parándose rápidamente.

—¡Ja! Par de tontos —rió JiKyung sin quitarle la vista a los tres chicos que parecían estar desfilando hacia ellos—. ¿No los reconocen?

—¿Qué? —preguntaron HyoMin, HoSeok y NamJoon al mismo tiempo.

—Apuesto a que Jeon sí los reconoce ¿Verdad? —preguntó maliciosamente mientras le sostenía la mirada a JiMin.

Pero JungKook no contestó. Aún sorprendido por la llegada de la persona que nunca creyó volver a ver, vio como pasaba por su lado junto a su séquito. Buscó su mirada con fervor, trató e intentó que cruzara con él esa mirada que tanto anhelaba, quiso levantarse, hablarle, abrazarle y besarle diciendo que lo extrañó, que lo necesitó y que lo amaba, mas la inmovilidad de su cuerpo no se lo permitió.

Park JiMin ni siquiera lo miró.

Paso delante de él, mirando de frente, como si no lo hubiese reconocido, como si fuera totalmente inexistente, con el porte digno de un príncipe. TaeHyung y YoonGi tampoco lo miraron, aunque logró ver como el castaño pareció sonreír aún más cuando pasó por su mesa, mas eso no importó. A él sólo le importaba que JiMin lo viera, pero no lo hizo y eso... dolió.

Su corazón latiendo con fuerza y sus ojos rojos y a punto de llorar, delataban el sentimiento de euforia que estaba sintiendo dentro de él. Seguramente JiMin no le había visto, debía haber sido eso, totalmente debía haber sido eso.

—¡Jeon despierta! —le gritó HoSeok.

JungKook volteó y vio a los tres chicos esperando una respuesta y a JiKyung sonriendo de lado, sarcásticamente y con la mirada oscura. Sin esperar más, se levantó y miró aún atónito a su grupo de amigos.

—Es Park JiMin, Min YoonGi y Kim TaeHyung —dijo JiKyung ante la mirada sorprendida de los tres chicos—. ¿No los reconocen?

—No es verdad... —mencionó HoSeok negándose ante las palabras de su amigo y el silencio sepulcral de los demás

—Quién diría que JiMin se convertiría en un dios ¿No JungKook? Creo que debería saludarlo y después llevármelo a la cam...

Las palabras le fueron interrumpidas por un JungKook furioso que lo tenía preso entre sus manos y lo sostenía de la camisa.

—Repite eso mierda —espetó con la furia.

No iba a permitir que tocaran al ser que amaba, al ser que se había ido hace cinco años dejándole roto el corazón. Al ser que había destruído y matado de amor arrepintiéndose aquel mismo día. Esta vez no permitiría que tocaran a Park JiMin.

Esta vez ya no le dejaría el corazón lleno de cicatrices...