prólogo

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Esto, esto es para ti, para esa persona que me hizo sentir como nadie nunca lo había hecho, que me hizo sentir importante, que me hizo sentir especial.
Para ti, mi amor de colegio, mi ilusión, la persona, con la que a pesar de saber lo poco que lo que teníamos duraría, me hizo sentir linda, confiada, me hizo sentir feliz.
Quizá yo di muy poco, y es que nunca fuímos nada, pero siempre hubo algo, al menos, así era como yo lo sentía, y lo siento.
Tus besos eran los más dulces,  aunque yo no tenía práctica en ellos, me tomabas con tanta ternura, y me sentía tan amada, aunque así no fuera, aunque no sintieras eso hacia mi.
Durante mi corta vida, pasé más rechazos de los que cuentas con una sola mano. Las traiciones nunca estuvieron de lado, de personas que jamás imaginé, y siempre perdoné, aquello que me dañaba, a aquel que me dañaba. Tú me enseñaste, a no ser tan blanda, me enseñaste que valgo lo suficiente como para estar rogando cariño de alguien que no lo dá. Me enseñaste tantas cosas, pero nunca me enseñaste, qué tenía que hacer cuando ya no te tuviera conmigo, cuando ya no nos habláramos, cuando la distancia fuera grande. Es por eso, que, ahora que no estás conmigo, ahora que estás con alguien más, ahora que eres feliz, no sé qué hacer con todo lo que estoy sintiendo.
Algunas veces, me lanzo en mi cama boca arriba, mirando el techo de mi habitación con detenimiento, creyendo que es un mal sueño, que cuando despierte, todo será como en un inicio solía ser, pero no es así. Nada es para siempre, aunque desearía que lo fuera. Sabía que ésto iba a terminarse en cualquier momento, pero fue tanta la negación al instante de aceptar que algún día llegaría a su fin, que me cegué con ello. Nos puse dentro de una burbuja y nos dejé estáticos, en el momento justo de nuestro primer beso, en ese lugar, el tiempo no corría. No me sentía dentro de mi cuerpo, podía vernos, y podía sentir lo que en ese momento, sentía, me temblaban las piernas, pero en ti encontré la seguridad que necesitaba, contigo me sentía a salvo.
Al poco tiempo, te volviste mi necesidad, no podía pasar un día sin verte me sentía como una loca, no entendía como podías provocarme tantos sentimientos, y quizás no te lo dije nunca pero, fuiste mi primer beso, sentía que era imposible olvidarte, olvidarnos.
Tenerte cerca, me hacía sentirme con tanta suerte, sentía que eras mucho para mi, que yo no era suficiente para nadie, menos para ti. No sabía cómo alguien como tú pudo fijarse en mi. Con el tiempo, entendí que no lo hiciste.
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Holi, llevo bastante tiempo queriendo escribir algo como ésto, quizás no sea la mejor, pero le pongo sentimiento uwu.
Espero les guste

cartas de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora